La falta de agua potable en la Ciudad de México ya tuvo su primera batalla campal entre vecinos y granaderos en lo que va del año.
En calles aledañas al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), afectados protestaron entre la noche del lunes y la madrugada del martes con piedras y botellas contra los uniformados, a quienes incluso les trataron de impedir el paso con llantas y basura.
Los residentes de la Delegación Álvaro Obregón exigían a las autoridades tener suministro de agua potable, después de casi una semana de sequía, pero el problema del desabasto no es único de esa demarcación.
Históricamente, la falta de agua se ha concentrado en la Delegación Iztapalapa. Pero desde agosto del año pasado vecinos de varias colonias de la Delegación Benito Juárez percibieron una disminución en el suministro de agua potable en las tomas de sus hogares.
Hace dos meses la situación se agravó y extendió a otras delegaciones de la Capital del País y ante esa situación, vecinos de las colonias Narvarte Oriente y Poniente, Atenor Salas, Piedad Narvarte, Del Valle, e incluso Buenos Aires -esta última de la Delegación Cuauhtémoc-, salieron a las calles dos veces en menos de una semana para demandar la regularización del suministro.
“Desde el año pasado comenzó la escasez, pero fue hasta enero que se agudizó el problema: primero por unas horas, después por un día y luego hasta casi cuatro, hecho que terminó en el bloqueo del Eje 5 y Universidad”, dijo Gabriela Bobadilla, coordinadora del Comité Ciudadano de Narvarte VI.
Aunque fueron atendidos por personal de la Delegación y del Sistema de Aguas de la Ciudad de México, ninguna de las dos autoridades les ha explicado por qué la falla del servicio, se quejó.
“Nos habían dicho que era por reparaciones en el sistema Cutzamala, por el sismo de septiembre, aunque nosotros también lo hemos atribuido a las construcciones de edificios departamentales, por lo que ahora intentaremos beneficiarnos de ellos después de que nos perjudicaron, ya que éstos están obligados por ley a incorporarse a la red pública a través de nuevas conexiones a las que nosotros también vamos a exigir un enlace”, reprochó.
Los vecinos señalaron que según las respuestas y los resultados en el abastecimiento de agua durante esta semana, será como ellos definirán un plan de acción o de lo contrario seguirán con los bloqueos. “Nosotros ya estamos hartos de que se agarren de Benito Juárez, sólo porque está bien ubicada y comunicada, para hincharse de dinero mediante construcciones y descuiden todas su demás áreas de mantenimiento”.
Problema en expansión
El Gobierno de la Ciudad de México informó que la reciente falta del agua en la capital se derivó de fallas eléctricas, así como de caídas de árboles que afectaron infraestructura localizada en zonas metropolitanas y aseguró que el suministro sería regularizado entre ayer y hoy, a través de un comunicado.
Sin embargo, vecinos afectados desconfían de las respuestas de las autoridades. Javier Torres, coordinador del comité ciudadano de la colonia Atenor Salas, explicó que en su colonia el agua comenzó a bajar desde el mes de agosto del año pasado.
“La mayoría de los vecinos creemos que las autoridades se han aprovechado de los sismos para argumentar que es culpa de tuberías dañadas o de una escasez, esto para recortarnos el suministro en la zona, situación que nunca antes había pasado”, dijo.
“Por eso los vecinos afectados nos hemos organizado, y es que hay casas en donde no cae nada de agua, donde llega a gotear y otras donde el flujo es normal, y por ello queremos saber qué onda con nosotros, que de hecho somos la mayoría de las 16 manzanas que conforman la colonia.
El problema se ha extendido a zonas de las colonias Del Valle y Narvarte, e incluso también a Viaducto Piedad y a la Buenos Aires, que ya corresponden a la delegación Cuauhtémoc, aseguró.
“Por eso aquí no estamos viendo delegaciones, ni banderas, ni colores, aquí estamos luchando ciudadanos por ciudadanos y eso seguiremos haciendo hasta que haya una solución. Y, si son necesarios más bloqueos para llamar la atención seguiremos tomando las calles”.
En al menos seis colonias es donde el problema se tiene registrado. En dichos sitios, las tomas continúan emitiendo un sonido parecido al viento, mientras que el resto permanece en silencio.
María Luisa Garcia, vecina en dicha colonia, relata que aunado al problema del desabasto están las fugas de agua, las cuales aunque son reportadas de manera inmediata, tardan alrededor de 10 días en ser atendidas. Para poder sobrellevar la situación, han tenido que pagar por el agua.
“En meses pasados, y todavía en diciembre, los vecinos nos organizábamos y comprábamos pipas particulares de agua potable que salían entre 1200 y 1300 pesos, lo cual nos afectaba económicamente porque era un gasto extra; además de que luego los piperos nos abastecían las cisternas y se llevaban el resto, porque eran muy pocos los que te daban oportunidad de subir el agua al tinaco y otra vez rellenar la cisterna”, recuerda.
Problema añejo
El problema de la falta de agua se remota a décadas pasadas, cuando autoridades locales decidieron redensificar algunas delegaciones, dijo Roberto Olivares, director de la Asociación Nacional de Empresas de Agua y Saneamiento (ANEAS).
“Porque no se puede brindar el mismo servicio y de igual calidad a una sobrepoblación en determinadas zonas, la escasez de agua es producto de una falta de planeación de proyectos que garanticen una seguridad hídrica en la ciudad”, dijo en entrevista.
El especialista, quien también ha discutido con diputados locales la Ley de Sustentabilidad Hídrica, señaló que cerca del 50 por ciento del agua en la capital se pierde en fugas, por lo que autoridades delegacionales, locales y federales deben prestar atención al tema y esclarecer los manejos de prioridad e inversión, así como a mejorar la cultura del agua.
“Las autoridades responsables deben considerar tres ejes de acción: un mejoramiento del servicio diario mediante el pago justo del mismo, un mantenimiento permanente de la infraestructura urbana, y una inversión mayor en la infraestructura hídrica en general, tanto para anticipar un crecimiento poblacional, como para atender al actual”, agregó.