El organismo Servicios de Agua y Drenaje (AyD) de Monterrey consideró que existe mucha viabilidad técnica y sería de gran utilidad que las pedreras utilicen agua tratada en el proceso industrial de explotación y aprovechamiento pétreo en Nuevo León.
La postura de la paraestatal se sustenta en documentos dirigidos a la diputada del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), Ivonne Bustos Paredes, quien promovió una reforma a la Ley Ambiental del Estado para que esta industria utilice este tipo de agua.
Los documentos en poder de Reporte Índigo, uno con fecha del 5 de junio y otro del 13 de julio, revelan que existen condiciones técnicas para construir acueductos de agua tratada para así reusar el recurso líquido.
“Para llevar agua residual tratada a las zonas de explotación minera, deben construirse acueductos que conduzcan el agua al otro extremo de la localidad de que se trate, venciendo la altura donde se ubica la explotación respecto a la planta de tratamiento”, dice la respuesta de junio de AyD.
En el segundo documento, la empresa paraestatal refiere que se puede proporcionar el servicio de infraestructura, incluso, utilizar camiones con agua tratada para que lleguen hasta las pedreras.
“Cuando usted propone utilizar la red de agua residual tratada construida, se está refiriendo a la red existente en el Área Metropolitana de Monterrey, con ella se proporciona el servicio a 14 de las 33 explotaciones del estado ubicadas al poniente del Área Metropolitana de Monterrey. Sin embargo, se puede proporcionar el servicio con la infraestructura actual o prolongar las líneas para llevar el agua hasta el lugar donde sea requerida o bien, como usted lo dice, pudiera ser acarreada a través de pipas o carros tanque”, explica la empresa.
Los documentos contradicen la negativa del Instituto para la Protección Ambiental de Nuevo León, un organismo filial de la Cámara de la Industria de la Transformación de Nuevo León (Caintra), que dice que existen impedimentos técnicos para la conexión a la red de agua tratada.
“Debe contemplar la posibilidad de impedimentos técnicos para realizar la conexión a la red de agua tratada”, dice el documento de la industria con fecha del 5 de noviembre.
Por ello, el Instituto pidió que el dictamen que se iba a aprobar el 3 de noviembre siguiera en estudio en la Comisión de Medio Ambiente del Congreso local, a cargo de la diputada del Partido Acción Nacional (PAN), Claudia Caballero.
Agua cruda más rentable
El organismo Servicios de AyD de Monterrey revela que sería más rentable para las pedreras perforar la tierra para extraer agua cruda de los acuíferos subterráneos, al señalar que aumenta más el costo de extender la red de tratado residual.
“Puede ser que la opción más rentable para el usuario sea optar por una perforación para extraer agua del acuífero, que no es competencia del estado su administración”, dice la empresa paraestatal.
El agua cruda proviene de reservas naturales ya sea de manantiales subterráneos o de la superficie y de las tormentas de lluvia. Nuevo León cuenta con miles de acuíferos de este tipo. Es por eso que el Instituto para la Protección Ambiental de Nuevo León, un organismo filial de la Cámara de la Industria de la Transformación de Nuevo León (Caintra), considera que la humectación en el proceso industrial debe utilizar agua cruda.
“Debe evaluarse el uso también de agua no potable y no sólo proveniente de tratamientos, en ese sentido la redacción debe ser modificada y ampliado el alcance a agua no potable. Es deseable que los TRANSITORIOS incluyan la implementación paulatina del uso de agua tratada, así como la posibilidad de que exista un margen de uso de agua cruda”, expresa la contestación de la industria.
No obstante, Agua y Drenaje dice que técnicamente existe la posibilidad de que se pueda construir la prolongación de algunas líneas de agua tratada con inversión de las pedreras, pero el costo sería muy alto.
“Lo cual, significa que, para llevar agua residual tratada a las zonas de explotación minera deben construirse acueductos que conduzcan el agua al otro extremo de la localidad de que se trate venciendo la altura donde se ubica la explotación respecto a la planta de tratamiento; así como la longitud que haya entre ellas, requiriendo cuantiosas inversiones para los usuarios de estas aguas y altos costos de operación por la conducción de la misma”, advierte Agua y Drenaje de Monterrey.