Una antigua edificación ubicada en el corazón del Barrio Antiguo de Monterrey estaría en riesgo inminente de colapsar debido a los daños infligidos de forma intencional por sus nuevos propietarios.
La edificación, marcada con el número 859 de la calle Abasolo, funcionó hasta hace algunos años como un café y restaurante orgánico; con la llegada de la pandemia por COVID-19, y en medio de la crisis económica que enfrentaron muchos negocios de la zona, los dueños originales se vieron en la necesidad de vender el predio.
Fue entonces que los nuevos dueños, imposibilitados para derrumbar la propiedad debido a la protección que le otorga el INAH a las edificaciones históricas del rumbo, habrían optado por deteriorarla con el objetivo de que la dependencia federal la declarara en ruinas y, entonces sí, construir otro edificio sobre el predio.
“Empezaron a deteriorar la casa intencionalmente, la picaron toda, le tumbaron todo el estuco y el acabado hasta dejarla en sillar; le hicieron hoyos en el techo para que entrara el agua y la deteriorara todavía más. También le hicieron hoyos en la fachada y le pusieron barrotes, simulando que estaban deteniendo el deterioro, pero al contrario, lo estaban provocando“, narra un vecino de la zona, quien fue testigo del daño provocado a la propiedad durante los últimos años.
Dueños ‘invisibles’
Aunque han tratado de localizar a los dueños actuales del inmueble, los vecinos del Barrio Antiguo se han topado con que el Municipio de Monterrey no cuenta con dicha información o la bloquea de las consultas.
“Nos dimos a la tarea de buscar a los dueños, pero nadie nos puede decir quiénes son porque la información aparece bloqueada en el Municipio, no hemos podido dar con ellos para ver quiénes son”, narró el mismo vecino, quien afirmó que la junta de residentes tiene la intención de formar un fondo que pueda recuperar predios en situaciones similares y así conservar la esencia de la zona.
“Nosotros, al contrario de mucha gente que quiere llegar como inversionista, no queremos el deterioro de la zona, sino su conservación, la preservación a su estado original; ese tipo de artimañas de especuladores inmobiliarios ya nos la sabemos en el Barrio, ya tenemos mucha experiencia con muchas otras construcciones”, aseguró.
El vecino agregó que se ha intentado hacer contacto con la administración que encabeza Luis Donaldo Colosio hasta en seis ocasiones distintas para tratar el asunto de la vivienda, sin que hasta la fecha haya una respuesta concreta.
Riesgo de derrumbe latente
Las afectaciones de la edificación podrían provocar una situación peligrosa si no se atienden cuanto antes, ya que, a decir de los vecinos del sector, un evento significativo de lluvia tendría la suficiente fuerza para derribar la fachada.
Para agravar la situación, en las inmediaciones de la construcción hay dos espacios escolares y artísticos dedicados a niñas y niños, por lo, además del flujo normal de peatones, frecuentemente hay presencia de menores de edad por la zona.
“La próxima agua que nos caiga y yo creo que empieza a venirse abajo la fachada, ahí se nota mucho el daño (…) Ahí tenemos dos edificios que funcionan para los niños, hay niños constantemente; de hecho, una de nuestras intenciones es poder cerrar el acceso a los vehículos por esa zona, porque queremos que esa calle sea dedicada a ellos”, afirmó el vecino consultado.
