Los trastornos mentales en la vejez son difíciles de diagnosticar debido a que se suelen confundir con otros problemas de salud. Foto: Especial

Adultos mayores de Nuevo León sufren depresión y maltrato

La depresión en adultos mayores tiende a considerarse un mal menor debido a la edad del paciente, sin embargo, el 26.9 por ciento de las y los ancianos tienen síntomas

Cifras de la Universidad Autónoma de Nuevo León indican que uno de cada cuatro neoleoneses, mayor de 60 años de edad, sufre de algún trastorno mental o neuronal; siendo el más común la depresión.

Y aunque la salud mental de los adultos mayores no suele ser un tema que se aborde generalmente, una encuesta del INEGI revela que a nivel nacional cuatro de cada 10 personas adultas mayores (PAM) tienen sentimientos de soledad y que el 26.9 por ciento de las y los ancianos tienen síntomas de depresión.

No obstante, especialistas dicen que la cifra podría ser mayor, ya que es difícil detectar los síntomas de los trastornos mentales en personas de la tercera edad debido a que se suelen confundir con otros problemas de salud típicos de la vejez.

“La depresión en los adultos mayores puede ser difícil de detectar. Los síntomas comunes como fatiga, falta de apetito y problemas para dormir también pueden ser parte del proceso de envejecimiento o de un padecimiento físico. Como resultado, los síntomas de la depresión temprana pueden ser ignorados” explica la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos.

También la Encuesta Nacional de Bienestar Autorreportado del INEGI informa que las personas mayores a 60 años, son las que tienen mayores tasas de insatisfacción con su vida. Aproximadamente, 14.1 hombres mayores a 60 años de cada 100 mil, se sienten insatisfechos o poco satisfechos con su vida, mientras que en las mujeres la cifra asciende a 16.4 adultas por cada 100 mil.

¿Qué factores pueden alterar la salud mental de un adulto mayor?

La Organización Mundial de la Salud explica que a edades más avanzadas, la salud mental se determina no solo por el entorno físico y social sino que también por las experiencias de vida anteriores y los factores estresantes relacionados con el envejecimiento, como la pérdida de independencia.

Una encuesta realizada por el Instituto Estatal de las Personas Adultas Mayores (IEPAM) de Nuevo León explica que el 42.7 por ciento de los adultos en estado de vejez, consideran que son una carga para su familia debido a que han perdido independencia para realizar tareas básicas. Esta autopercepción causa baja autoestima en las PAM lo que les puede conllevar el desarrollo de cuadros de depresión y otras afecciones a la salud mental.

“(Las PAM) Una vez que cumplen un ciclo laboral son excluidas y no tomadas en cuenta, lo cual se refleja hasta en lo social, volviéndose invisibles, incluso hasta para la familia (…) lo cual ocasiona que su propia dignidad no sea respetada, bajando su autoestima (…) afectando gravemente su personalidad, reflejándose en cuadros de depresión que terminan por afectar su salud”, explica el Diagnóstico sobre los Derechos de las Personas Adultas Mayores en el Estado de Nuevo León de la CEDHNL.

También, expertos de la OMS explican que las PAM tienen más probabilidades de desencadenar una depresión por la pérdida de una persona significativa (por ejemplo: una pareja o una amistad cercana). En un estudio publicado en la Revista de la Asociación Española de Neuropsiquiatría se explica que en el 20% de los casos de depresión en ancianos, la pérdida de un familiar fue el detonante.

Asimismo, el que una persona adulta mayor viva sola, incrementa el riesgo de que experimente sentimientos de soledad que pueden deteriorar su salud mental. Una investigación de la UANL detalla que la soledad se relaciona con la aparición del Alzheimer, desnutrición, disminución en actividad física, mala calidad del sueño y elevación de la presión sanguínea.

Cifras de la OMS indican que una de cada cuatro personas adultas mayores experimentan aislamiento social y soledad, lo que puede causar hasta un aumento de 50 por ciento en el riesgo a desarrollar demencia.

Aun así, el 11.6 por ciento de la población en estado de vejez en el estado vive sola arriesgándose no solo a afecciones degenerativas y emocionales, sino que también a accidentes que podrían poner en riesgo su integridad.

Maltrato y violencia

En un informe de la Comisión Estatal de Derechos Humanos se especifica que la falta de una cultura de respeto hacia las personas adultas mayores es uno de los principales problemas a los que se enfrentan la población en tercera edad del estado.

Casi un 50 por ciento de ellos piensa que son poco o nada estimados en su entorno y el 61.1 por ciento considera que su experiencia es poco valorada por la familia.

También, el IEPAM detalla que el 7.6 por ciento de las personas en estado de vejez en Nuevo León han sido víctimas de violencia siendo las más comunes el despojo de bienes (64.1 por ciento de los casos), el robo de dinero (24.2 por ciento) y el maltrato físico (15.5 por ciento).

Sin embargo, es probable que la cifra de maltrato sea mayor ya que solo el 12.2 por ciento de los delitos cometidos contra personas en la tercera edad fueron denunciados. En muchos casos, las PAM  temen denunciar ya que sienten que si lo hacen perderán a su único familiar cuidador dejándolos en una situación de vulnerabilidad que afecta su salud mental.

“Las estadísticas sobre el maltrato en la vejez son datos alejados de la realidad, debido a que la mayoría de los adultos mayores que lo viven no lo denuncian. Esta situación tiene su origen en distintas razones: no aceptan que están siendo maltratados o bien tienen temor a las represalias pues quien lo ejerce es con frecuencia el único familiar con el que cuentan” expuso la diputada Lilia Olivares en el Congreso del estado.

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