Adoptados se enfrentan a dificultades y prejuicios de sus adoptantes y la sociedad

Después de que un par de hermanos de 15 y 13 años, de origen ruso, acusaran a sus padres adoptivos de haberlos maltratado y hacerlos pasar serias dificultades para adaptarse a la familia, lo que derivó en que el mayor de ellos apuñalara a la mujer hasta matarla y que ambos ocultaran el cadáver en el domicilio familiar, ubicado en Castro- Urdiales, un municipio al norte de España, el hecho reabrió un viejo debate en torno a la adopción.

En el imaginario colectivo, niñas, niños y adolescentes adoptados, especialmente aquellos que provienen de países con entornos complicados, deben mostrarse felices y agradecidos de ser acogidos por una familia, sin embargo, jóvenes que pasaron por esta situación durante su niñez o adolescencia han documentado ampliamente las dificultades a las que se enfrentan como personas despojadas de su historia familiar.

Las notas periodísticas respecto al hecho, así como varios de los comentarios en redes sociales en torno al suceso hacían hincapié en que los menores de 15 y 13 años de edad eran adoptados, algunos incluso llegaron a recalcar que fue debido a esta condición que los adolescentes eran más proclives a atentar en contra de su madre.

Aunque aún no hay denuncias previas y las autoridades españolas se centran en corroborar los hechos relatados por los menores, quienes aceptaron su responsabilidad en el crimen cuando fueron encontrados por la policía, los hermanos aducen haber sido víctimas de maltrato por parte de su madre, quien constantemente les gritaba, según su versión, frases que hacían alusión a su condición de adoptados, además de castigarlos mediante agresiones físicas.

Adaptarse a una familia

Especialistas señalan que entre las dificultades a las que se enfrentan los adoptados se encuentran: problemas en el establecimiento del apego y relaciones con adultos y sus iguales, complicaciones de adaptación al entorno, miedo al abandono, entre otros.

Cynthia Zambrano, madre de acogida de Valentina y quien junto a su esposo espera poder adoptar de manera definitiva a la pequeña, relata las dificultades a las que la pequeña de 3 años de edad se ha enfrentado junto a ellos como familia.

En el momento en el que Valentina llegó, la familia se conformaba por madre, padre y tres hijos, dos varones y una niña, quienes recibieron con amor a la pequeña quien no cumplía aún un año de edad.

Conforme pasó el tiempo, los padres de la pequeña notaron ciertos patrones de conducta, los cuales, tras investigar al respecto, tuvieron explicación en el modo en el Valentina llegó a conformar parte de su familia.

“Las dificultades que ha enfrentado Vale están relacionadas al trauma por abandono. Yo no sabía que a pesar de que llegó con nosotros de muy bebecita, presentaría trauma por abandono, ahora sé que todos los niños en general, que tienen una situación de abandono, van a presentar este trauma en mayor o menor medida.

“En nuestro caso, al desconocer esto, no sabíamos o no podíamos determinar si lo que pasaba con Valentina era algo normal o no. Y en ese sentido, pues dentro de las dificultades que encontramos, algo que es muy complejo para Vale es tener procesos relacionados con la confianza”, relata Cynthia.

Tanto la madre como el padre de Valentina mencionan que la pequeña tiene tendencias a preferir las comidas calóricas, a guardar alimentos, entre otras conductas que se encuentran relacionadas con su condición de ser adoptada.

“Siempre muestra una tendencia a la ansiedad por la comida, por los azúcares, por las harinas. La tendencia de esconder comida o cosas pensábamos que era algo extraño y resulta que la mayoría de los niños adoptados presentan estas conductas. Entonces cuando no sabíamos que hay muchos factores relacionados al trauma por abandono, que son normales en niños en este tipo de situaciones, pues para nosotros eran dificultades y no sabíamos cómo abordarlo y no sabíamos cómo guiar”, explica Cynthia.

Zambrano destaca la importancia de conocer las dificultades relacionadas a los adoptados y a diferentes conceptos asociados a las familias por adopción o de acogida, pues solo así es cómo se pueden encauzar y facilitar la existencia de quienes tienen qué alejarse por cualquier razón de su familia biológica.

“Las dificultades para nosotros como padres han sido entender que procesos que nosotros consideramos anormales y que no entendemos, porque lo queremos guiar bajo un esquema de una familia tradicional, y los vemos como algo extraño, son procesos comunes que viven las familias adoptivas y que la guía que le tienes que dar debe estar basada a familia por adopción”, menciona.

Derecho de los niños

La Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes (LGDNNA) de México, expedida por decreto presidencial en diciembre de 2014, garantiza a la niñez y adolescencia mexicana 20 derechos, entre los que se encuentran: el derecho a la vida, la supervivencia y el desarrollo, a la identidad, a vivir en familia, a vivir en condiciones de bienestar y a un sano desarrollo Integral, a la seguridad jurídica, entre otros.

Esta Ley, al igual que otras alrededor del mundo respecto a los derechos de los menores de edad, se encuentran basadas en la Convención sobre los derechos del niño de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que establece que cualquier acto jurídico, social o familiar siempre deberá basarse en el interés superior de la niñez.

Alicia Martínez, joven española de origen chino, ha dedicado su canal de TiktTok a concienciar a los usuarios en general, así como a futuros adoptantes y personas que ya han realizado este proceso, acerca de las dificultades que enfrentan los adoptados, así como a reafirmar sus derechos.

Martínez, al igual que otros creadores de contenido de redes sociales, relatan las situaciones a las que se han tenido que enfrentar como adoptados, y cómo las superan a pesar de las malas actitudes y comentarios que reciben por parte de las personas en su entorno.

Entre las ideas que Alicia defiende a través de redes sociales, donde es objeto de ataques racistas, clasistas y por su condición de adoptada, es que son los niños y no los adultos quienes tienen derecho a vivir en familia.

En un video publicado a través de TikTok, Martínez simula una conversación en la que plantea si ser madre o padre es un derecho o un privilegio, a lo que responde que tener el deseo de algo no lo convierte en un derecho.

“Como adoptados, es nuestro derecho tener una familia y para nosotros es un privilegio el poder permanecer en la familia en la que se nace. Los no adoptados cuentan con el privilegio de la familia, los adoptados tenemos derechos a una.

“La adopción debería ser necesaria cuando un niño ha sido separado de su familia biológica, por una situación de crisis y necesita una familia. La adopción es para un niño que necesita una familia, no para una familia que necesita un niño, es una medida de protección a la infancia”, explica en el material audiovisual.

Hacia el final del video, Alicia Martínez menciona que los niños adoptados no deben cubrir necesidades ni convertirse en “tapones emocionales”, pues ellos tienen un bagaje, como el trauma de separación o abandono, y todas las vivencias previas a que sean adoptados, por lo que recomienda informarse y no solo basarse en el deseo de ser padres.

Martínez llama a quienes adoptan a niños de otras etnias a informarse sobre la cultura originaria y las costumbres del sitio de donde proviene el menor de edad.

No negar la existencia previa

Cynthia Zambrano, madre de acogida de Valentina, menciona la importancia de validar las dificultades y vivencias de la pequeña, quien a pesar de haber llegado a su familia antes de cumplir un año de edad, contaba con una historia familiar y vivencias al lado de su madre biológica.

“Poco a poco cuando vas entendiendo que hay que darle lugar a ciertas cuestiones como el trauma por abandono, como al hecho de que también para ella es importante la validación de su familia, porque hay una despersonalización, una devaluación, o sea, una menor valoración de ella como concepto de persona de todo lo relacionado a la situación que que vivió antes de tener a su familia de acogida o adoptiva”, explica Zambrano.

Por su parte, Alicia Martínez menciona en su contenido “nuestra vida pre adopción estaba llena de inestabilidad y estrés emocional, y eso ha dejado en nosotros una huella que es irreparable muchísimas veces y los que adoptan deberían estar preparados para poder ayudarnos a sanar y mantener nuestra identidad como hijos de otras personas honrando y respetando nuestros orígenes e historia”.

Psicólogos mencionan que el proceso de adaptación entre adoptado y adoptantes se facilita si los padres por adopción reconocen la realidad de la adopción y son honestos con ellos sobre los datos que conocen de su pasado y de su identidad.

También resaltan la importancia de que los padres adoptivos se informen sobre estos procesos y los acompañen con cariño y comprensión, priorizando el bienestar de la niña, niño o adolescente adoptado.

Cynthia considera que uno de los mayores enemigos para ayudar a transitar a los adoptados por su nuevo estatus es la sociedad, debido a la falta de información.

“La gente en general no tiene conocimiento sobre acogimiento, sobre adopción y hay muchas cuestiones que limitan la convivencia y que dificultan la adaptación, como preguntas inadecuadas e irrespetuosas. Pasa muy seguido que personas que no adoptan te dicen cómo deberías de ser o sienten que tienen más conocimientos, pero en realidad no están viviendo la experiencia de la adopción, sin embargo, sienten que lo harían mejor que tú, pero pues la realidad es que no lo están viviendo, entonces siento que una de las principales dificultades es la sociedad y la manera en la que juzga la la adopción y la desinformación”, concluye.