Los jóvenes secuestrados en el Heaven fueron todos decapitados. La masacre encontrada debajo de la plancha de concreto del rancho “La Negra” imposibilita a la Procuraduría General de la República (PGR) la reconstrucción de cada uno de los cuerpos.
Tepito está en duelo. El barrio está en llamas tras la noticia de que los jóvenes secuestrados el 26 de mayo en el after Heaven de la Zona Rosa están muertos.
Los familiares exigen la renuncia del procurador capitalino, Rodolfo Ríos Garza, y de paso repudian al jefe de Gobierno Miguel Ángel Mancera.
Aunque ayer informó de la detención de Víctor Manuel Aguilera García, otro de los hombres que participó en el traslado de los jóvenes del bar Heaven al rancho de Tlalmanalco, al procurador capitalino le exigen destituya al jefe de la Policía de Investigación, Raúl Peralta, y del Fiscal de Homicidios, Guillermo Terán.
Aguilera García se suma a Ricardo Méndez y José de Jesús Carmona por su participación directa en el secuestro. Los tres coinciden que el “levantón” ocurrió como venganza a la muerte de uno de los distribuidores de droga, Horacio Vite, en el bar Black de la Condesa.
Mientras tanto, desde el penal de Hermosillo, Sonora, Jorge Ortiz Reyes, “El Tanque”, llama a diario a su familia en Tepito para saber las últimas noticias acerca de su hijo, Jerzy, de 16 años.
El domingo, la Procuraduría General de la República informó que su cuerpo fue identificado entre los 13 cadáveres localizados en el rancho La Negra, de Tlalmanalco, Estado de México.
Leticia Marisela León Ramos, pareja de “El Tanque” y madre de Jerzy, exigió a las autoridades de la PGR le mostraran el tatuaje inconfundible de su hijo, que ella misma también tiene grabado: las letras de sus nombres J (Jerzy) y L (Leticia) en la muñeca derecha.
En la otra mano el menor tenía grabado su nombre con letras hebreas y también la figura de un diamante.
Así reconstruyen su cuerpo los especialistas para poder entregárselo a su madre.
Desde que se dio a conocer el caso de los desaparecidos del Heaven, el joven, menor de edad, fue el centro de la polémica junto con su amigo Said Sánchez porque ambos son hijos de legendarios vendedores de droga de Tepito, Jorge Ortiz “El Tanque” y Alejandro Sánchez Zamudio, “El Papis”.
A Jorge y Alejandro los une una vieja amistad. Los dos están presos por los delitos de extorsión y delincuencia organizada.
Son compadres y ahora los une el dolor de perder a un hijo en un mismo evento.
Desde el 13 de junio que rindió su declaración ante el Ministerio Público de la Fiscalía para Investigación de Secuestro de la procuraduría capitalina, “El Tanque” dejó claro que su hijo podría estar muerto.
Conocedor de los peligros del barrio, de sus venganzas y ajustes de cuentas, Ortiz Reyes dijo desconocer el motivo por el que lo hayan levantado y sobre todo, los autores.
“Desconozco qué pudo haberle pasado y si esté vivo, si le den de comer, si lo golpean o si ya me lo hayan matado”.
La súplica de ‘El Tanque’
“¿Y mi panzón?”, le preguntó “El Tanque” a su esposa Leticia aquella tarde del domingo 26 de mayo cuando inició la historia de los desaparecidos.
Así le decía cariñosamente a Jerzy.
La mujer mintió. No quiso contarle que Jerzy no había regresado a dormir a su casa en la calle Matamoros. En cambio, Leticia le contestó que el joven estaba dormido y que se preparaban para ir a ver la Final de futbol que se disputarían el América y Cruz Azul.
El lunes 27 de mayo nuevamente marcó a Leticia a su teléfono celular.
“La noté rara en su forma de hablar, ya que se escuchaba nerviosa o preocupada, pero no me dijo nada”.
Luego llamó a su madre, Concepción Reyes Valencia, quien terminó por contarle que Jerzy estaba desaparecido, que se lo había llevado un grupo armado.
“Deseo pedir a la Procuraduría que haga todo por encontrar a mi hijo y a los otros muchachos”, suplicó desde la estancia cinco del nivel D3 del Centro de Readaptación Social de Hermosillo, Sonora.
A partir de ahí, Jorge Ortiz no se pierde las noticias, y fue por un canal de televisión que se enteró del hallazgo de los 13 cuerpos en una fosa y, más tarde, que su hijo estaba entre los muertos.
En el Distrito Federal, Leticia Ponce, su pareja, sortea los trámites, llamadas, reuniones y papeleos para tratar de recuperar al hijo de ambos.
Asesorada por integrantes del Movimiento por la Paz, Justicia y Dignidad que encabeza el poeta, Javier Sicilia, la madre de Jerzy Ortiz pidió a la PGR le permitieran la intervención de peritos extranjeros, como una segunda opinión que corrobore la identidad de su hijo.
Aunque en corto la madre de familia asume ya la pérdida de Jerzy, se muestra desconfiada del actuar de las autoridades, por eso es que también exige que le tomen la muestra de ADN a su pareja, Jorge Ortiz, para estar segura de que se trata del cuerpo de Jerzy.
Leticia pidió de manera personal a las autoridades de la Ciudad de México y a las federales que envíen personal al penal de Hermosillo, a fin de que efectúen la prueba. En todo caso, también solicitó se le permita a “El Tanque” salir de prisión para despedir a su hijo.
Desde otra celda
Alejandro Sánchez Zamudio, “El Papis”, se enteró por televisión que su hijo Said y el hijo de su compra “El Tanque” habían desaparecido.
Él está preso en el módulo de alta seguridad “E” del Centro de Readaptación Social Varonil Santa Martha desde octubre del 2010. Purga una sentencia de 62 años de prisión por los delitos de extorsión y delincuencia organizada (igual que El Tanque”), además de robo y homicidio.
El sábado 25 de mayo, un día antes del secuestro de los jóvenes en el after Heaven, fue la última vez que “El Papis” habló por teléfono con Said, quien le comentó que como cada fin de semana saldría a bailar con sus amigos.
Su hijo salió de su domicilio en Bartolomé de las Casas, colonia Morelos, donde vivía con Josefina García Rodríguez, su madre.
“El Papis” no aportó pista alguna a las autoridades que les facilitara la búsqueda de su hijo. La PGR confirmó que los restos de Saíd también están entre los cadáveres encontrados en aquella fosa clandestina del rancho La Negra.
Josefina, su pareja, también pidió a las autoridades se tome la prueba de ADN a “El Papis” para tener más certeza de que se trata de su hijo Said.
Mientras, los familiares de los jóvenes le agregan a su dolor la ira que les causa enterarse de los avances del caso a través de los medios y no por las autoridades.
La PGR, al igual que la PGJDF, mantienen abierta la investigación, que en esta fase busca encontrar a los responsables.
¿Ya se puede hablar de delincuencia organizada en el Distrito Federal?
El abogado de las víctimas de Tepito, Ricardo Martínez Chávez, insiste en que las dependencias, PGJDF y PGR, ya deberían reconocer a estas alturas que en el secuestro y crimen de los jóvenes participaron grupos numerosos de hombres armados, ligados con el narcotráfico.
A partir de lo que declararon los supuestos empleados del rancho La Negra, Rodolfo Pérez Velázquez y Manuel Jiménez Rodríguez, la PGR sabe que más de 20 personas armadas participaron en el levantón de los jóvenes de Tepito.
Por su parte, la PGJDF capturó a dos hombres más relacionados con los hechos, quienes habrían aceptado colaborar y señalar a los verdaderos culpables que pagaron por ejecutar el secuestro y multicrimen de los jóvenes. Sus relatos apuntan invariablemente hacia la ruta de las drogas y el cobro de un dinero.
Según esta versión, por encima de todos los nombres hechos públicos: los hermanos Mario y Dax Rodríguez Ledezma, Ernesto Espinosa Lobo, Jesús Carmona Aiza y Javier Joel Rodríguez Fuentes “El Javi”, está un personaje mucho más poderoso y de gran calado, cuyo sello criminal es la decapitación de sus enemigos.
Porque la fosa con los restos de los jóvenes que la PGR encontró en aquel rancho, fue hecha por profesionales. De ahí que no se atrevan a mostrarle fotos a las madres de familia.