Adiós al Título 42, medida que restringía la entrada de migrantes por COVID-19

Tras tres años de implementación, esta medida que aplicó Estados Unidos por la pandemia de COVID-19 y que les ayudaba a controlar la entrada de migrantes a su territorio, se dio por terminada por orden del presidente Joe Biden, una decisión que le ha traído críticas de los republicanos, quienes aseguran que provocará una oleada de migrantes en la frontera con México
Fernanda Muñoz Fernanda Muñoz Publicado el
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A partir de hoy las autoridades fronterizas de Estados Unidos dejarán de aplicar a los migrantes el Título 42.

Hace dos meses, el presidente Joe Biden ordenó que se diera por terminado este acuerdo que nació a raíz de la pandemia de coronavirus.

Con esta medida de salud que data de 1944, se restringió la entrada a una buena parte de los solicitantes de asilo con el fin de prevenir mayores contagios de COVID-19 y, a su vez, controlar el flujo migratorio hacia la Unión Americana.

Meses antes de abandonar la Casa Blanca, Donald Trump revivió el Título 42 en marzo de 2020, recibiendo un respaldo total de su partido y colegas republicanos, quienes a la fecha están inconformes con la decisión de Biden de darlo por terminado.

De acuerdo con la Unidad de Política Migratoria del Gobierno de México, hasta febrero de este año, bajo el Título 42, se llevaron a cabo 2.7 millones de eventos de expulsión de personas por las diferentes fronteras de Estados Unidos.

En 2022, la patrulla fronteriza expulsó a 1,053 migrantes con esta medida, de los cuales 669 provenían de México, 348 de Centroamérica, 19 de Sudamérica y 17 del Caribe. En 2021 fueron 1,040 las personas rechazadas para cumplir el sueño americano.

En sintonía con la OMS

El presidente Biden decidió dar por terminado el Título 42 al ser innecesario su uso luego de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) dio por finalizada la pandemia de coronavirus el pasado 5 de mayo.

A falta de esta orden fronteriza, es de esperarse que la cantidad de migrantes aumente con el paso de los días en el sur de Estados Unidos, por lo que la administración demócrata la reemplazará con el Título 8.

La nueva medida ofrece la solicitud de asilo en la Unión Americana si el migrante interesado demuestra que sufría persecución o torturas en su país de origen.

Sin embargo, también permite una deportación rápida en caso de no contar con los datos requeridos y prohíbe la entrada durante cinco años tras la expulsión.

Mientras el Título 8 se ejecuta al 100 por ciento, los agentes fronterizos recurrirán a las leyes habituales para tramitar los cruces, por lo que será más difícil para los migrantes encontrar asilo.

El deber de Biden

Con la eliminación del Título 42, el gobierno del presidente Joe Biden deberá lidiar con la cantidad de migrantes que vayan llegando a la frontera sur de su país para solicitar asilo.

Además, el líder demócrata deberá afianzar sus lazos con México para evitar más cruces ilegales, así lo sugiere el doctor Roberto Carlos Hernández, académico de Relaciones Internacionales de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Acatlán.

“Tras la eliminación del Título 42, creo que Biden va a continuar con los acuerdos que tiene con México para que nuestro país siga haciendo lo que muchos llaman ‘el trabajo sucio’ y empezar a desplegar efectivos en la frontera compartida”, asegura.

Ayer después del mediodía, el Departamento de Estado de Estados Unidos, informó que inicialmente habrá 550 efectivos militares estadounidenses para empezar a apoyar a la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) en la frontera suroeste.

Mil efectivos más se anunciarán próximamente e incluirán personal del Ejército, la Infantería de Marina y las Fuerzas Aéreas.

En lo que respecta a las acciones que realice México para controlar el flujo migratorio, durante su última llamada bilateral con su homólogo estadounidense, el presidente Andrés Manuel López Obrador, acordó reforzar la cooperación con Estados Unidos tras el término del Título 42.

De acuerdo con la edición número 12 de “Rutas. Estudios sobre Movilidad y Migración Internacional” (Unidad de Política Migratoria, 2023), el Título 42 fue “un impedimento” para que la frontera entre México y la Unión Americana fuera un espacio de movimiento internacional controlado.

Según el documento, su implementación significó la expulsión de miles de personas tanto mexicanas como de otras nacionalidades por puntos migratorios irregulares, lo que provocó que el gobierno mexicano sobrepasara la población expulsada nacional y extranjera y, por lo tanto, que no contara con los elementos suficientes para dimensionar la magnitud de ese fenómeno.

En ese sentido, además de acordar un trabajo en conjunto con el gobierno mexicano y atender las necesidades que requiera para una mejor atención a los migrantes rechazados o en espera, el presidente Biden deberá atender la coyuntura que se dé tras finalizar la medida impuesta por su antecesor.

“La administración de Biden también deberá responder a las críticas que se le vayan haciendo en torno a que con la eliminación del Título 42 se verá una frontera muy porosa; comentarios que son parte del juego político que tienen los republicanos de cara a las elecciones presidenciales”, asegura el doctor de la FES Acatlán.

Oportunidad republicana

Desde que el presidente Joe Biden anunció el término de la orden migratoria en marzo pasado, diferentes figuras del Partido Republicano se lanzaron contra su decisión, asegurando que esta medida era la más eficaz para el control de los cruces ilegales.

Por ejemplo, aunque los senadores John Cornyn y Ted Cruz admitieron en un comunicado que la medida era temporal por la crisis sanitaria, remarcaron que el Departamento de Seguridad Interna (DHS) carecía de capacidad para procesar y detener a todos los migrantes detenidos a lo largo de la frontera suroeste si se daba por terminada la orden.

“Además, las pequeñas comunidades fronterizas, carecen de la infraestructura adecuada de vivienda, transporte y atención médica para gestionar la libertad continua de migrantes (…) Instamos a que la orden del Título 42 permanezca vigente y que el DHS continúe usándola hasta que la cantidad de detenciones a lo largo de la frontera suroeste caiga a un nivel manejable”, añadieron.

Al percatarse que su solicitud fue ignorada por el jefe del Ejecutivo, otras figuras republicanas volvieron a criticar la eliminación de la medida y advirtieron a la sociedad sobre lo que podría ocurrir sin el Título 42.

El partido opositor al gobierno de Joe Biden está utilizando la crisis migratoria para ganar votos, el expresidente Donald Trump podría salir beneficiado. Foto: Especial
El partido opositor al gobierno de Joe Biden está utilizando la crisis migratoria para ganar votos, el expresidente Donald Trump podría salir beneficiado. Foto: Especial

“El 11 de mayo va a ser una pesadilla para los estadounidenses. (El Título 42) es una de las herramientas más efectivas para desalentar la inmigración ilegal. En estos días se va a desatar el infierno”, declaró el senador Lindsey Graham.

Para el maestro Juan Daniel Garay Saldaña, internacionalista de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Aragón, la oposición va a utilizar el término del Título 42 para golpear políticamente al presidente Biden, considerando que las elecciones generales están a la vuelta de la esquina.

“Reconociendo que en los siguientes días se verán oleadas de migrantes y traerá críticas al presidente (…) Los republicanos buscarán aprovechar este momento para señalar que el gobierno no hace nada para detener los flujos migratorios.

“Cualquier crisis que se dé en la frontera va a ser utilizada por la oposición para obtener más votos, no sólo de los electores conservadores, sino de los que siguen indecisos en cuanto a las elecciones”, dice el también docente.

Desde su perspectiva, incluso el expresidente Donald Trump podría utilizar las consecuencias del término de la orden que él revivió para beneficiarse políticamente.

“Como lo hizo en su campaña de 2016, el magnate podría volver a utilizar un discurso antinmigrante y de odio, criminalizando esta actividad. Esa postura le dio buenos dividendos en su momento, pero habrá que ver cómo le funciona ahora”, detalla Garay Saldaña.

Panorama migrante

Bajo los inclementes rayos del sol, tapados con pedazos de cartón o con prendas de vestir, los migrantes caminan horas para llegar a la puerta 40 o a la 42 del muro que divide a Ciudad Juárez en Chihuahua de El Paso, Texas.

Todos tienen el mismo objetivo: pedir asilo político en Estados Unidos.

Previo a que expirara el Título 42, los extranjeros permanecieron durante días esperando a ser recibidos por la Patrulla Fronteriza sin agua potable, ni alimentos.

Ante la espera, los extranjeros improvisaron un campamento, colocaron cobijas y pedazos de cartón para protegerse de las altas temperaturas del día y del frío nocturno, también del polvo que levanta el viento.

Todo fue instalado entre el muro metálico y el alambrado de púas, este último fue colocado hace unas semanas por elementos de la Guardia Nacional del Estado de Texas junto al Río Bravo en un intento por contener los flujos migratorios.

Actualmente se estima que en el campamento que se instaló frente a la estación migratoria del Instituto Nacional de Migración, el cual se quemó hace algunos días, permanecen únicamente unas 60 personas. Foto: Especial
Actualmente se estima que en el campamento que se instaló frente a la estación migratoria del Instituto Nacional de Migración, el cual se quemó hace algunos días, permanecen únicamente unas 60 personas. Foto: Especial

“Llevamos aquí nueve días en la puerta 40, esperando a que abran. Hasta el día de hoy (martes 9 de mayo) abrieron y ya lograron pasar dos buses de familias, pero todavía hay muchas esperando”, dice Ronal Villatoro Flores, originario de Honduras.

Ante la desesperación de no ser recibidos por la Patrulla Fronteriza o no obtener una cita a través de la aplicación CBP ONE, que permite a quienes no cuentan con los documentos correspondientes para ingresar a Estados Unidos y solicitar asilo, varios migrantes entraron de forma irregular a El Paso, Texas, y buscaron refugio en la iglesia católica Sagrado Corazón.

Unas horas antes de que finalizara el Título 42, llegó personal del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) para exhortar a los extranjeros a que se entregaran al servicio de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) para solicitar los documentos que les permitan viajar al interior del país bajo la advertencia de que había un operativo para detenerlos y deportarlos.

“Yo me entregué en la puerta del muro y estuve ocho días presa y me soltaron con mis papeles… esto para mí todavía no significa nada porque el que decide es el juez dentro de dos meses. Esto es como una pequeña oportunidad; los que si tienen más oportunidad son a los que les han dado la fecha para dentro de dos o tres años y a mí me la dieron para este mismo año”, expresa Yuliana Tovar de Venezuela.

Ayer, después de que decenas de migrantes aceptaron entregarse al CBP, trabajadores de la ciudad de El Paso acompañados por elementos de la Policía estuvieron limpiando el área, la cual luce mucho más vacía que al inicio de esta semana.

En Ciudad Juárez, el miércoles 10 de mayo, algunos albergues reportaron tener una ocupación menor a la registrada hace unos días.

El vocero del Gobierno Municipal de Juárez, Carlos Nájera Payán, informó que el albergue que administra el Ayuntamiento, “Kiki Romero”, se encuentra a un 34 por ciento de su capacidad con 84 personas.

Además, señaló que el campamento que se instaló frente a la estación migratoria del Instituto Nacional de Migración (INM), que se quemó hace unos días, luce con menos extranjeros.

Nájera indicó que removieron 30 carpas que fueron abandonadas en ese campamento y se estima que en el sitio permanecen únicamente unas 60 personas de los cientos que se refugiaban en ese lugar.

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