La Secretaría de Educación Pública (SEP) en coordinación con la Secretaría de Salud publicaron los lineamientos generales a los que deben sujetarse las escuelas de todos los niveles educativos para la “preparación, la distribución y el expendio de alimentos y bebidas preparados, procesados y a granel”, por lo que no podrán facilitar el acceso a dulces, antojitos, refrescos y otros alimentos.
En 2023 se aprobó una reforma a la Ley General de Educación para evitar la comida chatarra en las escuelas, por lo que hace unos días la Comisión Nacional de Mejora Regulatoria (Conamer) publicó los estándares a los que deben adecuarse los menús en las instituciones.
De acuerdo con el documento, los parámetros que se establecieron deben adecuarse a cada grupo de edad, pero priorizando los porcentajes establecidos:
- Grasas totales 25-30% de la energía total.
- Hidratos de carbono 55-60% de la energía total.
- Proteínas 10-15% de la energía total.
Buscan promover alimentación sana en las escuelas
Algunas de las indicaciones que establece la SEP son privilegiar los ingredientes naturales o mínimamente procesados, así como utilizar preferentemente productos de la región; además, quedarán prohibidos los productos que contengan sellos de advertencia o leyendas de la Secretaría de Salud en su etiquetado.
Se sugiere también el consumo de verduras y frutas crudas y con cáscara; además, solo podrán ofrecerse carnes magras (bajas en grasa) de pescado, pavo, pollo y res. Los cereales y sus derivados que se ofrezcan (galletas, tortillas, etcétera) deberán ser integrales.
Por supuesto, quedan prohibidos los alimentos con edulcorantes, grasas altamente saturadas, fritos o con exceso de sodio.
Con los lineamientos anteriores, en las escuelas queda prohibida la venta o distribución de comida como banderillas, hamburguesas, refrescos gasificados, chocolates, gomitas, papas fritas, tacos, gorditas, pambazos, galletas (no integrales), yogures altos en azúcar, caramelos, cualquier tipo de embutido, entre otros.
Las medidas se han establecido como estrategia para combatir la obesidad infantil, en la que México ocupa el primer lugar a nivel mundial, y otras comorbilidades derivadas de ella como son diabetes, cáncer y enfermedades cardiovasculares.