Empleados del fabricante alemán de armas, Heckler & Koch, están acusado de traficar armamento a distintos estados de la República Mexicana a los que Berlín ha prohibido esta clase exportaciones, informó la agencia de noticias Reuters.
Los fiscales alemanes presentaron cargos contra seis empleados de ventas, quienes presuntamente violaron las leyes de comercio exterior y control de armas de guerra.
La fiscalía de Stuttgart señaló que los empleados entregaron rifles y accesorios a cuatro estados mexicanos a los que Alemania había prohibido la venta de armas por la situación de derechos humanos.
Reuters indicó que a los trabajadores de Heckler & Koch se les acusa de realizar 15 entregas ilegales entre 2006 y 2009, aunque conocían la situación de violencia en México.
“En el otoño de 2009, recibí una llamada telefónica de un empleado de Heckler & Koch que dijo ‘mi compañía estaba haciendo comercio ilegal de armas con conocimiento de la gerencia”, dijo a Reuters TV Juergen Graesslin, uno de los periodistas que ha investigado el caso.
Por si esto fuera poco, activistas en contra de las armas señalaron que hay sospechas que los fusiles fueron utilizados la noche del 26 de septiembre de 2014 en Iguala, fecha en que desaparecieron los 43 normalistas de Ayotzinapa, aunque los fiscales alemanes no se han pronunciado al respecto.
Mientras que Heckler & Koch ha dicho que colaborará al 100 por ciento con las investigaciones para deslindar responsabilidades.
“Heckler & Koch es consciente de su responsabilidad social y legal. Como resultado de los incidente, la empresa realizó cambios drásticos y exhaustivos para evitar que ocurran dichos eventos en el futuro”, precisó la compañía en un comunicado.
Durante 2016, el fabricante de armas informó que ya no vendería armas fuera de la influencia de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).