Acusación de sabotaje en el Metro de la CDMX, peligrosa para Morena y el Gobierno

Especialistas advierten que este discurso podría dejar sin su bastión principal al proyecto de la “4T”
David Martínez David Martínez Publicado el
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El Gobierno de la Ciudad de México ha denunciado que el Sistema de Transporte Colectivo (STC) padece de presuntos ataques, debido a los hechos “anormales” que han ocurrido en la red.

Sin embargo, especialistas señalan que este discurso puede ser contraproducente en materia política, ya que puede dar a entender a la ciudadanía que el sistema de transporte más importante de la capital no está en su control y se encuentra en riesgo.

De este modo, perjudica a Morena, el partido en el poder, en lugar de deslindarlo de sus responsabilidades en el sistema de transporte.

La acusación de sabotaje

El pasado 12 de enero, la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, anunció que la Guardia Nacional patrullará el Metro.

Esto, tras el choque de dos trenes el pasado 7 de enero en la Línea 3, que dejó como saldo la muerte de una joven de 18 años y 106 heridos.

La mandataria local argumentó que, el mismo día del choque de los trenes, hubo un problema en la Línea 3 en una zapata de un tren; al siguiente día, se tuvo un contratiempo en la Línea 8; y el 11 de enero, se registró un percance en la Línea 5 con una llanta lateral que fue revisada un día antes.

“Me permití hablar con el Presidente de la República y solicitarle la presencia de la Guardia Nacional en el Metro de la Ciudad de México”, declaró.

Posteriormente, el lunes 16 de enero, el director del Metro, Guillermo Calderón, informó que desde la entrada de la Guardia Nacional en el sistema se han detectado cuatro incidentes fuera de lo común e intencionales dentro del sistema, entre los que destacó la separación de dos vagones de un tren en la estación Polanco de la Línea 7.

El funcionario mencionó que lo ocurrido no tiene relación con el mantenimiento del STC al detallar cuáles fueron las anomalías que presentaba el vehículo.

“No se encontró el anillo de seguridad que sujeta al cilindro durante la revisión de las vías –una cosa de llamar la atención–, se encontró un tornillo flojo y otro degollado en la placa de seguridad que impide que salga el cilindro.

“Ambas situaciones provocaron la caída del cilindro y el desacoplamiento de los vagones, esas son las evidencias contundentes que encontramos. Y por supuesto, se le dio parte a la Fiscalía inmediatamente. Antes de hacer cualquier manipulación, la Fiscalía estuvo ahí hasta permitirnos el retiro de los vagones”, indicó.

Mientras que Claudia Sheinbaum aseguró que los sabotajes tienen un fin político.

El problema

La narrativa de sabotaje que ha manejado el Gobierno de la Ciudad de México es peligrosa porque, aunque busca deslindarse de las fallas en el Metro, demuestra que carece de control dentro de la red, dice José Perdomo Galicia, especialista en Derecho Administrativo de la Universidad La Salle.

“De ser así, el sabotaje es provocado por falta de capacidad para controlar las instalaciones que cinco millones de personas ocupan, y suena muy tétrico que el Gobierno local no tenga la capacidad de resguardarlo, esto no está nada bien”, comenta.

En consecuencia, considera que esta postura tiene repercusiones graves porque es un medio de transporte metropolitano que mueve a millones de personas a diario, que habitan en las 16 alcaldías de la ciudad y los municipios conurbados.

 “No les va a funcionar, no estamos hablando de dos o tres personas, o una colonia, o un sector social, estamos hablando de que en el Metro se involucran todos los sectores sociales de todas las colonias y los municipios conurbados.

“Entonces, la afectación no solo es a un grupo social, el discurso de sabotaje es dirigido a toda la población, que hace que todos los que usamos el Metro, vayamos pensando que existe riesgo porque está siendo saboteado y, de cualquier manera, es responsabilidad general de las autoridades”, comenta.

Perdomo Galicia señala que los efectos políticos podrían provocar que Morena, partido en el poder local y federal, pierda la Jefatura de Gobierno y las alcaldías en las elecciones de 2024.

“Es lo que quieren evitar, pero no responsabilizarse de lo que sucede los afecta, y la gente en la Ciudad de México es consciente y está informada. No creo que el discurso de sabotaje lo reciba muy bien la población por todo lo negativo que implica”, indica.

Guardia Nacional, injustificada

La presencia de la Guardia Nacional en el Metro de la capital no está justificada, ni para la protección ni para la prevención de riesgos, expresa Rubén Escobedo Cabello, académico de la Facultad de Estudios Superiores Acatlán de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

El especialista detalla que la Guardia Nacional tiene la facultad de proteger a la población de riesgos en seguridad; sin embargo, no está claro cuál es la actividad ilícita que se está cometiendo en el Metro.

“Si se cometiera un acto terrorista, ahí sí debe entrar la Guardia Nacional, pero antes de eso tendría que ser demostrado que ocurrió un hecho de esta naturaleza”, apunta.

La decisión, según comenta, tampoco se justifica desde el punto de vista de la prevención de riesgos, pues ésta debería ir enfocada a un tema estructural de la red y su infraestructura.

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