La actual integración de las cámaras de Senadores y Diputados destaca por ser la más incluyente y diversa de la historia, revela la investigadora Lorena Vázquez Correa en su estudio elaborado para la Dirección General de Análisis Legislativo del Instituto Belisario Domínguez (IBD) en la Cámara Alta.
Detalla que se registran, hasta el momento, 68 curules y 11 escaños de personas legisladoras pertenecientes a grupos en situación de vulnerabilidad, lo que garantiza espacios en el Congreso de la Unión para personas provenientes de pueblos originarios, comunidades afromexicanas, personas con discapacidad, de la diversidad sexual y migrantes.
Lorena Vázquez Correa señala que la conformación actual del Congreso de la Unión -en total 128 senadores y 500 diputados- se explica por las reformas y acciones afirmativas implementadas por el Poder Legislativo, el Instituto Nacional Electoral y el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.
Refiere que en la LXV Legislatura, el Congreso aprobó 78 decretos para favorecer a grupos en situación de vulnerabilidad, entre los que destacan la creación del fondo de pensiones para el bienestar de personas adultas mayores, el Registro Nacional de Obligaciones Alimentarias y la no prescripción de delitos sexuales (imprescriptibilidad).
Reducen las edades mínimas para ocupar cargos públicos
También se disminuyeron las edades requeridas para ocupar cargos públicos, pasando de 21 a 18 años en el caso de diputaciones federales y de 30 a 25 años para las secretarías de Estado, atendiendo de este modo el derecho de las juventudes a la democracia y la participación ciudadana.
En lo que respecta a las autoridades electorales, en 2024 el INE y el TEPJF aplicaron 63 acciones afirmativas para garantizar la inclusión de grupos en situación de vulnerabilidad en los cargos electivos legislativos federales, de las cuales 54 fueron para diputaciones y nueve para senadurías.
A todo lo anterior, se sumó la reciente aprobación de la reforma al artículo 2 constitucional en materia de pueblos originarios y comunidades afromexicanas, reafirmando que el Congreso de la Unión ha sido una Institución permeable al reconocimiento y promoción de los intereses de diversos sectores de la población históricamente excluidos y subrepresentados, concluye la investigación.