Continuidad versus reparación, aciertos y desaciertos de las campañas electorales de 2024

En el cierre de campañas, las fuerzas políticas del país redoblaron los esfuerzos para afianzar el voto a su favor. De la alianza oficialista destaca su mensaje de unidad y de las candidatas puntero la evolución para construir sus proyectos de nación
Karina Vargas Karina Vargas Publicado el
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En busca de mantener el poder de México en todos los niveles de gobierno, la alianza política que representa el proyecto de la Cuarta Transformación (4T), Sigamos Haciendo Historia, redobló esfuerzos en la recta final del periodo de campañas para afianzar los votos a su favor con la presencia de la candidata a la Presidencia de México, Claudia Sheinbaum Pardo, en los estados donde se disputarán las gubernaturas el próximo 2 de junio.

Bajo esta premisa, en los últimos días la tríada formada por Morena, Partido del Trabajo (PT) y Partido Verde Ecologista de México (PVEM) pregonó en Veracruz, Puebla, Morelos, Chiapas, Yucatán, Tabasco, Guanajuato y Jalisco el discurso que ha repetido durante el proceso electoral 2023-2024: Unidad para continuar y consolidar la transformación.

Hoy, 29 de mayo de 2024, a tan solo cuatro días de que se realice la elección más grande en la historia del país, la estrategia se despliega nuevamente, y por última vez, para defender la Ciudad de México, icónico bastión de la izquierda mexicana en cuyo centro se alza un gran campo de batalla, la Plaza de la Constitución.

Reporte Índigo se sumó a la ruta de cierre de campaña de la abanderada presidencial de Morena para evaluar de primera mano los ánimos que respaldan a la que podría convertirse en la primera mujer presidenta de México.

De acuerdo con la encuesta de Mitofsky, para la segunda mitad de mayo Sheinbaum Pardo se encontró a la cabeza de las preferencias con un 50.0 por ciento; seguida de Xóchitl Gálvez, la candidata de Fuerza y Corazón por México, con 27.4 por ciento; y de Jorge Álvarez Máynez, de Movimiento Ciudadano, con 10.4 por ciento. Aunque el diagnóstico es positivo para el oficialismo, la moneda continúa en el aire.

Gobernar con los principios de la 4T, la gran promesa

En los cinco días previos a su cierre definitivo de campaña, Claudia Sheinbaum mantuvo un último encuentro con actores de la sociedad civil y las horas restantes las dedicó a encabezar mítines en entidades clave para los futuros comicios. El sector que arropó a la morenista la mañana del viernes 24 de mayo en el Centro Cultural Indianilla de la CDMX fue el que formaron las comunidades intelectual, artística, científica y cultural, quienes por medio de un manifiesto firmado por más de 900 personas expresaron su confianza en que la exmandataria capitalina priorice la ciencia y el arte para el desarrollo del país.

Por la tarde, la candidata de Morena, PT y PVEM viajó a Naucalpan, municipio del Estado de México gobernado por el Partido Acción Nacional (PAN) para respaldar a Isaac Montoya, candidato a la presidencia municipal naucalpense. El encuentro en la Unidad Cuauhtémoc fue festivo, multitudinario y dio pie para que Sheinbaum Pardo refrendara su compromiso de gobernar bajo los principios de la 4T, “no mentir, no robar y no traicionar”.

El recorrido del 25 de mayo fue maratónico e inició en Xalapa, Veracruz, en donde Rocío Nahle, exsecretaria de Energía y hoy candidata a la gubernatura del estado, dio un discurso con motivo de su cierre de campaña frente a una concurrencia alegre, pero abrumada por las altas temperaturas que se registraron en la entidad.

Durante el periodo de promoción de las candidaturas a la Presidencia, la presentación de las propuestas por parte de las candidatas de Sigamos Haciendo Historia y Fuerza y Corazón por México se afinó. Foto: Especial

Posteriormente, habló la candidata presidencial, cuyo discurso fue similar a los actos previos y posteriores a ese encuentro: resaltar los logros de la administración federal; comprometerse a replicar los aciertos de su gestión al frente de la capital del país; y explicar que las únicas dos opciones por las cuales votar son en pro de la transformación o para que regrese la corrupción.

Además de enlistar sus propuestas de campaña en materia de salud, con las farmacias del bienestar; en materia de educación, con las construcción de nuevas preparatorias y la implementación de una beca universal para niñas y niños; y en materia social con el fortalecimiento de los programas sociales; así como convocar a cada asistente a reunir a diez personas para votar “todo Morena” el día de la elección. El final de cada evento se anuncia con la interpretación del Himno Nacional.

Después de Veracruz, las sedes de los mítines fueron Puebla y Cuernavaca, Morelos, en donde los anfitriones fueron Alejandro Armenta Mier, candidato a gobernador de Puebla por Sigamos Haciendo Historia; y Margarita González Saravia, quien busca la gubernatura de Morelos por la misma alianza.

Los días 26, 27 y 28 de mayo, los cierres de campaña a los que acudió Claudia Sheinbaum tuvieron lugar en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, con Eduardo Ramírez Aguilar; en Mérida, Yucatán, con Joaquín “Huacho” Díaz Domínguez; en Villahermosa, Tabasco, con Javier May; en León, Guanajuato, junto con Alma Alcaraz; y en Guadalajara, Jalisco, al lado de Claudia Delgadillo. Todos ellos son candidatos a la gubernatura del estado.

Momento clave para la política en México

No obstante que el proyecto que se coloca como el favorito en los estudios de opinión es el que promete honrar el legado del presidente Andrés Manuel López Obrador, la analista política y directora Ejecutiva del Observatorio Mexicano de la Crisis, Artemisa Montes Sylvan, cuestiona si la continuidad de los resultados obtenidos en el sexenio actual es deseable para atender causas como la violencia de género, flagelo latente en el país.

Esto al hacer un balance sobre el desarrollo de las campañas de un proceso sin precedentes en el que la pugna por dirigir el Estado mexicano se debate entre dos candidatas que representan un sistema político cuya estructura debe adaptarse a las exigencias y necesidades de las nuevas generaciones.

“Creo que es un momento político que puede marcar un parteaguas en la forma en la que se ha venido haciendo política en México, lo vimos en el 88 cuando hubo una movilización masiva hacia las urnas para tratar de hacer un cambio en el régimen, después eso dio paso a la estructura de partidos que tenemos ahora, cómo funcionan, y toda la estructura electoral en su conjunto. Lo que estas campañas nos mostraron es que ya hay un agotamiento de ese modelo de representación”, explica Montes Sylvan en entrevista.

Sin embargo, subraya la importancia de que la ciudadanía ejerza su derecho al voto como una vía para fortalecer los ejercicios democráticos en el territorio nacional y como un homenaje a la lucha por la que a partir de 1947 la mujer mexicana fue reconocida como sujeto de derecho para votar y ser votada.

Alianzas locales, estrategia clave

La gira de cierre de campaña de la candidata presidencial de Sigamos Haciendo Historia, Claudia Sheinbaum Pardo, mostró un mensaje de unidad y apoyo entre ella y las candidaturas estatales y municipales ante los miles de simpatizantes que acudieron a las distintas convocatorias; sin embargo, para la directora Ejecutiva del Observatorio Mexicano de la Crisis, Artemisa Montes Sylvan, este planteamiento responde principalmente a una estrategia para fortalecer el respaldo de las fuerzas políticas locales.

Lo anterior, al analizar el desarrollo de las campañas tanto de Sheinbaum Pardo como de Xóchitl Gálvez, quien representa a los partidos Acción Nacional, Revolucionario Institucional y de la Revolución Democrática.

“Algo que podemos distinguir entre las dos campañas ha sido la conexión con las fuerzas a nivel local, creo que a la alianza opositora les faltó mayor coordinación en lo local, mayor impulso a la candidatura presidencial desde las estructuras locales. Creo que se podía haber hecho mucho más trabajo en ese nivel. Finalmente lo que vimos del lado de Morena y sus aliados fue la movilización de estructuras a como estábamos acostumbrados desde los viejos años del PRI”, comenta.

La visita de Claudia Sheinbaum a lugares estratégicos de cara al 2 de junio responde a la necesidad de fortalecer la unidad con las bases municipales y estatales, un plan que la alianza oficialista entendió mejor que la oposición. Foto: Especial

En este sentido, explica que lo que particularmente Morena, PT y PVEM han realizado en las últimas semanas replica el modelo de campaña establecido por el priismo, el cual buscaba, mediante encuentros para que la población conociera a su candidato y que el candidato se familiariza con todo el país, era generar alianzas políticas con las élites estatales y municipales.

De este modo advierte que, posterior a las elecciones, habrá que observar si esas sociedades se mantienen a lo largo de la siguiente administración.

No es lo mismo cuando el gobierno central es muy fuerte, en donde hay una tendencia a mantener las alianzas como pasa en este sexenio, pues el presidente con sus niveles de aprobación y su propio desempeño y habilidad política le permitió amarrar todas esas alianzas desde lo estatal. Por primera vez se va a llevar la relación a la inversa, en donde la Presidencia no va a jalar a lo local, sino que se va a tener que apoyar de lo local. Y eso lo entendieron mejor en Morena, aunque un poco tarde”, detalla.

Advierte que los siguientes comicios también se distinguirá por la participación de electores que no pertenecen a estructuras políticas ni al denominado “voto duro”, debido al relevo generacional, lo que da la oportunidad de que se impulse una verdadera transformación del sistema político mexicano.

“Son generaciones que no crecieron con la idea del líder local que junta las firmas, que te lleva el día de la elección a votar, que está ahí cada seis o tres años. Votos que se den fueran de esas estructuras, es lo deseable, porque, en la medida que se da la transformación desde lo generacional, también van cambiando las agendas.

“Por ejemplo, la marcha del 8 de marzo, que es esencialmente de todas las generaciones, pero hay una gran cantidad de jóvenes que está pensando fuera de los cánones de la política que se hacía antes”, manifiesta.

Aciertos y descalabros, el balance de las campañas

Al hacer el balance de las campañas presidenciales, la analista política Artemisa Montes Sylvan afirma que las candidatas Claudia Sheinbaum Pardo y Xóchitl Gálvez afinaron su presencia, discurso y manera de presentar las propuestas a lo largo del periodo que inició el 1 de marzo pasado, de tal modo que la representante opositora condujo su proyecto bajo la premisa de recuperar lo perdido y la abanderada oficialista pasó de prometer continuidad a consolidar la transformación a través de construirle un segundo piso.

Sobre la presentación de ambas políticas, Montes Sylvan considera que Sheinbaum Pardo suavizó su imagen, desde el tono de voz hasta los colores de su vestimenta para proyectar una personalidad más cálida. En tanto que la exdelegada de Miguel Hidalgo moderó paulatinamente su vocabulario y la forma en cómo se dirige a la población.

De los tres debates públicos organizados por el INE, ninguno de los ejercicios funcionó para conocer las propuestas a fondo de cada candidatura, pero fueron una ventana para mostrar las personalidades de cada uno de los participantes. Foto: Especial

“Me parece que las dos candidatas de origen no tenían un mensaje muy claro, por un lado, por parte de Morena y sus aliados, era la continuidad, pero con modificaciones y sin saber como hacer el segundo piso; y, por el otro lado, primero arrancó con esta campaña de miedo y rechazo hasta convertirse en una campaña de restauración”, explica.

De los tres debates públicos organizados por el Instituto Nacional Electoral, la especialista considera que los ejercicios no funcionaron para conocer las propuestas a fondo de cada candidatura, pero fueron una ventana para mostrar las personalidades de cada uno de los participantes.

Sin agendas de género

En el contexto de que una mujer llegue al Ejecutivo federal después de más de 200 años de gobiernos elegidos democráticamente en México, Artemisa Montes lamenta que ninguna de las representantes de las dos grandes fuerzas políticas del país estén comprometidas con una agenda que vele por mejores condiciones para las mexicanas, más allá de vincular a este sector de la población con las tareas de cuidado.

“Aunque tenemos dos candidatas mujeres, ninguna trae una agenda de temas de mujeres que podamos identificar en sus plataformas o enarboladas por ellas mismas. Eso nos muestra también que, desde la perspectiva de género, hay un espectro y es que no todas las mujeres somos iguales. De hecho, en el tema de la continuidad del modelo, saldría perdiendo la agenda feminista porque hemos visto que en esta administración muchas veces hubo regresiones en materia de políticas públicas y del reconocimiento de reafirmación de derechos y de una vida libre de violencia”, señala.

De este modo, advierte que, aún teniendo dos candidatas, el debate sobre las problemáticas que atañen a las mujeres se invisibilizó, por lo que más allá de representar a una proporción poblacional, son la cara de un sistema político heredado de finales del siglo XX y fue hecho por y para hombres. “Ambas estructuras partidarias son masculinas y masculinizadas”.

Una idea mal ejecutada

Sobre la intención de Movimiento Ciudadano de convertirse en la tercera fuerza política del país y ganar más territorios de los que ya lidera en el norte del país con la ayuda de Jorge Álvarez Máynez como su candidato, la directora del Observatorio Mexicano de la Crisis, Artemisa Montes, opina que la estrategia es buena, pero la ejecución no fue la mejor.

“Hay una separación entre la idea de lo que podía haber sido y la ejecución. El candidato presidencial no tenía el nivel para ser un candidato presidencial, no es un líder natural, una persona conocida ni una trayectoria sobre la cual respaldar sus propuestas. Se ve que era una campaña de eslogan, es decir, hablaba de un Sistema de Cuidados, pero no entendía la naturaleza del tema, se quedó vacía. No eran más que slogans y una canción pegajosa”, precisa.

Sin embargo, advierte que el partido naranja sí podría mantener el registro a nivel federal y local, pero deberá hacer una profunda reflexión sobre su participación en el proceso electoral en curso.

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