Mientras en ambas cámaras del Congreso de la Unión los legisladores se comprometen a llevar a cabo acciones en favor del gremio de los médicos y les entregan reconocimientos por sus labores en favor del país y la población, en la realidad, los doctores y quienes buscan ejercer esta profesión, se desenvuelven en condiciones precarias.
En la Cámara de Diputados, desde el 2019, médicos residentes y distintas organizaciones civiles se han reunido en múltiples ocasiones con representantes de los partidos tanto oficialistas como de oposición para sacar adelante una legislación que efectivamente vele por sus derechos y atienda sus necesidades actuales.
Sin embargo, a la fecha, ninguna de las iniciativas presentadas en la materia ha llegado a buen puerto.
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“Cuando se trata de procesos burocráticos y legislativos nos hemos dado cuenta que contamos con una voz muy fuerte, la cual provoca que haya muchos interesados en apoyarnos, como se ha demostrado en múltiples ocasiones, pero de eso a que en verdad se den los cambios hay una gran diferencia”, dice Aaron Rico, representante nacional de la Asamblea Mexicana de Médicos Internos de Pregrado.
Otra muestra de pura buena voluntad de las autoridades para con los médicos mexicanos fue la entrega de la medalla Belisario Domínguez a los expertos en salud por su entrega durante la pandemia de COVID-19, acción que poco ayuda para mejorar el panorama que enfrentan diariamente.
Durante la crisis sanitaria, médicos de todo el país, salieron a las calles a marchar para que el gobierno les diera el material necesario para enfrentar la pandemia, tras dos años de trabajo incansable y con cientos de compañeros muertos por realizar su profesión, las condiciones no han mejorado.
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