Otis es considerado el huracán más destructivo de los últimos 10 años para el estado de Guerrero.

Llueve sobre mojado en Acapulco, a un año del paso de Otis, les pega el huracán John

Ante la falta de ayuda y apoyo por parte de los tres niveles de gobierno tras el paso de los huracanes Otis y John, los propios pobladores con la ayuda de diversas ONG tomaron la labor en sus manos y trabajan en la reconstrucción de sus hogares y comunidades.

El 25 de octubre se cumple un año del paso del huracán Otis en Acapulco y Coyuca de Benítez, teniendo como resultado el lamentable deceso y desaparición de decenas de personas, así como miles de millones de pesos en daños. Más recientemente, el paso del huracán John volvió a afectar el puerto, retardando las tareas de reconstrucción.

De acuerdo con la información del gobierno federal, Otis dejó un saldo de 47 personas fallecidas, 59 desaparecidas y daños materiales que se estiman entre los 76 mil millones y 117 mil millones de pesos, por lo que se promovieron diversas campañas de ayuda a Guerrero; sin embargo, la comunidad se sumó para poner su grano de arena en la reconstrucción de Acapulco.

¿Qué hizo el gobierno ante Otis?

Durante la conferencia matutina del pasado viernes 13 de septiembre, Ariadna Montiel, secretaria del Bienestar, informó que se han invertido poco más de 35 mil millones de pesos en la zona afectada por Otis y, con estos recursos, se implementaron medidas como:

  • Incluir 94 mil 12 nuevos derechohabientes a programas sociales
  • Beneficiar a 301 mil familias con dinero para reconstruir sus casas
  • Entregar 1.96 millones de despensas
  • Proveer 250 mil paquetes de enseres (refrigerador, estufa, colchón, vajilla, ventilador y licuadora)

Sin embargo, no es suficiente, de acuerdo con el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL) Guerrero es la segunda entidad más pobre de la república, con una población en pobreza del 22.2%, por lo que los daños generados por Otis impactan más profundamente en la población.

Ciudadanos se organizan para salir adelante

Afortunadamente la población se organizó a diferentes niveles: barrios, parroquias locales y organizaciones civiles. Entonces sumaron esfuerzos y plantearon otra forma de salir adelante en colectividad.

“Nosotros teníamos casa de madera y lámina. Lamentablemente, cuando llegó el huracán, como a eso de las 11 o 12, pues tuvimos que salir porque se estaba llevando prácticamente todo”, describió Manuel a Reporte Indigo cuando se le preguntó por la noche de Otis, quien especificó que él y su familia se vieron obligados a refugiarse en una iglesia.

En medio de los desastres naturales y ante las carencias de la población, múltiples parroquias e iglesias fungieron como refugios en los huracanes.

Tal es el caso de Construyendo AC., quien encontró el modo de vincular a líderes locales con una parroquia, una universidad y una constructora, ello para entregar 200 casas a damnificados por el huracán Otis.

Reporte Indigo recorrió la zona de Puerto Marqués y sus alrededores, lugar donde Construyendo concentró sus apoyos, y documentó la colaboración establecida en la localidad para ayudar a que más familias tengan un patrimonio después de la catástrofe.

Cristina Pilgram, presidenta de Construyendo, explicó a Reporte Indigo que su organización realizó diversos recorridos para saber dónde concentrar sus esfuerzos, pues las condiciones geográficas en la costa de Guerrero determinan el posible éxito en la construcción de viviendas, motivo por el que no intervinieron en Coyuca de Benítez.

Cristina Pilgram, Directora General en Construyendo Comunidades Integrales.

“Para comer, no había dónde comprar (alimentos), había que encargarlas. No tenía cómo trasladarme, no tenía dinero, no tenía nada. Hasta después que vinieron a regalar comida fue como sobrevivimos“, declaró Rosa, damnificada por el huracán Otis.

Además, las zonas de Puerto Marqués, Navidad y Mira Mar concentran mayor necesidad social, por lo que se optó por construir en esas zonas; además, para materializar el resultado, se solicitó que la familia beneficiada se vinculara con la obra.

Por su cuenta, Jorge Bello, ex delegado de la colonia Navidad, además de agradecer el trabajo de la Guardia Nacional (GN) por ayudar a la comunidad, fue parte del vínculo con la AC para que se pudiera iniciar con las tareas de construcción.

Del mismo modo, Marlene Contreras, gestora de la colonia Navidad, fue de las primeras en organizarse con los vecinos para poder despejar vialidades y comunicar las zonas apartadas con las urbes, ello para facilitar la ayuda a la gente que lo requiriera.

Marlene Contreras, damnificada y gestora de la colonia Navidad en Acapulco, Guerrero.

Asimismo, tanto la señora Contreras como Salvador Salmerón, sacerdote local, fueron las principales vías de vinculación con la gente para que inicien las tareas de construcción.

“Fue muy, muy desastroso. Los techos de las casas volaban completamente, las antenas y los árboles (también). No quedaba nada, fue tan rápido que no tuvimos tiempo de prepararnos psicológicamente”, agregó Graciela, una mujer adulta mayor que sobrevivió a Otis.

Respecto a los beneficiarios, ellos son responsables de tener en orden sus papeles de propiedad sobre el terreno y darle de comer a los trabajadores de la obra, así como colaborar con tareas mínimas relacionadas a la construcción.

Por otro lado, la Universidad Anáhuac envía grupos de voluntarios que ayudan con el colado o el repellado de las casas que se construyen, vinculando, de esta manera, a miembros de la comunidad con voluntarios de la Ciudad de México.

Huracán John complica la reconstrucción de Acapulco

Finalmente, están los estragos generados por el huracán John, los cuales crearon nuevas inundaciones y dejaron por lo menos 29 muertos. De acuerdo con testimonios de damnificados, algunas de las zonas afectadas aún estaban en proceso de reconstrucción, lo que significa un retroceso en la recuperación de Acapulco.

Se calcula que la reconstrucción de Acapulco tras el paso de los huracanes Otis y John supera apenas el 50 por ciento.

Sin embargo, tanto el gobierno local como el federal, así como las comunidades y organizaciones civiles como Construyendo ya dijeron que continuarán con las tareas de recuperación en las zonas de desastre; y, aunque aún no hay fechas certeras para saber cuándo se entregarán las 200 casas que prometieron, la AC sostiene que esperan terminar en 2025.