Abusos sin sanción

Los abusos de parte de los empleados de la Procuraduría General del Consumidor (Profeco) a empresarios del gremio gasolinero son una constante, reconoció el director General de Verificaciones de Combustibles, Tomás Manuel Sánchez Robles, en entrevista telefónica.

Paloma Robles Paloma Robles Publicado el
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Mangueras en el país se inmovilizaron tras la verificación
"No tenemos una queja fehaciente que nos pueda comprobar que un empresario gasolinero fue extorsionado o lo obligaron"
Tomás Sánchez RoblesTitular de Verificaciones de Combustibles de la Profeco
http://www.youtube.com/watch?v=cnV5d_DA5io

Los abusos de parte de los empleados de la Procuraduría General del Consumidor (Profeco) a empresarios del gremio gasolinero son una constante, reconoció el director General de Verificaciones de Combustibles, Tomás Manuel Sánchez Robles, en entrevista telefónica.

Cuestionado sobre la serie de irregularidades que denunciaron ante las cámaras de Reporte Indigo empresarios gasolineros y empresas dedicadas a la profesionalización del gremio, en las que acusaron que empleados de Profeco hostigaban sus negocios (véase Gasolineros vs Profeco), el funcionario admitió que el tema es parte de su agenda de trabajo.

“Hemos tomado cartas en el asunto para analizar, revisar y hemos estado removiendo personal que se ha sospechado que ha cometido algún tipo de abuso de autoridad”, respondió.

No obstante, al preguntarle sobre el número de personas que han sido cesadas por el caso mencionó que ninguno de los casos de empleados dados de baja obedeció a una acusación de abuso de autoridad o corrupción.

“Desgraciadamente no tenemos una queja fehaciente que nos pueda comprobar que un empresario gasolinero fue extorsionado o lo obligaron.  Sí nos han dado esos rumores y estamos haciendo investigación al respecto. Se ha rotado y se ha removido personal para detectar estos cotos que nos acusan de extorsión o chantaje”, apuntó el entrevistado.

Para el director General de Verificaciones de Combustibles es importante “el factor sorpresa” a la hora de que la Profeco interviene pues eso garantiza “el éxito de una verificación”.

Justifica que las verificaciones están “perfectamente bien fundamentadas por ley”, pero en cuanto al comportamiento de su personal reconoce que sí han tenido algunas quejas.

Sin embargo, en el gremio gasolinero aseguran que el protocolo de la Profeco ha cambiado y actúan al margen de la ley acudiendo a realizar las verificaciones en horarios fuera de oficina, sobre todo en las noches y las madrugadas. Además despliegan un ejército de personas que llegan sin presentar identificaciones.

El funcionario responde que los mayores abusos “se realizan en la noche”.

“Que de repente podemos juntarnos y llegar 40 personas a una gasolinera, pues sí”, afirma Sánchez Robles.

También exigió a los gasolineros que verifiquen que el personal que hace la revisión esté debidamente identificado en la orden de verificación, en la que se adjunta foto del empleado de Profeco y que va firmada por él.

A fin de “evitar esos abusos, o que se comporten de una manera ilegal o abusiva, o que los chantajeen los verificadores”.

En su lectura, “la Ley marca que el encargado de la gasolinera es el que está despachando, no un representante legal”. 

Para Sánchez Robles todo empleado de gasolinera debe estar capacitado para recibir verificaciones.

“Esa es una vil mentira que yo infrinja la Ley o la normatividad porque yo no espero a que llegue el representante legal. Ante la Ley el encargado es el que está despachando”.

Explicó que las verificaciones a gasolineras se hacen con base a las quejas de ciudadanos que se reciben en Profeco. Otra forma de verificación es por sorteo aleatorio.

“Si una gasolinera fue verificada en enero y se siguen acumulando las denuncias probablemente yo la revisaré hasta tres veces en el año.

“En Jalisco yo le puedo asegurar que no se ha revisado una sola gasolinera tres o cuatro veces como dice el reportaje”.

Concentran información 

Con la entrada de la nueva administración de Profeco a cargo de Alfredo Castillo Cervantes, las reglas en Profeco cambiaron y, tratándose de gasolineras, todo el control se concentró en la Ciudad de México.

Desde allá envían las órdenes de verificación de todo el país que son atendidas por 60 empleados, que también verifican plantas de gas y otros negocios ligados a energéticos.

Jalisco, Nuevo León y Distrito Federal concentran el mayor número de revisiones, pues en dichas entidades hay más estaciones de servicio.

En lo que va del año, 149 estaciones han sido verificadas en Jalisco. Y aunque algunos empresarios alegan que ha habido abusos por parte de Profeco, en las cifras de la dependencia quedó registrada que al menos 10 gasolineras se negaron a la verificación.

En todo México se han revisado alrededor de 2 mil 300 mangueras de gasolina. Los sellos de clausura fueron colocados en 423 máquinas despachadoras. 

Eso en la lectura de los gasolineros implica mala reputación, pues no en todos los casos la inmovilización se debió a robo de gasolina, y sin embargo esa es la percepción del cliente.

Cuestionado al respecto, el director General de Verificaciones en gasolineras reconoció que poner los sellos de un solo color sin explicar al cliente el porqué de la clausura es una tema que están trabajando en la Profeco.

Y ya se analiza hacer un nuevo catálogo de calcomanías a fin de que éstas correspondan a diferentes tipos de anomalías y la gasolinera no sea objeto de malos entendidos en sus clientes, pues el funcionario reconoce que sí se pude causar daño moral a las empresas.

Sánchez Robles justifica así: “Parte de esa etiquetota que ponemos es para que el empresario entienda y vea que también lo estamos exhibiendo, aunque no maliciosamente”.

Explica que por la misma razón el semáforo de verificación de gasolineras fue suspendido de la página de Profeco, pues la información era imprecisa y se prestaba a daño moral. Además de que no tenía ningún sustento legal.

Quejas vs. Profeco

Empresarios gasolineros consultados identifican siete anomalías en las que comunmente incurre Profeco:

No se identifican como verificadores de Profeco.

Llegan a deshoras (madrugada-noche) cuando no hay personal administrativo para atender la revisión.

Intervienen las máquinas y hacen prueba de jarras sin autorización.

Las jarras con las que hacen las pruebas de litros se encuentran en pésimas condiciones, no se tiene la certeza de que sean instrumentos debidamente calibrados.

Cuando realizan la lectura del combustible en la jarra, ésta se encuentra en movimiento y aún así realizan la lectura.

No explican las irregularidades en las que falló la empresa y sellan las máquinas despachadoras con un solo tipo de calcomanía que no explica por qué fue desactivado el equipo..

Profeco no se allega de testigos externos a la hora de hacer las verificaciones., toman como testigo al despachador, que muchas veces desconoce el procedimiento de verificación y las lecturas de las jarras.

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