Todos hemos probado alguna vez la miel de abejas. Ese sabor inconfundible de dulce néctar proveniente de las colmenas. Con el cual, además se crean productos para el mercado mexicano como propóleo, polen, jalea real, cera y jabones, entre otros más que arroja la apicultura nacional.
Estás cifras hablan por sí solas y dejan en claro que en el país existe un importante sector que vive de la apicultura, además de que la polinización es vital para sostener la siembra en México.
Solamente para la producción de aguacate, el 65 por ciento depende de la polinización de las abejas.
La producción anual de este fruto verde genera aproximadamente 40 mil millones de pesos, según manifiesta el documento “Contribución de la polinización a la agricultura mexicana: un costo escondido del uso de insecticidas”, realizado por El Colegio de la Frontera Sur (ECOSUR) y la Unión de Científicos Comprometidos con la Sociedad.
En este 20 de mayo, Día mundial de las abejas, el académico Rémy Vandame, quien pertenece a ECOSUR como investigador en ecología de abejas y ha estudiado a estos insectos por más de treinta años, conversó con Reporte Índigo para exaltar el enorme valor comercial, cultural y ecológico que tienen los insectos apoideos en México, siendo más de dos mil especies las que habitan el país.
De acuerdo con el experto, varias de estas abejas carecen de aguijón, como la Melipona beecheii, que solo es una de las 12 especies nativas que son utilizadas para la meliponicultura, una práctica que se remonta hasta antes de la llegada de la conquista española.
“Hay documentos, por ejemplo, el códice Tro-cortesiano, que relata el manejo de la Xunán Kab, como se le llama en maya yucateco a la abeja Melipona beecheii, de hace más o menos 400 años. Las abejas son un tesoro en Mesoamérica, un tesoro del patrimonio biocultural”, dice Vandame.
La cineasta Adriana Otero Puerto, quien dirigió el documental “¿Qué le pasó a las abejas?” y que hoy se estrena en la gira virtual de Ambulante, da su visión de cómo la apicultura en México se está viendo afectada al sur del país.
“Nosotros dependemos de las abejas, los alimentos dependen de eso y también hay una cuestión socioeconómica de las comunidades, para muchos de los apicultores es su único sustento y ahorita no tienen abejas ¿cómo van a producir?
“La exportación de la miel se ve también afectada porque ya tiene trazos transgénicos, entonces los compradores extranjeros ya no la quieren”, comparte la directora de cine.
Ella comenzó a grabar el testimonial junto a Robin Canul en octubre de 2016 para revelar el proceso de cómo en Hopelchén, Campeche, un grupo de apicultores mayas, vieron afectada su producción debido a los cultivos transgénicos y sus pesticidas, por lo que tuvieron que recurrir a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) para detener esta atrocidad.
María Colín, especialista en temas de bioseguridad y organismos genéticamente modificados en Greenpeace México, asegura que una de las promesas de campaña del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) fue detener la producción y siembra de transgénicos, pero hasta ahora no la ha cumplido.
“La declaración del presidente en cuanto a la prohibición de transgénicos en suelo mexicano es contradictoria, a pesar de que no están “permitidos” —esto solo por orden judicial y no por decreto del Ejecutivo– las siembras ilegales se mantienen”, detalla la experta en transgénicos.
El senador del PRI Jorge Carlos Ramírez Marín, se suma a la indignación subrayando que los legisladores tienen planeado en su agenda del siguiente periodo, erradicar completamente el uso de pesticidas en territorio mexicano, entre otras medidas en pro de los insectos mieleros.
“Hay por lo menos tres iniciativas diferentes para prohibir el uso de agroquímicos en los cultivos en México (…) pero definitivamente debe prohibirse su utilización por vía aérea, no es posible que se esparza ese veneno por el aire impunemente, así millones de abejas han sido exterminadas por los agricultores”, argumenta el funcionario público.