Agua pluvial, ¿la solución?
Mientras los Gobiernos estatal y federal se empeñan en construir presas y acueductos para abastecer de agua a la ZMG, expertos señalan los beneficios sociales y económicos de obligar a un diseño urbano sustentable
Jonathan ÁvilaEl tema del agua y su abastecimiento en la Zona Metropolitana de Guadalajara se han convertido en uno de los ejes principales de las políticas públicas de la presente administración, al tiempo que se intensifica el debate con expertos y sociedad civil a partir del conflicto por la creación de la presa y el acueducto El Zapotillo.
Por una lado, a mediados del mes de diciembre el gobernador del estado lamentó en conversación con la prensa local que existiera un conflicto legal sin posibilidad de acuerdo, lo que presentó como un riesgo al abastecimiento de agua potable en la capital de Jalisco.
Mientras que, el fin de semana pasado, el académico de la Universidad de Guadalajara y experto en temas de agua, Arturo Gleason Espíndola, anunció su postulación como candidato independiente por el distrito 13 de Guadalajara, para poner sobre la mesa los temas hídricos en el Legislativo local.
Desde su opinión, hay una regresión en las políticas públicas que han causado más afectaciones que soluciones para la ciudad.
“Esta cuenta regresiva donde el escenario más triste es que no podamos tener agua subterránea en los próximos 30 años también es una motivación muy fuerte para que yo pueda desde la legislación proponer leyes para que el ciclo del agua, ríos, manantiales sean protegidos, restaurados y conservados. Es lo que me gustaría hacer desde el Congreso (local)”, destacó Gleason en entrevista con el diario local NTR Guadalajara.
De acuerdo con datos del Instituto de Información Estadística y Geografía de Jalisco, en los últimos 21 años han crecido 12 mil 348.35 las hectáreas de invasión urbana que afecta a las zonas de recarga de acuíferos.
En 1993 estas zonas de invasión sumaban apenas 3 mil 202.34 y en 2014 pasaron a ser 15 mil 550.69 hectáreas. Sobre todo derivado del crecimiento inmobiliario en el poniente de la ZMG, en los límites entre Zapopan y Tlajomulco.
Acciones de ahorro
Repensar la ciudad desde un enfoque sustentable no es una moda discursiva, es una necesidad urgente para la sustentabilidad de las ciudades y el derecho humano al agua de sus habitantes, como lo señala la académica de la Universidad de Guadalajara, Alicia Torres Rodríguez, en su artículo “Infraestructura hidráulica en Guadalajara para el abastecimiento de agua potable: el caso de sustentabilidad en las galerías filtrantes de Guadalajara”.
En ese sentido, Arturo Gleason ha advertido del deficiente enfoque y habla de una nueva perspectiva sobre el agua en donde se demande menos agua y se planteen acciones de ahorro que contrarreste el desabasto. Uno de esos enfoque habla de la posibilidad de captar el agua de lluvia.
Esta propuesta tiene una doble solución, plantea no extraer el agua de los acuíferos invadidos por las zonas urbanas que hacen deficiente este tipo de estructuras naturales, y por otro abastece de agua a la metrópoli de una forma sustentable y eficiente.
La captación de agua pluvial se ha vuelto una política pública imperativa para los gobiernos, como coincidieron expertos a inicios de noviembre pasado en el Congreso Nacional de Sistemas de Captación de Agua de Lluvia, que se realizó en Guadalajara.
Calidad del agua a captar
Autoridades locales, como el director del Sistema Intermunicipal de los Servicios de Agua Potable y Alcantarillado (SIAPA), Aristeo Mejía, han indicado como un obstáculo para la implementación de estos sistemas el que se tenga que conocer primero la calidad del agua a captar.
“¿Qué calidad tiene el agua de lluvia cuando entra en Miravalle o en la Barranca (de Huentitán)? No lo sabemos. Para nosotros este es un primer paso que no solo ayudaría a la implementación de los sistemas sino para hacer una planeación hídrica consciente”, expresó Gleason durante el evento.
En los últimos años, el Gobierno del estado ha puesto sobre la mesa únicamente la construcción de presas y acueductos que lleven el agua de las zonas rurales a la metrópoli, como ocurriría con los proyectos de El Zapotillo y El Purgatorio. Que hace depender el abastecimiento de la cantidad de agua que puedan dotar los acuíferos.
Por ello es que los sistemas de captación se presentan como una alternativa para la restauración del ciclo del agua en Guadalajara. Pues la alternativa no es solo discurso, sino la intención de implementar sistemas de medición de calidad, que sería un inicio en el proceso de convertir el agua pluvial en pilar del tema a nivel local.
“Tenemos que partir de lo general a lo particular, creo que el tema del ciclo del agua, gestión y protección no es un tema totalmente posicionado ni en la ley federal, hay que considerar que los sistemas de captación de agua de lluvia son una alternativa muy puntual”, agregó el académico de la UdeG durante el congreso.
Agua de lluvia
En una primera fase, el programa de captación necesitaría este presupuesto, de acuerdo a sus defensores:
Sólo falta voluntad
Otro de los puntos a favor de los sistemas de captación es que su costo es de entre 10 mil y 15 mil pesos por instalación, un costo inferior y equilibrado en oposición a los 19 millones de pesos mensuales que actualmente cuesta la presa El Zapotillo, incluso detenida, como han señalado medios locales.
Además de que organizaciones sociales y expertos en agua han argumentado que el megaproyecto tendrá un costo total de 50 mil millones de pesos del erario.
En tanto que un arranque de programa de captación necesitaría, en una primera fase, la instalación de estos sistemas en 200 mil 800 casas, según ha dicho Arturo Gleason, mismas que requerirían de una inversión de alrededor de 15 mil pesos, es decir, una inversión total de 3 mil millones de pesos.
A pesar de que, como señala el director de la Comisión Estatal del Agua, Felipe Tito Lugo Arias, estos sistemas ya se implementan en municipios como Tapalpa y Mazamitla de forma rudimentaria, lo que argumentan los expertos es que no hace falta una asignación de recursos económicos sino la voluntad política de los Gobiernos estatales y municipales, así como el SIAPA.