Ir con prisas, correr de un lugar a otro y dormir hasta las dos o tres de la mañana es el ritmo de vida que ha tenido Kenya Cuevas desde el inicio de la emergencia sanitaria provocada por el COVID-19. La también directora de la Casa de las Muñecas Tiresias llega al albergue que ha dado refugio a mujeres trans que fueron echadas de los hoteles donde vivían tras la orden del gobierno de la CDMX de cerrarlos como medida de prevención ante el contagio.
Tras el cierre de hoteles en la Ciudad, los cuales eran hogares de trabajadoras sexuales, Kenya lamenta que las autoridades no hayan pensado en una medida alterna para ayudar a dicho sector de la población.
“Las expusieron a la calle sin darles una opción de dónde quedarse y no solo eso, sino que se hizo más fuerte el abandono por parte de las autoridades. A inicios de abril dieron un apoyo de mil pesos y nada más, no han vuelto a dar nada”, reclama.
Trabajadoras expuestas
Mientras recorre el albergue y acomoda los insumos que ha traído para las habitantes, Kenya explica que una trabajadora sexual se encuentra más expuesta durante la pandemia al ejercer su trabajo.
“Ser trabajadora sexual no es una decisión que se toma un día al despertar. Las mujeres que conozco que decidieron dedicarse a esto fue porque se les negaron otras oportunidades y tenían que encontrar un modo para sustentarse.
“Se tiene que entender que ellas viven al día y que no pueden parar pese a la pandemia porque no tienen otros recursos y a este gobierno no le importó, las dejó de lado”, menciona.
Para la activista es lamentable que el Estado no esté volteando a ver a las trabajadoras sexuales y no haya hecho un plan de seguridad para ellas, pues están saliendo aún sin hoteles, lo que implica el riesgo de cometer una falta administrativa.
“En el tema de salud también siguen fallando. Hay muchas compañeras que viven con VIH y no están siendo atendidas porque ahorita lo importante es solamente el COVID, por la pandemia se les ha olvidado que tenemos otras enfermedades que no pueden dejarse de lado ni ser desatendidas”, sostiene.
“Si el gobierno no hace nada por nosotras no vamos a esperarlo. Mi respuesta ante la pandemia fue atender, ir a dar alimentos a los puntos de trabajo sexual, llevar y repartir despensas, habilitamos el albergue para personas que salieron expulsadas de hoteles y así poder darles no sólo refugio, sino también acompañamiento para la reinserción social, económica y laboral, aquí se cubren sus necesidades como vivienda y vestimenta para que sepan que no están solas, que nos tenemos a nosotras”, sentencia.
Un alto a la violencia contra personas trans
Para priorizar el bienestar de la vida de las mujeres trans, Kenya hace hincapié en que, en cuanto al tema de procuración de justicia, se busquen lo más pronto posible las políticas públicas adecuadas para tipificar el delito de transfeminicidio, pues en la mayoría de los casos las autoridades catalogan a las víctimas como hombres y bajo el delito de homicidio.
“También se debe de reconocer la identidad de cada persona. Si tenemos los papeles correctos podemos ayudar a que tengan un mejor trabajo y no solo la opción del trabajo sexual”, específica.
Por su parte, Samuel Martínez recuerda que la labor del Estado es la procuración de los derechos, por ello la importancia de que en un crimen de odio se ponga especial atención al registro de orientación e identidad de la víctima.
“Se debe tener un compromiso en contra de investigaciones con prejuicios y contar ya con un sistema de información oficial, pues es fundamental para que los casos lleguen a un juez y se haga justicia.
“A la fecha no hay un trabajo institucional que actúe ante los crímenes de odio ni en la erradicación de los prejuicios en contra de la comunidad LGBTTTI+”, aclara.
El investigador de Letra S puntualiza la importancia de no pasar por alto las posibles medidas de prevención, pues entre enero y abril de este año han contabilizado 26 crímenes de odio.
Mientras que en materia de salud, Temístocles Villanueva, diputado presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Congreso de la CDMX, detalló que se buscará combatir la problemática de la discriminación contra la comunidad LGBTTTI+, sobre todo contra las mujeres trans.
“Si combatimos la discriminación podremos proteger a las mujeres trans que son las principales víctimas de las agresiones porque han decidido desafiar al patriarcado al no quedarse con el género asignado y al no aceptar los cánones impuestos por la sociedad”, declara.
Además, el diputado Villanueva, dijo que en coordinación con el gobierno local se seguirá trabajando para la apertura de la clínica de atención para personas trans.
Pese a las constantes agresiones en contra de la comunidad LGBTTTI+, Kenya espera que con la lucha y exigencia de una vida libre de violencia se pueda garantizar el bienestar de cada una de las mujeres trans que existen y resisten.
“Aquí estamos y aquí seguiremos peleando nuestro derecho a vivir y a ser, y mientras eso pasa que no se les olvide que nuestra venganza será ser felices”, finaliza.