A un año del 19-S, estos son los pendientes de la CDMX: especialistas
Además el patrimonio histórico también resultó afectado, pues el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) tiene catalogados tan sólo en la capital del país 50 edificios con riesgo alto de colapso, agregó el arquitecto
Indigo StaffA días de conmemorarse el primer aniversario hay cientos de edificios que deben demolerse por los graves daños que sufrieron; miles de negocios que están en incertidumbre después de enfrentar pérdidas de hasta el 80 por ciento; y miles de damnificados que aún no tienen un hogar e incluso tienen que pernoctar en la calle al perder todo su patrimonio. Además, la solidaridad de la ciudadanía que surgió durante los primeros días de la tragedia ya se apagó.
Según las estadísticas proporcionadas en el panel “19S: México a 365 días del terremoto”, realizado hoy por la Universidad La Salle, en la Ciudad de México existen 411 edificios con daños que tienen ser demolidos, de los cuales 80 son departamentales. También hay 983 catalogados de riesgo alto que deben ser reestructurados para reforzar las columnas, trabes y lozas que tiene el edificio; y cerca de mil 300 edificios en riesgo medio que necesitan reparaciones; además de otros más con riesgo bajo, es decir, con grietas o fallas de tipo estético.
Además el patrimonio histórico también resultó afectado, pues el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) tiene catalogados tan sólo en la capital del país 50 edificios con riesgo alto de colapso, agregó el arquitecto.
Ángel Méndez, especialista en economía, dijo en el panel que el sismo afectó los negocios de las zonas turísticas, artísticas y culturales que resultaron dañadas, como Xochimilco y la Condesa, ya que dejó de ir ante el miedo de que pudiera pasar algo más, lo que repercutió en que los negocios no tuvieran ventas y algunas perdieran su patrimonio, se tuvieran que mudar o se endeudaran.
Mientras que Emiliano Villavicencio, experto en psicología, dijo que a un año aún hay personas que acuden a consulta en busca de ayuda con síntomas de estrés postraumático y terrores nocturnos. Además, señaló que al paso de los días las personas se han ido acostumbrando a ver los edificios y se han ido desensibilizando.
Del sismo de 1985 al 2017, la reacción de los ciudadanos fue muy diferente y hubo avances en la capacidad de respuesta señalaron los expertos, pero aún hay pendientes como la burocracia que existe para los trámites de la reconstrucción y la falta transparencia en los recursos que se donaron. Catalogaron el tema de la reconstrucción como un balance positivo, no es satisfactorio.