Este año será crucial para la comunidad de mexicanos que viven en Estados Unidos.
La población migrante mostrará su músculo para dejar en claro que en este 2020 no permitirá que ningún gobierno pase por encima de sus derechos.
Los más de 38 millones de connacionales que viven en el país de las barras y las estrellas podrán ser contados en el censo 2020, participarán activamente en las próximas elecciones presidenciales de Estados Unidos y podrían definir una nueva reforma migratoria. En México, lucharán para tener una representación real y conseguir lugares en el Congreso.
Es por eso que el movimiento binacional Fuerza Migrante integrado por más de 70 asociaciones, líderes de opinión, intelectuales y activistas se prepara para hacerle frente a un año que será clave.
La estrategia es simple: la unidad. En un hecho histórico a finales del año pasado, liderazgos de todos los rincones de Estados Unidos se reunieron en el corazón de Nueva York, en un viejo rascacielos ubicado encima de la Grand Central Terminal.
“Estamos en el ombligo de la capital del mundo”, recordaron.
Después de dos días de trabajo se instaló el Consejo Binacional Fuerza Migrante, una estructura apartidista que buscará el empoderamiento de los migrantes en Estados Unidos y México.
El líder de la ofensiva es Jaime Lucero, un empresario textil que hace 44 años salió de Puebla para materializar el “sueño americano” y conseguir una mejor calidad de vida.
Su travesía la comenzó lavando platos y ahora lidera un movimiento que podría cambiar el rumbo de los mexicanos en ambos países.
Don Jaime, como lo conocen en la comunidad, se fijó la meta de recaudar 50 millones de dólares para financiar las actividades, proyectos y programas del Consejo Binacional; conseguir 10 millones de votos para las elecciones presidenciales del 3 de noviembre en Estados Unidos y lograr 10 millones de credenciales del Instituto Nacional Electoral (INE) para que los connacionales puedan participar activamente en los comicios venideros en México.
“Tenemos los números, tenemos la condiciones, tenemos un rompecabezas que armar. Yo hablo como empresario, ponerse metas más bajas es ser conformista, nosotros vamos por algo que de verdad nos motive para trabajar en conjunto y tener esa oportunidad de negociar con los gobiernos de cualquiera de los dos países con la seguridad de que van a escucharnos y considerar nuestras propuestas”, dice Don Jaime a Reporte Índigo.
El empresario y activista agrega que la conformación del Consejo Binacional surge por la urgencia de tener una voz conjunta para enfrentar las políticas xenófobas del presidente Donald Trump y para que sean reconocidos sus derechos civiles y políticos en México.
“En contraste con lo que escuchamos en este país, los migrantes mexicanos no somos una amenaza. Por el contrario, contribuimos desde hace más de dos siglos en la conformación de esta sociedad plural con nuestro trabajo, cultura, educación e historia.
“Tampoco somos una amenaza para nadie en México, hemos sido y somos motores de desarrollo nacional. Ha llegado el momento de que en Estados Unidos y México se nos reconozcan nuestros derechos humanos, civiles y políticos”, afirma.
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Poderío al otro lado de la frontera
Según cifras de la Curreny Population Survey (CPS) en Estados Unidos residían alrededor de 38.5 millones de personas de origen mexicano en el 2018.
De estas, 12.3 millones son personas nacidas en México y 26.2 millones son mexicanos de segunda y tercera generación, es decir personas nacidas en Estados Unidos pero con uno o ambos padres nacidos en territorio nacional.
La tercera parte, es decir el 32.8 por ciento de los migrantes mexicanos, cuenta con la ciudadanía estadounidense.
El poderío de los migrantes mexicanos en Estados Unidos se traduce en sus ingresos y las cantidades de dinero que mandan a sus familiares en México.
El reporte anual de Economía Multicultural elaborado por la Universidad de Georgia, revela que el poder adquisitivo de los mexicanos y méxico-estadounidenses fue de 881 mil millones de dólares en 2018, lo que representa el 57.2 por ciento del poder adquisitivo total de la población latina en Estados Unidos.
Por su parte el Banco de México informó que el monto total de las remesas durante los 11 primeros meses del 2019 fue de 32 mil 965 millones de dólares, un 7.43 por ciento mayor con respecto al año pasado.
Fuerza Migrante convocó a personalidades de las dos costas estadounidenses. Miguel Ángel Pérez, presidente del Consejo de Federaciones Mexicanos (Cofem) de Los Ángeles y uno de los líderes migrantes más importantes de la costa Oeste, urgió la necesidad de una nueva reforma migratoria para proteger a todos los connacionales ante la amenaza Trump.
“Se unieron dos costas. Esto es algo que no había sucedido en la historia de los migrantes mexicanos. Siempre los movimientos eran territoriales. Ayer se plantó una semilla muy grande para el futuro de nuestras comunidades”, comenta Miguel Pérez.
El 1 de julio del 2018, el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) se comprometió a defender a los migrantes mexicanos que radican en Estados Unidos y a mejorar las condiciones en el país para que la movilidad no sea provocada por necesidad.
En marzo del año pasado, el tabasqueño planteó que los consulados se convirtieran en procuradurías de la defensa de los migrantes. A un año de su gobierno, el 1 de diciembre del 2019, la promesa volvió a ser la misma, sin dar plazos o acciones a seguir.
“La prioridad es proteger a nuestros hermanos migrantes aquí en Estados Unidos. Se habló mucho de que los consulados se iban a convertir en centros de defensoría para nuestros hermanos indocumentados. Se dijo pero no hay ningún tipo de acción de las autoridades hasta este momento”, denuncia el presidente de Cofem.
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El derecho a votar y ser votado
La población de mexicanos que radica en Estados Unidos representa más del 10 por ciento de la población total del país del norte, pero su representación en el Congreso es mucho menor
En la Cámara de representantes 25 de los 435 congresistas tienen familiares de origen mexicano.
En México, la representación de los migrantes en el Congreso de la Unión todavía es menor pese a que esta población representa una cuarta parte de los mexicanos y la Constitución en su artículo 35 otorga el derecho de votar y ser votado.
En la actual legislatura solamente la diputada por Jalisco de Movimiento Ciudadano, Libier González Anaya, es migrante.
Desde hace un año, Fuerza Migrante solicitó al INE una Acción Afirmativa para que los mexicanos que viven en el exterior puedan tener una representación en el Congreso después de las elecciones intermedias de 2021 a través de 10 curules.
Al respecto el consejero electoral, Enrique Andrade, informó que en el órgano autónomo se encuentran analizando cuál es la mejor ruta para lograrlo.
“Vamos a ver cuál es la mejor ruta para hacer una propuesta de cómo hacer para que los partidos políticos presenten a los diputados migrantes para ser electos en 2021. Vamos bien, pero se necesita que la comunidad migrante lo pida de una manera más fuerte para que México pueda atender esa petición. Los derechos no se regalan, los derechos se ganan”, dijo el consejero.
Guadalupe Gómez es directivo de la Federación de Clubes Zacatecanos en el Sur de California, lleva 46 años como migrante y 26 trabajando para mejorar su comunidad.
En 2003 junto a otros líderes hizo historia, logró que el Congreso de Zacatecas modificara la Constitución local para poder tener dos diputaciones locales. Ya que existe casi el mismo número de zacatecanos en la entidad que en Estados Unidos.
“Los zacatecanos nos dimos cuenta hace muchos años que nadie nos va a atender, a pesar de que hemos contribuido en gran medida al desarrollo de nuestro estado.
Gudalupe dice estar listo para dar el paso a nivel federal, de unirse como líderes migrantes, con grupos empresariales y con la academia para alzar la voz y lograr los puestos de representación en el Congreso. Confía en que con Fuerza Migrante lo lograrán.
“Esta es la oportunidad que tiene México para recuperar a sus migrantes. Nos depende ver como aliados. Los migrantes podemos aportar mucho, no solo en lo económico. Podemos regresar a México para poner negocios, tenemos además mucha gente preparada que puede ayudar a mejorar la vida de todos”, dice.
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El poder de los sueños en Estados Unidos
Letty Herrera llegó a Estados Unidos proveniente de Oaxaca cuando apenas tenía 8 años. Ahora, con 22 años, es socióloga y trabaja para ayudar a su comunidad.
Sus estudios los logró gracias a la Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA por sus siglas en inglés), un programa impulsado por el presidente Barack Obama en 2012 que otorgó derechos a migrantes sin documentos (dreamers) que llegaron a Estados Unidos siendo niños.
Por DACA, Letty pudo obtener una beca de más de 30 mil dólares para pagar su universidad, accedió a un seguro médico y a un permiso para trabajar.
En septiembre del 2017 el sueño se convirtió en pesadilla, el presidente Donald Trump canceló el programa argumentando que era inconstitucional. Desde ese entonces muchos jueces federales han conseguido amparos y la Corte Suprema atrajo en noviembre pasado la resolución.
“Estamos en el limbo, no sabemos qué va a pasar. En noviembre la decisión se fue a la Corte Suprema, que tiene hasta junio para decidir. Tratamos de ser optimistas, creemos que van a votar a favor de DACA porque ha ayudado a muchas personas, la mayoría de los beneficiarios son personas que están en la escuela y trabajan, somos profesionistas y contamos con mucho apoyo”, comenta la joven dreamer.
Además de los derechos, DACA protege a los jóvenes migrantes de la deportación, es por eso que muchos de ellos se han organizado y apoyado a políticos demócratas para que velen por sus derechos, los defiendan de la amenaza de la política tolerancia cero de Trump y para que no consiga la reelección.
“Los jóvenes son el pilar de cada elección. Los hijos de padres migrantes están muy involucrados con los candidatos. También trabajan en organizaciones que impulsan el voto. El 2020 es un año muy importante porque vamos a elegir a un nuevo presidente que definirá no solo el futuro de la comunidad migrante, sino de la educación, salud, seguridad y del medio ambiente”, añade.
Ricardo Seco migró hace 8 años a Estados Unidos por su profesión, diseñador de modas. Actualmente es el único mexicano que presenta su colección en el Fashion Week en Nueva York.
El vivir en otro país y ser migrante transformó su manera de ver las cosas e hizo más profundas sus raíces con México.
“Uno deja su país, su familia, su comodidad para conseguir oportunidades más grandes. Siento que el haber venido me ha hecho estar más identificado con mis raíces. Aunque la identidad de mi marca siempre ha sido México, creo que se terminó de definir cuando yo salí de allá”, narra el diseñador de modas.
Ante los embates y amagues de Trump, Ricardo Seco considera que el mexicano debe de unirse más.
“Hay que contagiar la unidad. Lo que ha hecho este último gobierno de Estados Unidos es aprovecharse de esa estrategia de ‘divide y vencerás’. Es tiempo de sumar y dejar el ego de lado y decir con orgullo que somos mexicanos, todos somos una fuerza que puede hacer mucho aquí y allá”, agrega.
Del 10 al 12 de febrero, Seco presentará en el Fashion Week su colección “Fuerza Migrante, Fuerza Latina”, con la cual busca contagiar a miles de migrantes para que puedan tener voz y voto en este 2020.