2017, año letal para alcaldes y periodistas

La violencia no perdonó a alcaldes y periodistas durante 2017, para ambos bandos, este fue uno de los años más violentos de los últimos tiempos

Dos gremios son los que durante el 2017 resintieron más los incrementos de la violencia al ser blancos directos de la delincuencia, la que durante este año se registró como las más elevada en los últimos 20 años; el de los alcaldes y el de los periodista marcaron índices letales jamás vistos en las últimas décadas en nuestro país.

Sólo en lo que va de este sexenio, ya suman 29 los alcaldes que han sido asesinados, de los que nueve de ello ocurrieron en el trascurso de este año, en tanto que el índice de periodistas asesinados también en el 2017 rompió todas las marcas históricas al cerrar el periodo con 17 comunicadores ejecutados.

Los estados que durante el 2017 se convirtieron en los más letales para los alcaldes son Puebla, Veracruz, Oaxaca, Chiapas, Guerrero, Michoacán y Colima, mientras que para los comunicadores las entidades más mortíferas para su ejercicio fueron Guerrero, Veracruz, Tlaxcala, Baja California Sur, Chihuahua, Sinaloa, Michoacán, Puebla, Morelos, Jalisco, Baja California, Veracruz, Guanajuato, San Luis Potosí y Yucatán.

El homicidio más reciente de un alcalde fue el del presidente de Petatlán, Guerrero, casi en los límites con el estado de Michoacán, el que ocurrió el apenas el pasado 29 de diciembre, cuando la víctima Arturo Gómez Pérez, se encontraba departiendo en una pozolería, lugar al que llegó un comando armado para ejecutarlo a mansalva.

Por su parte, la más reciente ejecución de un comunicador fue la que ocurrió también el 29 de diciembre en el municipio de Progreso, del estado de Yucatán, en donde apareció cercenado y sin vida el fotoperiodista Luis Gonzalez Contreras, quien se encontraba desaparecido desde el pasado 19 de diciembre.

La muerte del alcalde Gómez Pérez fue repudiada por las tres organizaciones civiles que integran a todos los presientes municipales del país, pero la del periodista ni siquiera fue mencionad por las organizaciones defensoras de los derechos de los comunicadores, luego que ni siquiera se le ha querido reconocer su condición de comunicador social.

De acuerdo a la Asociación Nacional de Alcaldes, entre las razones que han hecho que el 2017 sea un año particularmente violento contra los alcaldes, se distingue el hecho de la falta de recursos para la seguridad de los propios ediles, así como el incremento de la presencia del crimen organizado y la permeabilidad de las estructuras municipales.

Por su parte, en el Mecanismo Federal de Protección a Personas Defensoras de los Derechos Humanos y Periodistas, de la Secretaría de Gobernación, sólo se ha reconocido el incremento de la violencia contra los comunicadores como una consecuencia directa del aumento generalizado de la violencia en todo el país, sin especificar causas concretas o generalizadas de las agresiones.

Un año complicado

En las cifras dadas a conocer por el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), que indican que hasta el 30 de noviembre de este año ya eran 23 mil 101 los homicidios dolosos registrados en todo el país, destacan los asesinatos de nueve alcaldes en funciones que murieron ejecutados.

El primero de los asesinatos de ediles durante este año ocurrió el 24 de enero, cuando en carretera Puebla-Huajuapan fue emboscado y asesinado el alcalde de Tepexco, Puebla, Antolín Vital Martínez, quien recibió al menos 3 impactos de bala por parte de un comando armado que identificado con una célula criminal de los Zetas.

La violencia contra los alcaldes se arreció casi hasta finales de este mismo año, cuando el 6 de octubre en el municipio de Paracho, Michoacán, un comando armado agredió al presidente municipal de esa localidad, Stalin Sánchez González, quien fue ejecutado frente a su domicilio por una célula del Cartel Jalisco Nueva Generación.

En el mismo mes de octubre, pero el día diez, en la Sierra Norte de Puebla, cerca de la comunidad de Zacapoaxtla, fue emboscado y ejecutado el alcalde de Huitzilan de Serdán, Manuel Hernández, quien recibió al menos siete disparos de cuatro armas distintas, presumiblemente accionadas por un comando armado al servicio del llamado Cartel del Totonacapan, un brazo de los Zetas.

También en el mismo mes de octubre, pero el día 20 sobre la autopista Manzanillo-Guadalajara, fue ejecutado el alcalde de Ixtlahuacán, Colima, Crispín Gutiérrez Moreno, quien fue emboscado por un célula criminal al servicio del Cartel Jalisco Nueva Generación, al parecer por negarse a las pretensiones del grupo criminal para asentarse en esa localidad.

Ya en el mes de noviembre, justo el día 20, fue ejecutado en el municipio de Hidalgotitlán, Veracruz, el alcalde de esa localidad José Santana Cruz Bahena, quien fue interceptado en un camino rural por un comando que vestía uniformes militares, el que fue identificado como una célula al servicio del Cartel del Golfo.

El 25 de noviembre, también en el estado de Veracruz, pero en el municipio de Ixhuatlán de Madero, fue ejecutado un grupo de cinco personas, entre ellas estaba el alcalde de esa localidad, Víctor Manuel Espinoza Tolentino, cuyo cuerpo recibió al menos 12 impactos de bala de grueso calibre, en un hecho que la Fiscalía General del Estado atribuyó a una célula del cartel de Los Zetas.

El pasado ocho de diciembre, el turno tocó a José Santos Hernández, el alcalde San Pedro El Alto, del estado de Oaxaca, quien fue asesinado frente a su familia, cuando fue interceptado en una carretera por un grupo armado que lo obligó a descender de su vehículo para pegarle un tiro en la cabeza, en hecho atribuidos a una célula del Cartel de Golfo.

El penúltimo alcalde ejecutado en el 2017 fue Sergio Antonio Zenteno Albores, edil de municipio de Bochil, Chiapas, quien pereció en un presunto asalto luego de ser seguido por dos asaltantes en motocicleta que pretendían arrebatarle más de un millón 200 mil pesos que había retirado del banco para el pago de la nómina.

Finalmente, la cuenta del 2017 en cuanto a ejecuciones de alcaldes, la cierra el presidente municipal de Petatlán, Guerrero, Arturo Gómez Pérez, quien fue ejecutado el 29 de diciembre pasado, cuando se encontraba en una pozolería, en hechos atribuibles a una célula ligada al cartel de La Nueva Familia Michoacana.

A los Periodistas no les fue Mejor

El 2017 también cierra como uno de los años más violentos para la prensa mexicana, al registrarte un total de 17 homicidios de comunicadores, la cifra más elevada de la que se tenga registro para un año en toda la historia de México; la mayor cantidad de asesinatos de periodistas se registró en el estado de Veracruz, en donde fueron ejecutados cuatro comunicadores.

De todos los periodistas asesinados en el 2017 solamente 11 de ellos han sido reconocidos por organizaciones defensoras de los derechos de periodistas como tales, cinco de ellos no aparecen en las listas oficiales de comunicadores ejecutados por discriminaciones hechas por las propias organizaciones o por las fiscalías estatales.

La cuenta fatal inició el 2 de marzo con la ejecución de Cecilio Pineda Birto en el estado de Guerrero, siguiendo después Ricardo Monlui Cabrera en el estado de Veracruz, el 19 de Marzo, Miroslava Breach en Chihuahua, el 23 de marzo, Maximino Rodríguez Palacios en Baja California Sur, el 14 de abril y Juan José Roldan en Tlaxcala, el 17 de abril.

El mes de mayo fue el más violento del 2017 para la presa mexicana, al contabilizarse cuatro ejecuciones en ese mes: Erik Bolio López en Puebla, el 1 de mayo, Filiberto Álvarez en Morelos el 2 de mayo, Jonathan Rodríguez Córdova en Jalisco, el 15 de mayo, y Javier Valdez Cárdenas en Sinaloa, también el mismo 15 de mayo.

A Salvador Adame Pardo del estado de Michoacán, lo encontraron ejecutado el 26 de Junio, Edwin Rivera Paz originario de Honduras que se había refugiado en México, lo asesinaron en Veracruz el 10 de julio, mientras que a Luciano Rivera periodista en Rosarito, Baja California, lo ejecutaron el 31 de julio.

La cuenta siguió el 22 de agosto, cuando en Veracruz fue asesinado Cándido Ríos Vásquez, en el municipio de Acayucan. Después siguió Juan Carlos Hernández Ríos, en el municipio de Yuriria, en el estado de Guanajuato, quien fue ejecutado el 5 de septiembre. A Edgar Daniel Esqueda Castro de la ciudad de San Luis Potosí, lo secuestraron y apareció asesinado el 6 de octubre pasado.

Cuando parecía que la cuenta fatal la cerraría el asesinato de Gumaro Pérez Aguilando, en Acayucan, Veracruz, quien fue ejecutado el 19 de diciembre, la violencia se volvió a hacer presente con el asesinato de Luis Gonzalez Contreras, quien apareció ejecutado en un basurero en el municipio de Progreso, en el estado de Yucatán, esto apenas el pasado 29 de diciembre.

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