Desde el 2008 el IMP advirtió que Dos Bocas era el peor lugar para colocar una refinería

Un estudio del Instituto Mexicano del Petróleo presentado hace más de una década señala que Paraíso, Tabasco, lugar donde se colocará la nueva refinería tenía el mayor riesgo comparado con otros seis lugares de la República
Eduardo Buendia Eduardo Buendia Publicado el
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Desde hace más de una década, el Instituto Mexicano del Petróleo (IMP) informó que Paraíso, Tabasco, sitio donde se va a construir la Refinería Dos Bocas, era el lugar con el mayor riesgo para su instalación.

Lo anterior fue revelado en noviembre de 2008 en el “Análisis de prefactibilidad ambiental y socioeconómico de diferentes sitios para la localización del proyecto de ampliación de capacidad de proceso del SNR (Sistema Nacional de Refinación)”, que elaboró el IMP.

En dicho estudio, el Instituto evaluó siete lugares del país donde podría edificarse una nueva refinería: Lázaro Cárdenas (Michoacán), Manzanillo (Colima), Minatitlán y Tuxpan (Veracruz), Salina Cruz (Oaxaca), Tula (Hidalgo) y Paraíso.

En la página 56 de este estudio, el análisis señala que “el municipio de Paraíso fue el que presentó mayor riesgo relacionado con la instalación de una nueva refinería, por lo que no es recomendable la elección de este sitio”.

Las advertencias del IMP indican que tanto en materia ambiental, como social o de infraestructura, se encontró la mayor cantidad de limitantes.

“Respecto al rubro ambiental, Paraíso presenta una problemática relacionada con el tipo de ecosistemas existentes en la región, los cuales contienen una amplia gama de especies protegidas o con estatus de peligro, principalmente relacionadas a pantanos, esteros o mangles. Esto fue constado durante la visita a sitio, ya que se observaron grandes extensiones de vegetación aparentemente originarias del lugar”, se lee en el documento.

Otro de los riesgos del lugar es el escaso nivel sobre el mar del terreno de la refinería, lo que pone a Paraíso en riesgo ante el potencial incremento del nivel del mar derivado del cambio climático.

La construcción del complejo energético que será operado por Pemex deberá enfrentar el reto de edificarlo en esa zona, pues otra problemática que destaca el estudio es “la falta de terrenos adecuados para la construcción, derivado de la propia naturaleza de la región, la cual consiste en lagunas y pantanos, con suelos arcillosos, que obligaría a realizar importantes obras para el acondicionamiento del terreno”.

Pese a estar irregularidades en el terreno y los riesgos medioambientales, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador inauguró el pasado dos de junio la obra de la refinería Dos Bocas.

Viabilidad socioeconómica, riesgo ambiental

En el estudio de Manifestación de Impacto Ambiental elaborado en este año por el IMP concluye que el proyecto de la Refinería Dos Bocas se considera una alternativa viable para impulsar el desarrollo económico y social en la región.

Sin embargo, el estudio sí reconoce afectaciones “moderadas” al medio ambiente aún cuando asegura que los equipos de combustión que conformarán el complejo petrolero cumplirán con las normas de emisión, eficiencia energética, seguridad en la operación y en el consumo de combustibles de bajo contenido de carbono.

En mayo pasado, Reporte Índigo hizo un recorrido por la zona de Dos Bocas, en donde se observó que parte del terreno que ocupará la refinería ya había sido desmontado (talado), las afectaciones a la flora y la fauna de ese territorio son desconocidas.

El capítulo 2 de la Manifestación de Impacto Ambiental señala que en el caso de este predio que fue talado, llamado Polígono 2, “perdió caso la totalidad de la cubierta vegetal”. Por esa razón, en enero pasado la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA) impuso una multa de 13.9 millones de pesos y condicionó a la reforestación de 82.8 hectáreas de mangle, a la empresa privada responsable de ocasionar este daño ecológico.

En el capítulo 4 del estudio, se indica el registro de 6 mil 246 individuos de 205 especies, las cuales se distribuyen en mamíferos, reptiles, anfibios y aves; la vegetación del terreno de Dos Bocas es refugio y fuente de alimentación de estas especies, por lo que resentirían la colocación de este complejo petrolero.

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