Si al tener sexo con un hombre te dedicas enteramente a estimular su pene no está mal, ya que es una de las partes más sensibles, pero sin duda, podría ser mejor, pues ellos tienen muchas zonas erógenas que en ocasiones pasamos por alto.
Para vivir una experiencia inolvidable, es recomendable acariciar, lamer, chupar e incluso morder levemente otras zonas llenas de terminaciones nerviosas, que te permitirán salir de la rutina y hacer que el “juego previo” esté lleno de placer.
¿Qué es una zona erógena?
Piensa en las veces que has tenido un beso realmente apasionado y lo que éste te hizo sentir en el momento, la excitación que te provocó, la sensación placentera que recorrió tu cuerpo: esto es lo que producen las zonas erógenas.
¿Por qué? Estas son partes del cuerpo que cuentan con una gran cantidad de terminaciones nerviosas, las cuales “por su sensibilidad provocan sensaciones de placer al ser estimuladas”, explican los Hospitales Sanitas.
Aunque debes tener en cuenta que la cantidad de excitación o sensaciones que se pueden llegar a sentir varían según cada persona, explica Rosa Navarro, sexóloga de Diversual, para el diario ABC.
“La respuesta sexual ante el contacto y estimulación de estas zonas puede tener una enorme variabilidad. Hay personas que tienen sus zonas erógenas muy acotadas a sus genitales, y otras para las que cada centímetro de su piel es erógeno”, explica para el portal.
Ana Blázquez, sexóloga, comentó en entrevista con Cuídate Plus, que las zonas erógenas se dividen en dos rubros:
- Primarias: son los genitales, es decir la vulva y clítoris, así como el glande, los testículos y el tronco del pene.
- Secundarias: zonas del cuerpo con mayor sensibilidad tal como orejas, pechos, pezones, cuello, nuca o las piernas.
“Cualquier punto de nuestra piel y órganos externos tiene la capacidad de provocarnos un estado de alta excitación”, explica la sexóloga Rosa Navarro para el diario ABC.
El juego, la exploración y el consentimiento son claves
Teniendo en cuenta que las zonas que para algunas personas son muy placenteras, para otras podrían no ser para nada agradables de estimular, es sumamente importante el autoconocimiento.
A través de la masturbación podrás conocer en qué zonas de tu cuerpo sientes mayor placer y comunicárselo a tu pareja, pero si ya están teniendo sexo, pueden descubrirlo juntos.
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Para ello, Rosa Navarro recomienda tomarse el tiempo necesario y “dejar un pequeño tiempo entre zona y zona, no pasar corriendo de una parte a otra”, por lo cual hacerlo con calma y relajados es importante.
Como en cualquier encuentro sexual, preguntar a tu pareja es una clave para conocer qué sí y qué no le gusta, con lo cual lograrás relaciones sexuales mucho más placenteras.
Este es el mapa del placer masculino y cómo estimular cada zona
¡Ahora sí, a lo que venimos! Para estimular a tu chico no debes hacer posiciones complicadas o tener juguetes sexuales (aunque si lo deseas puedes incluirlos), ya que para ello solo necesitarás tu boca, lengua y manos.
Boca y los labios
Esta es una de las partes más erógenas del cuerpo, ya que cuenta con demasiadas terminaciones nerviosas y, ¿quién no ha empezado un encuentro sexual luego de un beso apasionado?
Para ello, solo tienes que lamer, chupar e incluso, si lo deseas y tu pareja lo permite, morder ligeramente los labios, con lo que alcanzarás un buen grado de excitación, lo que puedes combinar con caricias.
Orejas, cuello y nuca
Los lóbulos y las orejas suelen ser zonas muy sensibles del cuerpo, por lo cual, para estimular esta zona bastará con acariciarla con tus manos y si tu pareja lo permite, también puedes utilizar tu boca.
Con besos y lamiendo ligeramente, puedes lograr que tu pareja se excite, además, en este proceso puedes decirle algunas frases o palabras que los ayuden a entrar en calor (aquí te decimos cómo puedes hablar “sucio” en la cama).
Ya que estás por la zona, también te recomendamos probar con algunas caricias sobre el cuello y la nuca de tu chico, las cuales puedes mezclar con besos o ligeros mordiscos.
El perineo
El perineo es una de las zonas con más terminaciones nerviosas, lo que la hace muy sensible. Ésta abarca el área que va del ano al escroto, es decir la bolsa externa que contiene los testículos.
Para estimularla, te recomendamos colocar lubricante en tus manos y pasar tus dedos de arriba hacia abajo por la zona; también puedes masajearlo con los pulgares, haciendo una forma de rombos.
Realizar este masaje en el perineo e incluso hacer ligera presión en la zona es útil, debido a que también es una manera de estimular la próstata o el “punto P” de los hombres sin necesidad de penetrar por el ano, lo que a muchos les resulta incómodo.
Los puntos “P” y el “R”
Si no tienen miedo a experimentar, podrían probar con la estimulación del “punto P”, el cual se encuentra situado en la próstata y tiene forma de nuez, para ubicarlo, se debe penetrar al hombre por el ano.
Si introduces un dedo podrás sentirlo a una profundidad de aproximadamente 5 centímetros, sabrás que llegaste porque sentirás una zona redondeada, al ingresar debes dar un ligero masaje.
Otro punto que puede ayudar con la excitación es el “R”, el cual es la línea de piel más oscura que se extiende desde la base del pene, pasa entre medio de los testículos, atraviesa el perineo y acaba en el ano, según con Men’s Health, para estimularlo, solo hay que pasar la punta de la lengua por esta parte.
Es muy importante que recuerdes que todo debe ser con consentimiento, por lo que antes de intentar cualquier tocamiento tienes que avisar y pedir permiso a tu pareja, así como asegurarte a lo largo del encuentro, que la otra persona está cómoda y realmente lo disfruta.