Zona Maco, un encuentro para la representación femenina

El trabajo de las mujeres resaltó durante el primer día de ‘Zona Maco. México Arte Contemporáneo’, el cual refleja la importancia de utilizar las artes plásticas como una herramienta política y de lucha social
Karina Corona Karina Corona Publicado el
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Las miradas y representaciones de las mujeres durante la Semana del Arte 2023 en “Zona Maco. México Arte Contemporáneo” tienen puntos en común: la libertad y la fuerza, mismos que a través de la pintura como disciplina principal se ven plasmados en la edición de este año.

Trazos fuertes, colores intensos y piezas de gran formato entran en diálogo, casi de forma natural, con cada una de las obras. Recorrer los pasillos de la exposición es caminar entre puentes que unen a los países invitados. Aquí no hay fronteras.

De un stand a otro se logra un viaje con rumbo a la mirada de Fatoş Irwen, una artista de Diyarbakir, Turquía; la experiencia visual se entrelaza con la visión de Janet Belloto, de Dubái, y se abre paso a las expresiones de otros territorios como Estados Unidos, Italia, Rumanía, Francia o Alemania.

Y es que esta edición, que se realizará del 8 al 12 de febrero, incluye la obra de 31 galerías representantes, de las que 17 son de artistas mujeres. Gran parte de los diálogos expuestos son una crítica social, política o sobre la violencia de género.

Todos esos mensajes, necesarios y oportunos, quizá pasen desapercibidos, pues la feria, al reunir una gran variedad de formatos artísticos y stands de comida y venta de otra clase de artículos para el hogar —hasta ropa que se vende en dólares—, se vuelve una especie de carrusel, en donde, incluso, si los asistentes no hablan inglés, podrían perderse un diálogo con la galería, el colectivo, o la o el mismo artista.

La edad de la gente que llegó a las 11:00 de la mañana al Centro Citibanamex, en el poniente de la Ciudad de México, oscilaba entre los 20 a 70 años de edad, muchos de ellos de origen extranjero, quienes se comunicaban en inglés y fueron los que se acercaron a preguntar los precios de las piezas.

Destaca que, en las primeras dos horas de haberse inaugurado Zona Maco, algunas de las galerías internacionales de arte moderno anunciaron que la mayoría de sus piezas ya habían sido apartadas o hasta compradas en dólares.

Sin embargo, ahí estaban las obras, como la de la antes mencionada Fatoş Irwen, una profesora de arte turca que estuvo tres años en prisión. A decir de Sandra, la chica que atiende la galería Zilberman, en Berlín, Alemania, la artista fue encarcelada por un tema político; de esta experiencia creó la serie “Bodies the Grow Purple Flowers”.

“A pesar de estar en la cárcel, jamás dejó de ser artista, eso no le impidió crear. El material fue su propio cabello o las cosas que le dieron mientras estuvo reclusa”, comenta la curadora.

Después de obtener su libertad, Fatoş continuó alimentando su producción, de la que se desprenden algunas de las piezas que se pueden ver en Zona Maco y representan lucha, justicia, poder y creencias. Acciones de activismo en tiempo real.

Las obras presentan a la artista con el pelo a la altura de los tobillos y, a pesar de la penumbra de la prisión, la artista sugiere que puede ser un espacio vivo, de creatividad. En sus palabras: “seguí las sombras creadas por el sol que penetraba en el patio de prisión, los rayos de luz en la pared, en el piso, y, a veces, aparecía como una grieta”.

Discurso nacional

Por otro lado, las piezas de la artista capitalina Sandra del Pilar, que se encuentran en la misma galería de Alemania, exponen la investigación que la creadora ha hecho en los últimos años sobre el malinchismo, término peyorativo que se aplica a una persona que prefiere lo extranjero sobre lo nacional.

La muestra que se exhibe en Zona Maco se titula “Escenas inéditas de la vida de Malitzin”, en donde se fusionan dibujos de códices con antiguas fotografías y elementos contemporáneos.

“Lo curioso de las piezas es que el fondo es la realidad y, en otra capa de la pintura, es lo que cada visitante pueda percibir, dependiendo desde la altura y punto donde mire el cuadro. Para hacer esta obra, la artista se fue a los registros oficiales para desarrollar su investigación sobre Malitzin y quitarle el símbolo de traición; ella trata de decir que no se ha contado la historia completa”, explica Sandra, quien también curó esta exhibición.

Alexia, una mujer que llegó de Sonora a la CDMX desde hace varios años, se encuentra en este stand para comprar una de las piezas de Sandra del Pilar y cuenta a Reporte Índigo que para ella ya es una tradición asistir a Zona Maco; no obstante, considera que este año reunieron a galerías más importantes.

“Subió mucho de nivel, de personas, patrocinadores, está impresionante. Me encantó la obra de Sandra porque habla de la historia de México y trae mucha información, que es lo que me encanta de las obras”, advierte al precisar que ya compró cinco piezas de otras galerías.

Crítica a las redes sociales

En un extremo del recinto se ubica la galería Anna Laudel, de Estambul, en donde se encuentra, quizá, una de las artistas más jóvenes de esta edición. Se trata de Lal Batman, de 21 años, quien llegó por primera vez a México para presentar su obra titulada “Lebenskunst”, que significa en español “Arte de vivir”.

Entre luces neón de color rosa y unas shuriken (estrella ninja) que atraviesan la pared del stand, la artista crítica cómo las redes sociales han impactado en la vida e intimidad de las personas.

“Esta exhibición surge de una investigación artística y psicológica, de cómo nos exponemos en las redes sociales. Pongo una especie de espejo en un rincón, que simboliza cuando la gente ‘stalkea’ a los demás. También utilizo navajas y shuriken con mensajes o comentarios que te hieren y me hieren”, señaló la artista en entrevista.

Lal considera que las redes sociales han invadido, incluso, los propios derechos y la libertad, esto último representado con una paloma pixelada.

“Ya no sabemos qué es lo real o lo irreal. Una pieza que me gusta mucho es ‘Musas del siglo XXI’, son autorretratos en donde me pongo algunos de los filtros más usados; esto revela cómo la imagen y la estética femenina ha cambiado por herramientas como el Photoshop y por estos filtros”, añadió.

La mirada fotográfica

Como parte de las propuestas visuales de Zona Maco, se encuentra la dedicada a la fotografía, en la que está la obra de Merve Morkoç, de la galería Match Art Project, proveniente de Beyoglu, Turquía.

La artista presenta la serie “Stuffed”, en donde utiliza el cuerpo femenino como lienzo para darle otra representación al incorporar globos, ya sea en la cabeza o en alguna otra área corporal.

Esta acción, platica Morkoç, la realiza con el fin de deformar la asimetría de los cuerpos y darles otra composición.

“Así se vuelven cuerpos no binarios, donde entra el surrealismo, una atmósfera onírica, para representar el cuerpo femenino de otra forma, una más abstracta”, expresa.

Arte en acción

El cubículo de RoFa Projects, dirigido por la venezolana Gabriela Rosso, presenta la muestra “Patrimonio Colonial de la Humanidad: La Visión de los Vencidos”, con obras de Eugenio Merino y Pierre Valls. En entrevista, explica que se trata de reflejar cómo a partir de la talavera se puede hacer una crítica social.

“Cada vasija representa un movimiento social que ocurrió en México, protestas y marchas como la de Ayotzinapa o sobre los feminicidios. Las exponemos boca abajo con el fin de cancelar las piezas de su utilidad original y así dar mayor importancia a la protesta; es la historia contada por los vencidos. Creemos en utilizar el arte como herramienta social”, apunta Rosso.

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