Un escupitajo de balas, el estreno de este viernes Redcon 1 (Apocalipsis Zombie), del director Chee Keong Cheung, es una larga travesía de un puñado de soldados entre una horda de muertos vivientes (zombies).
El doctor Julian Raynes fue quien creó el virus y ahora este grupo de militares debe acceder a una zona de cuarentena, en Inglaterra, para salvarlo y que se pueda crear una cura.
Y aunque el filme coreano Train to Busan (Yeon Sang-ho, 2016) consiguió las palmas de la crítica por su cadencia y guion, Redcon 1 se incorpora a la lista de películas que utilizan a los zombies como sparrings y como una oportunidad de presumir armas y disparos.
Diría Guillermo del Toro que la mayoría de zombies, en la actualidad, son ridículos y sin sentido, cuando nacieron a partir de una crítica social.
Zombies: Un subgénero de antaño
Es White Zombie (Victor Halperin, 1932) la primera película considerada de zombies, ya que recoge la experiencias del explorador William Buehler Seabrook, quien escribió acerca de la hechicería vudú en Haití.
Así, durante los siguientes años, varios filmes abordarían el tema de los muertos vivientes hasta que en 1966 se creó la más representativa hasta ahora dentro del subgénero: Night of the living dead, de George A. Romero.
Cineastas como este definirían en la posteridad que el zombie sirve como metáfora de los seres humanos del siglo XIX y su esclavitud a la posmodernidad y su hambre de consumo. Así como un motivo para develar los débiles valores de una sociedad egoísta en medio de un apocalipsis zombie.
Finalmente, otros más han resaltado lo político que surge a partir de los miedos mostrados por los personajes, como una referencia al racismo de las naciones y la militarización y al control gubernamental.
