La conductora Yolanda Andrade finalmente reapareció en redes sociales con un parche en su ojo. Previamente había dado a conocer que atravesó complicaciones de salud.
A través de un video publicado en su cuenta de Instagram, en el que apareció en compañía de Montserrat Oliver, agradeció a todas las personas que se preocuparon por su salud.
También aprovechó para aclarar que su problema fue “en la cabeza”, pero no dio más información. Aún así, antes ya había informado que su problema se trataba de un aneurisma.
“Tuve un problema en la cabeza y ahorita por las luces y todo tengo que tener mi parche y unos lentes”, explicó Andrade.
“Quiero aprovechar este momento a toda la gente que me ha hablado, que ha pensado en mí, con todo mi corazón darles las gracias; me falta vocabulario porque gracias es poco”, agregó.
Yolanda Andrade de regreso a Monse & Joe,🙀 mediante una transmisión desde el estudio de grabación se ve a la actriz acompañada de Monserrat Oliver aún convaleciente con un parche en el ojo bastante mejorada y una actitud positiva, recibiendo mensajes de aliento de sus seguidores pic.twitter.com/EcfUg348E8
— Susanita tiene un raton (@PosaTres) May 25, 2023
¿Qué le pasó a Yolanda Andrade?
A principios de este mes, la conductora compartió que había sido hospitalizada a consecuencia de un aneurisma.
Además, la mujer provocó la preocupación de sus miles de seguidores. Esto, luego de que publicó en redes sociales algo muy parecido a un adiós. “Me despido por lo pronto, regreso al 100”.
Ahora con su reaparición, Montserrat Oliver le deseó una recuperación óptima. También compartieron que ese día la actriz había comido únicamente una quesadilla. Además, mostraron un San Benito y una Virgen de Guadalupe, que usaban como protección.
Cabe recordar que, según información de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, un aneurisma es una zona débil en la pared de un vaso sanguíneo que provoca que éste sobresalga o se abombe.
También es importante explicar que los aneurismas son relativamente comunes. El organismo estadounidense señala que una de cada cincuenta personas tiene uno en el cerebro; sin embargo, son pocos los que provocan síntomas o se rompen.
