Portando ropas típicas de su natal Oaxaca, donde destacan unos aretes con diseño único —del lado derecho pende un diminuto lápiz que sí pinta y en la izquierda una libretita con hojas— así se presenta Yásnaya Elena Aguilar ante Reporte Índigo para platicar acerca de cómo es que la llamada cuarta Transformación (4T) ha fallado en impulsar políticas correctas para preservar las lenguas originarias de México.
La activista observa que las malas prácticas por erradicar estos idiomas siguen latentes y no hay mecanismos que incentiven o ayuden a que los mexicanos puedan aprender náhuatl, mixe, tzotzil, y más idiomas del país, pese a que ya existe la Ley General de Derechos Lingüísticos de los Pueblos Indígenas que se publicó el 13 de marzo de 2003, la cual debería marcar una diferencia.
Recientemente, la también escritora y traductora se presentó en el HAY Festival de Querétaro para conversar con las periodistas Emma Graham-Harrison, Marta Peirano y Ana País. Durante el encuentro hicieron latente cómo es que el internet puede ser una herramienta para seguir concientizando acerca de estos problemas de lenguaje.
Otra preocupación de Aguilar es que poco a poco hay una mayor opacidad por parte del gobierno hacia las entidades que deberían respetar y velar por estos idiomas, porque no cuenta con el presupuesto necesario para ejercer sus funciones; incluso, a veces, pareciera que están por desaparecer.
“A la política pública actual no le importa en absoluto, yo le he estado dando seguimiento a esto, sobre las lenguas indígenas, y están medio desapareciendo al Instituto Nacional de Lenguas Indígenas, el recorte de presupuesto es claro, se ve dónde el Estado pone el dinero, o sea, van por la refinería de Dos Bocas y el modelo fósil, no en las lenguas”, subraya la activista.
¿Los morenos están de moda? Responde Yásnaya Elena Aguilar
Los reclamos sociales que se han venido dando en años recientes en busca de una mayor inclusión de personas de piel morena, tanto en producciones audiovisuales, como en comerciales y revistas, parecen indicar que este grupo poblacional en México está de moda.
Yásnaya Elena Aguilar no sabe si esto realmente sea así, ya que ella apunta a uno de los presidentes claves de México, Benito Juárez; además indica que más del 70 por ciento de la población es morena, por lo que tal vez más allá de que sea una tendencia, es sabernos identificados porque, al fin, hay un discurso de inclusión, después de que no había propiamente una punta de lanza que sirviera para este propósito.
“Es difícil, porque yo puedo negar que salir en la portada de Vogue, por ejemplo, va a provocar un cambio, va a tener un efecto sobre niñas concretas que son morenas y que puedan verse en esos espejos que son los que ve el mundo y dice cómo debe ser, el problema es que nada más exista ese espacio de reconocimiento”, expresa la también activista virtual.
La escritora hace hincapié en no sólo quedarse con el lado superficial de quienes pueden tener un poder o escaparate con la sociedad, sino que se generen nuevos espacios de diálogo y que estos mantengan una visibilidad constante de los temas que realmente importan.
“Decíamos con una amiga ‘no solo quiero salir en la portada de Vogue, quiero tener el dinero para hacer mi propia revista’, es decir, las condiciones materiales que hacen que tú me incluyas a mi, hay una direccionalidad, en cambio si hubiera una diversidad sustantiva, yo tendría mi revista y yo diría si quiero poner una modelo blanca en portada o no, pero la direccionalidad de quien incluye implica una relación de poder, entonces es difícil; no voy a negar la importancia de la representatividad, pero no solo quiero ganar el Oscar, quiero tener mis propios premios”, reflexiona.
Cambio no, emergencia climática sí
A Yásnaya Elena Aguilar no le gusta hablar del cambio climático, pero sí de la emergencia climática que vive el planeta. Para ella, México está yendo a la inversa para poder ayudar y poner de su parte en esto a futuro, porque el gobierno federal tiene la idea anquilosada de seguir explotando los combustibles fósiles.
“Hay una realidad política que instancia las cosas, en el caso de México lo que tendría que hacer es un cambio radical en la política energética, porque uno de los grandes problemas que están generando los gases que están calentando al planeta son los combustibles fósiles, el petróleo, el gas y el carbono, la gran apuesta de la 4T”, considera.
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