El gran día llegó. La Luna se interpuso entre la Tierra y Sol y apagó su luz. Algunas zonas de México se oscurecieron por completo mientras otros solo parcialmente, lo que sí pasó en todas, fue la emoción de la gente al saber que ahora son parte de la historia, testigos de un hecho que no ocurrirá en el país, sino hasta 2052.
Las calles y las playas de Mazatlán, Sinaloa, fueron tomadas por locales y turistas, quienes se reunieron en el mejor punto para disfrutar del llamado “eclipse mexicano”; en la capital del país diversas instituciones, como la UNAM, el IPN y la Sociedad Astronómica de México, ofrecieron varias actividades para que la gente disfrutara de este evento astronómico.