Más de 170 mil personas formaron parte de la 41 Marcha del Orgullo LGBTTI+ de la Ciudad de México. Los colores invadieron la capital para celebrar las batallas ganadas, pero también para seguir exigiendo los pendientes que tiene la sociedad con una comunidad estigmatizada y discriminada.
A una semana del evento, activistas se reunieron para plantearse cuáles son los retos a vencer, criticando la aparente apropiación de la festividad por las marcas, a las que les exigieron que su apoyo se vea todo el año con acciones concretas. Además, consideraron que son necesarias medidas de seguridad.
“Puede ser muy padre ver a tantas marcas sumadas, pero a menos de que hagan algo el resto del año, su apoyo se vuelve un disfraz”, comentó el escritor Joserra Zúñiga, quien moderó una mesa organizada por la plataforma digital GPS Gay.
Este año, fue la primera vez que Magdalena Rodríguez, directora de GPS Gay, vivió una marcha del Orgullo en la Ciudad de México, ya que ella es de Uruguay. Dice que le sorprendió la alegría de los mexicanos. “En ningún momento sentí miedo. Era un ambiente de alegría, de fiesta y de reivindicación”.
La activista pide no olvidar la esencia de la marcha, que es la lucha por los derechos LGBTTI+, por un tema de inclusión social y laboral.
Asegura que, a su parecer, en Latinoamérica aún hay miedo por parte de las personas, pues sienten cobardía a expresarse libremente.
“Uno tiene que sentirse orgulloso de quien es, no tenemos que escondernos, y la única forma de lograr este tipo de cambios sociales es por medio de iniciativas así. Antes, las mujeres no podían votar y gracias a que empezaron a manifestarse, hoy tiene igualdad de derechos, las minorías tienen que seguir esta lucha”, deseó Rodríguez.
La deuda con los Trans
El drag queen Roberto Cabral pidió no olvidar a las primeras personas que decidieron hace 41 años, en México, salir a las calles a exigir sus derechos, porque por ellos actualmente la comunidad LGBTTI+ puede tomarse de la mano o darse un beso en el metro.
En estos 41 años de lucha, dijo Jaime Morales Beltrán, subsecretario de Derechos Humanos de la Ciudad de México, se han logrado cambios en la percepción de la diversidad sexual y de género, porque quienes antes eran estigmatizados en tanto eran percibidos diferentes, han ido ganando poco a poco un espacio más digno en el imaginario colectivo.
“Aunque estas modificaciones no se han concretado del todo y quedan todavía muchos temas pendientes por trabajar, lo cierto es que las personas LGBTTI+ hemos avanzado en la reivindicación de nuestros derechos, gracias en gran medida a la visibilización que hemos conseguido en los espacios públicos”, aseguró el funcionario.
Para ellos, esto es el trabajo de 41 años de personas que perdieron la vida, que estuvieron al frente y que en su gran mayoría fueron trans, que en aquel entonces se les decía vestidas, pero que fueron las que dieron la cara y la vida; sin embargo, la lucha sigue.
Zoe Joffre, una mujer trans que colabora con It Gets Better México, opinó que aún existe una deuda con los trans, porque siguen siendo discriminados y violentados, por lo que les pide a las empresa son sólo ser aliadas, sino brindar oportunidades para este sector de la población, porque la inclusión es todos los días.
Recuperar la marcha de la comunidad LGBTTI+
Aunque Joffre no pudo participar en la marcha de la Ciudad de México, dijo que desde mayo trató de organizarse con el comité, pero se dio cuenta que había más de uno, y cada vez salían más. Opinó que si bien el evento es de todos, no todos tienen derecho de hacer lo que quieran.
“Creo que hemos desvirtuado mucho la marcha, la hemos hecho súper política, sale un partido y dice que es el mero bueno con la diversidad, pero también salen otras campañas. Al final del día no tenemos ley de identidad de género en el país y la población trans se está muriendo todos los días, porque no hay acceso a la salud”, señaló Zoe.
También criticó la apropiación que las marcas hacen de esta festividad, donde aparecen “papas LGBT”, “papel LGBT”, pero no ve a personas de la comunidad desarrollándose.
“El siguiente año todos los comités podrían trabajar en conjunto para acercarse con las autoridades y empresas, buscar mejores oportunidades de desarrollo para nosotros”, mencionó la activista.
Por su parte, Jorge Díaz, coordinador de asesores en el Senado de la República, pidió al gobierno de la Ciudad de México que hubiera en la marcha vallas, para que la gente no se cruce y así lograr un evento más manejable.
Ante las solicitudes de las vallas y de un evento menos politizado, el subsecretario de Derechos Humanos de la Ciudad de México aseguró que la marcha es ciudadana y las personas que se han apoderado de ella han tenido una serie de acciones que han impedido que se pueda coordinar de otra manera.
“El gobierno de la Ciudad hizo lo que correspondía ofreciendo seguridad, pero por instrucciones permitó que la marcha fluyera conforme a los ciudadanos que la han organizado durante 41 años. Hay muchos intereses y creo que todas nosotras deberíamos de recuperar nuestra marcha”, dijo el funcionario capitalino.