Una voz más fuerte y revolucionaria retumba de la cantante y bajista Mad Kat, junto con la potencia de la batería de Boris Rodríguez, integrantes de la banda colombiana XinniX, ellos toman como eje los géneros rock, punk y metal para crear su sonido que hace frente a las marchas, protestas, así como las crisis políticas y sociales que están pasando recientemente en Colombia.
Para los integrante de la agrupación que surgió en Bogotá en 2018, las protestas en contra de su actual presidente, Iván Duque, las exigencias de una reforma policial y un Estado más solidario, además de los estragos causados por la pandemia, que hundió en la pobreza a 42 por ciento de los 50 millones de habitantes, era necesario abordarlas desde su música pues, finalmente, el rock es contestatario y sinónimo de lucha y rebelión.
“Eso se ve con la canción ‘El Circo’, que es parte de la primera producción y retrata de una manera jocosa todas las cosas absurdas que han sucedido en el gobierno. Luego ‘Desolación’, en donde están los sentimientos que genera esta situación política, la corrupción es muy fuerte en Colombia; de hecho, hay un dicho de que la única forma que uno puede entrar al gobierno es acudiendo a la corrupción”, explica Boris a Reporte Índigo.
Kat y Boris explican que ahora están más inmiscuidos en las marchas y actividades de la primera línea de lucha, no solamente para poderlo plasmar en su música, con esto también marcan su tendencia, su forma de pensar y reaccionar ante todas las injusticias que surgen en Colombia. Hacen de la música su bandera de protesta.
A pesar de que pudieron solventarse económicamente durante la pandemia, fue un golpe duro a nivel emocional, sentimiento que se verá reflejado en su nueva producción homónima, XinniX, en la que precisamente plasmarán, con un sonido más denso y fuerte lo que les ha tocado vivir en estos meses.
“El movimiento que se está alzando en contra del gobierno y la corrupción colombiana cada vez está más grande, nos estamos uniendo mucho más y definitivamente todos tenemos que estar inmiscuidos en esto si queremos que se logre algún cambio. Es hacer una denuncia de las cosas que ocurren de una forma demasiado descarada, nos toca unirnos a todos y sacar la música, el sentimiento y el país adelante”, relata Kat.
Boris agrega que, por ejemplo, en Colombia se les llama “gente de bien”, a la sociedad pudiente, quienes son los que han disparado a los indígenas. Estos hechos, sin duda, los marcan y lastiman, por ello la importancia de pronunciarse en contra.
Una revolución interna para Colombia y Xinnix
Aparte del corte político, la banda XinniX también está pasando por una revolución interna como consecuencia de todo lo que se está suscitando en el país sudamericano. De acuerdo con Kat, va a ser un tema recurrente, desde una introspección para poder proyectar lo que realmente son al mundo, a incluso ser más hippies.
“El sonido de Xinnix ha ido variando, nosotros empezamos en el 2018 y en la actualidad ha tenido una evolución bastante grande, no solamente en sonido y concepto, sino en todos los pedales y aparatos que hemos usado. Al principio era algo ecléctico, pasábamos por todo tipo de géneros, blues, punk, rock y las canciones eran muy dinámicas en diferentes géneros, pero ahora ya lo estamos consolidando como un sonido más denso y más pesado”, platica Kat.
“Aunque somos rockeros y metaleros, ambos tenemos influencias muy distintas, Boris del jazz y folclor y yo por el pop y la música electrónica, unir todo eso y dejarnos permear en todo ha hecho que Xinnix fluya de manera orgánica”.
Durante estos tres años de carrera han logrado que, como banda, puedan proyectar las emociones escondidas de los humanos y sus bajas pasiones.
Para el baterista, se trata de una situación que les está pasando, en general, a muchas bandas, quienes, al no tener grandes giras o shows, comenzaron a plasmar en sus videos hechos en casa, reflexiones sobre la situación. Fue el caso de la agrupación Sepultura que denunció la quema forestal en el Amazonas.
“Es un momento donde nos detuvimos un poco, en medio del encierro, para pensar qué estamos haciendo como sociedad. Nosotros, por ejemplo, lo pronunciamos desde nuestro nombre, queremos cantarle a las bajas pasiones humanas, porque Nix es la diosa griega de las bajas pasiones, y no sólo relatar esto en torno al amor, sentimientos que no se hablan tan frecuentemente como la obsesión y la lujuria, sino que agrandar eso hacia otros ámbitos”, aclara Boris.
Recientemente lanzaron el video del sencillo “Quédate”, el cual habla de las relaciones tóxicas que traen sufrimiento, pero que por alguna razón se vuelven obsesiones y, a pesar de ello, se lucha para mantenerse allí, aunque, al final, hagan daño.
La historia, cuenta Kat, salió de un amigo cercano a ellos, pero que, así como le pasó a él, se puede tratar de una historia que les puede pasar a todos en mayor o menor medida y que puede permear en varios aspectos de la vida.
Además, actualmente se encuentran trabajando las maquetas de las canciones en el estudio, las cuales contarán con más mezclas, contrastes y sonidos con los que no habían experimentado.
“El primer disco iba por todo tipo de sensaciones, este será de altos y bajos, de cosas pesadas, íntimas e introspectivas. Se hará un tema acústico, y estará permeado por sonidos diferentes como la salsa, inspirado en Héctor Lavoe, pero metalero. La pandemia nos dio tiempo de pensar sobre las cosas que no habíamos hecho bien en la banda en cuestión de la gestión y promoción, por lo que ahora estamos más fuertes para volver”, adelanta la cantante.
Dentro de los planes del dúo para el segundo semestre del año se destaca el show XinniX in Black, para el mes de agosto y la participación en la edición 2021 del festival “Rock al parque” en noviembre
Inspirados en la diosa griega
Su nombre proviene del palíndromo que genera el pseudónimo atribuido a la diosa griega de la noche Nix, haciendo una alegoría a las bajas pasiones y a los sexos opuestos complementarios.
“Somos dos personas, la parte masculina y femenina. Queremos cantarle a la humanidad más allá del género e irnos a la introspección de los sentimientos que son comunes a todos nosotros y que nos hacen sufrir, independientemente de dónde provengan de las relaciones, de las marchas, protestas sociales e injusticias”, explica Kat.
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