Muertes generadas por el ejército, teniendo al gobierno como cómplice, muchas veces, simplemente se convierten en cifras, números en un papel que deshumaniza y deja atrás el dolor, la sangre y la memoria de las víctimas; todo eso lo observó como abogada Ximena Santaolalla, en 2013, con el genocidio cometido en Guatemala en la década de los años 80.
Históricamente sobresalen las dictaduras en otras partes del globo, las que han sido descritas hasta el cansancio, pero cuando Santaolalla descubrió que el país sudamericano tuvo un momento político en el que se desestabilizó al gobierno federal y hubo víctimas colaterales, decidió escribir, pese a que nunca lo había hecho previamente.
Durante dos años, Ximena Santaolalla investigó a fondo, leyó la sentencia que dictó Guatemala contra el expresidente Efraín Ríos Montt por ser culpable de genocidio y crímenes contra la humanidad, además de ir y visitar la nación vecina. Después vino la escritura intermitente, de lo que parecían primero serían cuentos, porque estaban escritos desde distintas voces, pero decidió extenderse para ahora tener lista la novela A veces despierto temblando.
“Lo primero que leí fue el informe de monseñor Juan Gerardi Guatemala: nunca más, luego conseguí la sentencia y después estuve leyendo Masacres de la selva, de Ricardo Falla, que tiene varios testimonios de crímenes en el Petén, y Los pelotones de la muerte, de Manolo E. Vela Castañeda, que habla mucho de los entrenamientos en Guatemala de militares”, ahonda la escritora.
Su libro es una ficción, pero retoma la historia de la que ahora ya pocos hablan, por lo que expresa que es necesario que se siga difundiendo para reparar, en cierta medida, el daño que se hizo a las víctimas y sobrevivientes de las matanzas en Guatemala, a gente inocente, ejemplo que sigue sucediendo en México y Latinoamérica.
“No soy activista ni periodista o fiscal o jueza, hasta aquí llego con mi libro, y pues tampoco era escritora en ese momento, más no pretendo que esto signifique un cambio, pero ojalá que sí, porque cuando he leído acerca de otras realidades, me han hecho un cambio a mi empatía y sensibilidad como persona; creo que mi libro sí puede tener efecto en otros, ese es mi deseo”, agrega Santaolalla, en videollamada con Reporte Índigo.
A veces despierto temblando ya se encuentra en librerías, el volumen se publicó en Literatura Random House por haber ganado el Premio Mauricio Achar 2021, que se le concede a nuevos autores mexicanos y se dota, además, de 150 mil pesos.
Ximena Santaolalla, triste y decepcionada
Santaolalla reflexiona no solo como abogada, sino como mujer y mexicana en torno a los feminicidios, la violencia de género y los crímenes impunes que han sucedido durante este sexenio; a ella le conmueve pensar en esto, se toma un momento de silencio y responde con voz entrecortada.
“Me siento un poco triste y decepcionada de este gobierno, aunque yo voté por López Obrador, y no me arrepiento, porque por ningún motivo habría votado por los otros candidatos. No había mejor opción, era lo que se necesitaba, porque era un supuesto cambio, pero no mejoraron los temas que a mí me importaban”, describe la escritora.
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