Ximbo, la rapera que utiliza la música como símbolo de resistencia y lucha feminista

Ximbo es testigo y activista de una de las tantas luchas por las que las mujeres han tenido que pasar: alzar la voz en medio de una sociedad heteropatriarcal y machista que las calló durante mucho tiempo; sin embargo, la lírica y voz de la rapera mexicana han trascendido, inspirado y sumado a más cantantes que hacen feminismo desde la música.

Ya han pasado cerca de 26 años desde que Ximbo inició su carrera con Rimas feministas, en 2006, primer colectivo de mujeres que se unieron para hacer rap. Desde entonces, ha hecho del género su vida, ha vivido su desarrollo, desde la escena underground hasta ser parte de los grandes festivales, así como los avances que se han logrado, algo que la hace sentir afortunada por ser parte de este hecho histórico para todas.

“Ha sido muy difícil, pero muy disfrutable, lo amo como medio de expresión muy importante, es muy popular, pero también puede ser muy profundo, hay pocos géneros así; entonces, sigo enamorada de mi chamba, que también es mi hobby, es mi vida, pese a todas las lágrimas y sudores hay mucho agradecimiento”, explica Ximbo a Reporte Índigo.

El camino por el feminismo de Ximbo

Al inicio, la cantante comparte que no entendía el feminismo, incluso, pensaba que era como el machismo, pero en mujeres; no obstante, al informarse y estar en un trabajo constante con más raperas comprendió sus ideales para enfocarlos y trabajar sobre ello, así como entender la importancia de formar más redes de apoyo.

A pesar de que en la escena siempre hubo muchas mujeres, aclara, se les invisibilizaba y mostraba sólo como un adorno, algo que ahora ya ha estado cambiando.

“El cambio es brutal, ahora ya somos muchas más, yo estoy sorprendida de las nuevas generaciones, de lo bien que lo hacen, lo bonito que rapean y lo potentes que son sus voces y sus mensajes. Se ha perdido el miedo a alzar la voz y a decir las cosas sin pelos en la boca, las mujeres no hablábamos así, no hablábamos de feminismo, aunque sí había una voz femenina, del abuso físico y la violencia, de la necesidad de examinarte, pero todas eran como intentos a ciegas”, opina.

A lo largo de los años, Ximbo se ha dado cuenta de la evolución del discurso de las raperas, quienes, a pesar de seguir siendo mucho menos en número, tienen más espacios que han ido desarrollando, además, que su música acompañe a los movimientos feministas es un gran logro por el que las artistas han pasado y que ahora se puede ver reflejado, aunque, a decir de la rapera, aún queda mucho por decir.

Ejemplos como Dayra Fyah, rapera y activista que enseña autodefensa, o Audry Funky, una migrante que ha luchado desde la resistencia, son voces que hablan desde una batalla interna, hasta de hechos políticos. Muchas de las cantantes, gracias al feminismo y la sororidad, han podido trabajar desde la escena, inspirando a las nuevas generaciones.

El hecho de que ya se pueda nombrar a más raperas habla de un movimiento que se ha atrevido y que seguirá cada vez con más fuerza.

“Hemos entendido que el feminismo no es uno, son muchos, hay varias maneras y cada quién tiene el derecho de expresarse como pueda y quiera, como se identifique, mientras haya respeto a las demás. Lo importante es que las mujeres estamos en la búsqueda de espacios y apropiándonos de lo que siempre debió haber sido nuestro; si bien otros raperos hombres siempre estuvieron ahí, hablando de temas de mujeres, que me parece bien, pero ¿dónde estaban las morras?”, expresa.

Un rap más introspectivo

Durante año y medio la sociedad ha pasado, debido a la pandemia, algo totalmente desconocido y abrumador: pérdidas de familiares y trabajos, algo que no le es ajeno a Ximbo, pero que le ha permitido reflexionar y agradecer por poder estar en un lugar privilegiado, desde el cual ha obtenido grandes aprendizajes.

Además, confiesa, ha podido reconciliarse con ella misma, aprovechar la vida y así enfocarse a hacer un plan concreto para poder seguir haciendo música.

“Me dio la oportunidad de reencontrarme y encontrar nuevas formas de trabajo, un poco también por necesidad, porque te quedas sin conciertos y es buscarle. Trato de la manera que puedo y con respeto, acompañar a la banda, incluso quienes la han pasado tan mal durante esta pandemia. Entiendo que es muy fácil hablar desde una plataforma privilegiada porque puedo vivir de lo que me gusta, no soy millonaria, pero estoy bien”, precisa.

Este nuevo camino se ve reflejado en el nuevo material que presentará durante todo este año. Se trata del EP homónimo, el cual contará con siete sencillos que hablarán, desde la introspección, de la búsqueda de la paz y de todas las emociones que la fueron acompañando en este año y medio de encierro, incluso, de cosas que había callado.

“De ahí sale mi sencillo ‘Queendom’, trata sobre una etapa de mi vida que yo no me había atrevido a decir, que la había pasado mal en mi camino del hip hop por muchas cosas, entre ellas, las violencias machistas. La titulé así porque tenemos que buscar este reinado de las mujeres, de sentarnos en nuestro trono, apapacharnos, atrevernos, empoderarnos y tratarnos como reinas”, relata.

Se trata de un álbum que girará en torno a la pandemia y a las historias de varias mujeres, de su sentir y de la adaptación a una vida más virtual.

Por último, la rapera comparte que aún le falta mucho por explorar, pero lo que sí tiene claro es la búsqueda para expresar cosas más profundas, como la existencia humana,

“¿Quién nos hizo? ¿Para qué estamos aquí? ¿Qué es este cuerpo? Hablar de estas dudas que nos llegan y sobre mi propósito de mi vida; planteamientos filosóficos muy complejos que pienso ‘cómo chingados lo pongo en un rap y que suene padre, divertido y se disfrute’. Llegar a estas conclusiones, pero que no creo que sean las únicas, tampoco quiero que el mundo piense como yo, pero sí quiero compartirlo, es un reto que poco a poco iré viendo cómo transmitir”, concluye Ximbo.

La búsqueda de su voz

Ximbo comparte que el rap le ha dejado dos grandes enseñanzas: la congruencia y el poder crear su propio criterio.

“El hip hop surgió como un movimiento político, social, ese es su espíritu y, si uno hace rap, tiene que saberlo; ser activista no sólo implica estar en una ONG, es hasta saber a quién le compro, de dónde viene la comida que como, ser congruente con mis letras y lo que hago, tener un criterio inteligente, defenderlo y tomar decisiones propias”, expresa.

En conexión

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