“Xhunca es un homenaje a las mujeres que sostienen a las comunidades”: Karen Daneida, actriz zapoteca

La también directora reflexiona sobre Xhunca, un espectáculo que fusiona sus raíces zapotecas con un viaje personal de autodescubrimiento
José Pablo Espíndola José Pablo Espíndola Publicado el
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En el escenario, Xhunca aparece ataviada con el vestuario tehuano típico de su tierra –la región del Istmo de Tehuantepec, en el estado de Oaxaca– uno de los trajes más emblemáticos de la cultura zapoteca, popularizado a nivel mundial por la pintora Frida Kahlo.

Cada pieza que porta la joven, cuyo nombre es el mismo que el de la obra, es un símbolo de las mujeres de su familia que la precedieron: su huipil, bordado con colores vivos y patrones floreados; su enagua, una falda larga de tonos vibrantes, con encaje blanco en la parte inferior; su rebozo dorado; y la joyería de oro, conformada por collares, aretes y pulseras.

Con un acento español-zapoteco, un brillo en los ojos y una enorme sonrisa, comienza a narrar y a interpretar su historia y la de su abuela, su madre, sus tías, su tío muxe, y de todas aquellas que conforman su identidad. Está acompañada por un actor y  un ensamble de músicos que interpretan ritmos regionales.

El público estalla en carcajadas cuando Xhunca suelta un albur de manera muy elegante o realiza una picardía inesperada, como el baile para “matar al gusano”. Después, el público guarda silencio al escuchar las nostalgias y luchas que atraviesan su relato.

“Mi madre, mi abuela, mis tías… todas eran mujeres trabajadoras, cocineras, vendedoras. Este espectáculo también es un tributo a ellas, a su fortaleza y a todo lo que me han dado”
Karen DaneidaActriz, dramaturga y directora

Entre risas y lágrimas, la audiencia se convierte en parte de la obra; algunos se animan a responderle en su propio tono, otros aplauden y suspiran, mientras Xhunca canta, baila, se mueve por el escenario. Lanza dulces e invita a todos a acompañarla a este relato, que aunque ficticio, les pertenece a todos.

La historia personal de Karen Daneida

Karen Daneida, actriz, dramaturga y directora, ha conseguido con la obra de teatro Xhunca, que también es el nombre de la protagonista, llevar al escenario un espectáculo personal que toca temas universales como la identidad, las raíces y el sentido de pertenencia.

Daneida relata cómo este proyecto, que combina teatro, música y cabaret, nació de un cuestionamiento esencial: ‘¿Quién soy?’. El resultado es una obra que no solo le permitió explorar sus propias raíces como mujer binnizá (zapoteca), sino que también invita al público a reflexionar sobre su propia identidad.

El origen de Xhunca se remonta a 2016, cuando Karen, quien había dejado Salina Cruz, Oaxaca, para vivir en la Ciudad de México a los 18 años, se enfrentó a una crisis de identidad.

“Llevaba la mitad de mi vida fuera de mi lugar de origen, y de repente me pregunté en qué me había convertido. Sentía una desconexión con mi identidad binnizá, una sensación extraña de no identificarme del todo como mujer zapoteca, a pesar de haber crecido viendo a mi abuela vestir su huipil y hablar su lengua”, añade.

Ese conflicto interior fue el motor que impulsó a Karen a escribir su propia historia en Xhunca, una obra que se construye en torno a su exploración personal y cultural. La identidad, el sentido de pertenencia y el legado familiar son los temas centrales de una obra que, según la directora, busca “hacer de lo personal algo universal”. En palabras de Karen, “todos venimos de un lugar, y entender de dónde venimos da sentido a nuestras vidas”.

“Esta obra me ha enseñado a reconocer mis capacidades y a asumir la responsabilidad de liderar un equipo”
Karen DaneidaActriz, dramaturga y directora

Desde su estreno, Xhunca ha evolucionado considerablemente. La obra, que tuvo su primera versión en 2019, ha sido presentada en diversos escenarios, incluyendo reclusorios en Oaxaca y, más recientemente, el Festival Internacional Cervantino.

Para Karen, cada presentación ha supuesto una nueva etapa en el desarrollo del proyecto. “El espectáculo ha crecido mucho desde sus inicios. Lo que empezó como una pequeña obra de teatro con música se ha transformado en un espectáculo más completo y estructurado”, señala.

Xhunca, fuente de empoderamiento

El proceso de creación de Xhunca no fue fácil. Karen confiesa que el proyecto ha requerido de una profunda introspección y de una constante búsqueda de equilibrio entre sus roles como directora, actriz, productora y cantante.

“Dirigir y producir esta obra ha sido un reto enorme. Me ha enseñado a reconocer mis capacidades y a asumir la responsabilidad de liderar un equipo”, afirma. Pero también ha sido una fuente de empoderamiento: “Saber que soy capaz de llevar adelante un proyecto tan personal me ha dado una gran seguridad”, confiesa con emoción.

Uno de los aspectos más interesantes de Xhunca es su capacidad para conectar con el público a nivel emocional. Aunque la obra aborda la historia de Karen y su familia, el mensaje es profundamente universal.

“Habla de los sueños, del amor, de la familia. Son temas que resuenan con cualquier persona, independientemente de su origen”, explica. Además, la mezcla de génerosteatro, música y cabaret— aporta un tono ligero y humorístico, que contrasta con la profundidad de los temas tratados. “La gente se divierte mucho, pero también se conmueve. Eso es lo que más disfruto de la obra”, añade Karen.

El viaje de Xhunca no termina en el escenario. Para Karen, la obra ha sido una forma de reconciliarse con su pasado y de rendir homenaje a las mujeres de su familia, muchas de las cuales no tuvieron la oportunidad de acceder a una educación formal.

“Mi madre, mi abuela, mis tías… todas eran mujeres trabajadoras, cocineras, vendedoras. Este espectáculo también es un tributo a ellas, a su fortaleza y a todo lo que me han dado”, reconoce.

Xhunca tiene presentaciones programadas en la Ciudad de México, hasta el 3 de noviembre, en la sala Xavier Villaurrutia del Centro Cultural del Bosque.

El significado de Xhunca

En zapoteco, la palabra hace referencia a la “más pequeña de la familia”, un título que Karen lleva con orgullo, al ser la menor de cuatro hermanos, pero también es un término que se usa en su comunidad para referirse a la mujer amada, lo que le añade una capa simbólica al espectáculo.

“Soy la más pequeña de mi familia, pero también me siento como esa mujer que salió de su tierra y ha buscado siempre ser fiel a sus raíces”, dice Karen.

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