Wendy Guevara, un fenómeno de visibilidad e inclusión

Con su participación en La casa de los famosos México, Wendy Guevara ha logrado colocar a la televisión mexicana dentro de lo más viral del entretenimiento. Sus frases, poses, conductas y actitudes inundan las redes sociales, como Tik Tok.

La “chica trans”, como ella se define, se hizo famosa a partir de un video que grabó en 2017 junto a su amiga Paola Suárez, “la patas”. Las dos fueron abandonadas en un cerro por unos hombres, por lo que gritaban: “Estamos perdidas, perdidas, perdidas”. Desde entonces, su popularidad ha ido en aumento.

Las mujeres transexuales son de los grupos que viven un mayor nivel de desigualdad en el país, se estima que su esperanza de vida es de 35 años; es decir, menos de 40 años que el resto de la población, lo que demuestra la exclusión que sufren en espacios como las escuelas, el empleo y los servicios públicos.

Si bien Wendy siempre ha enfatizado que no representa a ninguna comunidad ni habla por alguien más, su participación en el programa estelar de la televisora más grande de Latinoamérica sí marca un precedente importante. ¿Wendy contribuye, o no, a la lucha del movimiento trans en México?

La periodista y activista Láurel Miranda, la diputada Salma Luévano y la cantante y actriz Morganna Love, todas ellas mujeres transexuales, concuerdan en que su participación en este reality show sí favorece a la lucha del movimiento trans en México, ya que, además de darle visibilidad a su comunidad, ayuda a cambiar la percepción que tiene la gente sobre ellas.

“Creo que es algo muy positivo para la sociedad mexicana, dado que no se está acostumbrado a ver a mujeres trans en televisión abierta. Siempre hemos estado relegadas por el estigma y al estereotipo, a que solamente se nos veía en las calles ejerciendo el trabajo sexual o en las estéticas, de repente en los shows, pero el hecho de tener a una mujer trans contando sus historias, hablando de su vida, contando las violencias que ha vivido y que todo podemos ver, creo que cambia un poco la narrativa que había tenido la televisión”, explica Morganna.

Láurel Miranda se siente muy conectada con Wendy cada vez que asegura que no está representando a nadie, porque entiende que cada persona siempre habla por su propia experiencia, no solamente en el caso de las personas trans, sino en el de cualquier otra que forma parte de un grupo vulnerado, es decir, las experiencias son infinitas, diversas.

“Ninguna persona trans le debe ni activismo ni educación a nadie, pero la gran área de oportunidad que yo le veo a Wendy, y lo digo también con mucha humildad y desde mi perspectiva que tampoco tiene por qué ser válida ni la más confiable, pero me parece que ella tiene que asumir que es una figura pública y no como lo podría hacer una activista que a lo mejor no está percibiendo ingresos por su labor, sino que Wendy es hoy por hoy, una figura pública.

“Además monetiza y vive, precisamente, de ser una figura pública, entonces, me parece que ella tiene que asumir que tiene una responsabilidad, porque todas las personas que estamos detrás de un micrófono o que estamos insertos en un medio de comunicación tenemos una responsabilidad”, comparte Miranda.

Sin embargo, a pesar de que Guevara se niega a ser la voz de una comunidad, Láurel considera que las personas trans, o las personas de la comunidad LGBT+, logran un cambio con el simple hecho de existir, porque inciden en sus familias, círculos de trabajo o, en el caso Wendy, en medios de comunicación.

“Podemos estar de acuerdo, o no, con lo que hace o con lo que dice Wendy, pero creo que también ella misma está aprendiendo a vivir, a contar, a narrar y a habitar un espacio y a luchar por sus derechos. Estoy de acuerdo con que ella no siente la necesidad de representar a nadie, creo que en nuestra comunidad cada una de las mujeres trans tenemos el valor de hacer cosas que nos representen a cada una, pero sí creo en la responsabilidad social de prepararnos y de tener un poquito más de empatía con lo que están viviendo más mujeres trans allá afuera”, expresa Love.

Láurel Miranda y Morganna Love dudaban de la participación de Wendy Guevara en La casa de los famosos México

Cuando se anunció la participación de Wendy Guevara en La casa de los famosos México, Láurel Miranda confiesa que sintió preocupación; primero, porque es consciente de que en el país a las mujeres trans se les sigue buscando como si fuesen figuras que fomentan la burla, la risa, y, segundo, por el hecho de que Wendy ha manifestado que ella no se considera a sí misma como una mujer real o una mujer 100 por ciento.

“Me preocupaba que, de alguna manera, este tipo de comentarios los fuera a hacer al aire y que además sean extensivos al resto de la población de mujeres trans en México, por fortuna no he visto que lo haga en este reality y los fragmentos que me han llegado a compartir sobre este tipo de discursos que ella manifiesta, pues los hace siempre a partir de su persona, de su experiencia, no invalida la identidad del resto de las mujeres trans.

“En ese sentido, me parece que es un avance muy positivo. Gracias a su carisma está abriendo las puertas de una sociedad muy transfóbica para que noten, aunque suene redundante decirlo, que las personas trans somos seres humanos como cualquier otro”, comenta.

Morganna Love también platica que, al principio, tenía sus reservas por la manera en la que Wendy hablaba sobre las mujeres trans, pero también está de acuerdo con que cada una es un mundo que piensa diferente y que tiene el derecho de vivir como quiera vivir, de operarse lo que se quiera operar, de cambiarse legalmente el nombre, o no, “pero sí creo que como figuras públicas tenemos la responsabilidad social de cuidar a nuestra comunidad allá afuera”, detalla.

La cantante también afirma que es un buen momento para recordar a todas aquellas mujeres trans que han abierto el camino en la televisión mexicana, que han hecho posible que Wendy participe en La casa de los famosos México o que Morganna cantara en La voz México y actuara en Esta historia me suena.

“Muchas han quedado en el proceso, muchas han perdido la vida y creo que les tenemos que agradecer también a todas las que han venido antes por el hecho de que podamos estar ahora nosotras haciendo cosas en la televisión”, enfatiza.

Se necesitan más mujeres trans en más espacios públicos

La diputada federal Salma Luévano, amiga de Wendy y quien se autodenomina como “diputrans”, felicita a la influencer por toda la visibilidad que le está dando y por apropiarse de un espacio más para la comunidad trans en México.

“Siempre he dicho que hay que ocupar todos los espacios. Nuestra población trans, desafortunadamente, durante décadas vivió entre tantos estigmas que han incrementado los discursos de odio en nuestra contra, basados en la ignorancia, en la falta de empatía, por eso el trabajo de Wendy es fenomenal, por eso soy #TeamWendy”, comparte la “diputrans”.

Por su parte, Láurel Miranda opina que se necesitan representaciones más diversas en el sentido de que en países como Colombia o Argentina existen conductoras trans de noticias, mientras que en México pareciera que se les sigue tomando como perfiles de entretenimiento, cuando en realidad van mucho más allá de eso.

“Ojo, no porque sea una labor menor, me parece que es muy importante, pero sí definitivamente necesitamos mostrarle a la sociedad que somos una diversidad, que ninguna experiencia es igual a la otra, porque si no corremos el riesgo de que la sociedad genere una percepción homogénea de las personas trans”, argumenta la periodista.

La “diputrans” sostiene que sigue encontrando mucha resistencia en su lugar de trabajo, pero, afortunadamente, la agenda de la comunidad LGBT+ ya se está discutiendo, no es fácil, dice, pero seguirá como “cuchillito de palo” insiste e insiste.

“Hay algo muy importante que quiero señalar, no quiero ser la única, quiero que cada día seamos más mujeres trans en la política y por eso mi lucha es y seguirá, como siempre lo he señalado, hasta que la dignidad se haga costumbre. Quiero decirles a mis hermanas trans, a mis hermanos, hermanes, que el único límite es el cielo y que todo lo que nos propongamos podemos lograrlo”, manifiesta.

Salma dice que, al igual que Wendy Guevara, ella se dedicó al trabajo sexual, como tantas mujeres trans ante la falta de empleo y oportunidades; sin embargo, busca ahora ser un ejemplo de superación, constancia y perseverancia.

“Ustedes también pueden estar de este lado, ustedes también pueden estar en La casa de los famosos, así que hay que creer en uno, hay que abrazarse y amarse, desde el interior para que todo fluya, ese es el consejo que les doy y, además, les digo que no estamos solas, estamos todas de la mano y vamos para adelante”, afirma la “diputrans”.

Morganna Love desea que muy pronto todas las mujeres trans de México puedan vivir realizadas y felices, pero mientras eso sucede pide no olvidarse de las que están allá afuera, de las que están en provincia, sobre todo, donde el panorama es aún más violento para ellas.

“Acabamos de ver la noticia de que asesinaron a dos hermanas trans en un hotel de la Ciudad de México, en Tlalpan, y eso es parte de la diferencia de las desigualdades que vivimos en este país; por un lado, tenemos a una mujer que está en televisión abierta, siendo la consentida, todo el mundo amándola, pero por otro, tenemos a las que están precarizadas, que están estigmatizadas y que están siendo asesinadas”, recuerda Love.

Mujeres trans, sin trabajo, educación ni salud

Salma Luévano aclara que su lucha no se trata de un capricho ni van en la búsqueda de privilegios, simplemente quieren el reconocimiento de sus derechos, por eso lo hace desde la ruta jurídica, desde pelear en los tribunales hasta proponiendo iniciativas que favorezcan a la comunidad LGBT+.

“Tenemos que seguir avanzando en la jurídica, no hay de otra, no nos han dado otras opciones y tenemos que seguir sumando esfuerzos, Wendy desde su trinchera y tantas compañeras más que tenemos que estar incidiendo desde la sociedad civil, porque todo suma, todos estos granitos de arena que ya no son granitos de arena, son rocas de arena que está permitiendo la defensa de nuestra dignidad”, argumenta la “diputrans”.

Para entender esta lucha, Láurel Miranda resalta dos estadísticas que muestran las desigualdades que viven las mujeres trans en México; por un lado, la tasa de desempleo de entre el 80 y el 90 por ciento y, por el otro, el segundo lugar que ocupa el país en transfeminicidios en toda la región de la OCDE.

“El acceso a la salud es complicado para las personas trans en todo México, en todo el país solamente hay dos clínicas de atención y las dos están ubicadas en Ciudad de México: la Clínica Condesa y la Unidad de Salud Integral para Personas Trans. En el resto de la República no hay clínicas de atención específica.

“Se supone que todos las clínicas del IMSS deberían garantizar la salud y el acceso a tratamientos hormonales si es que son requeridos por persona, pero desafortunadamente hay muchísimo personal médico que no conoce el protocolo de género y que rechaza, discrimina o niega este tipo de servicios para las personas trans en los distintos Estados”, explica.

Lo anterior fomenta que las personas trans se automediquen o se auto hormonen, lo que genera consecuencias graves en su salud y en su esperanza de vida. Por su parte, Morganna recuerda que solo el 11 por ciento de la población trans ha estudiado una licenciatura, cifra alarmante que habla de la poca dignidad con la que la sociedad trata todavía las mujeres trans en el día a día.

Para facilitar el acceso al trabajo, a la educación, a la salud y a una vida más longeva, tanto Miranda como Love consideran que es necesario una Ley Integral de Identidad Trans.

“No solamente garantiza que las personas trans puedan acceder a la corrección de sus datos sexo genéricos en documentos oficiales, sino que van más allá, al también garantizar,  salud y trabajo. En el caso de Argentina, por ejemplo, tiene una cuota laboral trans”, comenta Láurel.

Además, dicen que de nada sirve que en México existan avances en términos legislativos en ciertos estados de la República si esto no viene acompañado con campañas de difusión, de concientización hacia el resto de la población para que exista respeto.

“Regresando al tema de Wendy, definitivamente, sin quererlo, me parece que la presencia de ella en este reality show de alguna manera puede leerse como una campaña de visibilidad, de representación al respecto de las personas trans”, considera Láurel.

Morganna espera que la gente entienda que las mujeres trans no son aberraciones que están mal, sino que tienen todo el derecho de tener vidas dignas, con todos los derechos de salud y de trabajo.

“Ha sido muy bonito darme cuenta de que las nuevas generaciones de verdad están teniendo más apoyo, sobre todo, más amor, no solo de la sociedad, en sus entornos escolares y laborales, sino principalmente de sus familias. Ahora papá y mamá, me escriben todo el tiempo, agradeciéndome y agradeciéndonos a todas, porque somos muchas las que vamos ya adelante, dando la cara y poniendo la piel con nuestros talentos, pero, sobre todo, con nuestro trabajo, con nuestra preparación o con nuestro carisma, como lo hace Wendy Guevara”, finaliza la cantante.