Vórtice, El desastre ecológico que se avecina
La puesta en escena, Vórtice, universo paralelo para tres aeroplanos, invita al espectador a reflexionar sobre la importancia del cuidado del medio ambiente. Con ayuda de recursos teatrales y cinematográficos, la obra narra la desaparición misteriosa de tres aviadores
José Pablo EspíndolaA partir de una premisa ficticia, aderezada con ciencia ficción, el nuevo montaje de TeatroSinParedes busca que los espectadores reflexionen sobre un problema real que está afectando al planeta Tierra: la catástrofe ecológica, derivada del calentamiento global y la sobreproducción industrial. Vórtice, universo paralelo para tres aeroplanos narra la historia de la aviadora estadounidense Amelia Earhart, el explorador noruego Roald Amundsen y el escritor francés Antoine de Saint-Exupéry, quienes desaparecieron a mitad de vuelo. Nunca se supo ya de ellos, no se encontraron ni sus cuerpos ni sus aviones.
En la ficción, el dramaturgo Jorge Maldonado plantea que fueron abducidos por un vórtice espacio-temporal, por lo que están atrapados en una dimensión paralela, en la cual pueden observar todas las épocas y lugares del planeta Tierra y ver el paso mortal de la humanidad sobre él.
“Fuimos construyendo la historia de una forma artesanal, pieza por pieza, modificando su contenido, adaptando el discurso a lo que nosotros nos interesaba decir, inventándonos una historia totalmente ficticia basada en la desaparición de estos tres grandes pelitos, que son el motor de la historia”, explica David Psalmon, director del montaje.
Así, envuelta en ciencia ficción, esta obra se aventura en una disciplina que muchas veces está reservada para el cine, el cual se apoya de los grandes efectos especiales para convencer al público de que su historia es posible.
“El teatro es un universo de convenciones, donde a los espectadores les dice ‘yo soy Hamlet y estamos en Dinamarca’ y se la creen, pero decirles ‘estoy en un universo paralelo, donde los tiempos se cruzan y este astronauta está en el año 3049’, es muy difícil con el propio recurso de la palabra y del universo escenográfico”, opina el director.
Si bien, el espectador se puede creer esa premisa, porque sabe de la convención teatral, es evidente que en general se usan más los recursos del cine para este tipo de transposiciones, por lo que el montaje de esta trama resultó un reto.
“Hay muchos recursos que usan en esta propuesta para ayudar al espectador a viajar, la escenografía es muy importante en este sentido, Ana Patricia Yáñez ha hecho un trabajo espléndido, el diseño sonoro es de una enorme riqueza para llegar a horizontes distintos a nuestro presente. El video arte también es importante, el trabajo visual, hay una pantalla gigante en la que se proyectan muchas cosas abstractas y concretas que ayudan”, asegura Psalmon.
El director del montaje no espera que el teatro emule al cine, porque eso sería un grave error. Mientras en el llamado “séptimo arte” ya no hay espacio para la imaginación, el teatro sigue teniendo una lectura más simbólica, mostrando un pedazo del gran prisma para que el espectador deduzca el resto.
En este montaje lo mejor de ambos mundos dialogarán a través de los espacios escenográficos representados por imágenes y cuadros videográficos en un cruce de tiempos teatrales reales y virtuales proyectados.
Vórtice, Un reflejo real
En este relato, los protagonistas, instalados en un misterioso vórtice perdido en el tiempo y el espacio, son capaces de observar la catástrofe medioambiental provocada por la humanidad durante su estancia en el planeta Tierra, por lo que una científica mexicana, experta en física cuántica y ondas electromagnéticas, buscará evitar el desastre ecológico que se avecina.
“Hoy en día me parece que la forma más profunda de abordar la dimensión política es la ecología. Creo que muchas veces la hemos dejado en un segundo plano, como si fuera un tema secundario, mientras que la igualdad entre los seres humanos, entre hombres y mujeres, ha sido un tema mucho más prioritario de lucha, y claro que lo es, pero qué vamos a hacer si ya no tenemos planeta. ¿Por qué derechos igualitarios vamos a luchar si ya no tenemos planeta, si no tenemos hogar?”, se cuestiona el director.
David considera que la falta de acciones concretas tiene que ver con que siga saliendo agua cuando se abre el grifo o que en muchos lugares privilegiados no haya una escasez real todavía, pero se les olvida que al ser humano le quedan alrededor de 200 años en la Tierra.
“¿Te imaginamos lo que eso significa? Que nos queden 200 años en este hermoso planeta que hemos destruido de una forma absolutamente bestial. Tenemos que pararnos y darnos cuenta de lo que estamos generando en nuestro universo, porque no solamente estamos cavando nuestra propia tumba, estamos extinguiendo a todas las especies vivas”, señala el director francés.
Vórtice, universo paralelo para tres aeroplanos invita al espectador a arrojarse a otra dimensión distinta, a una salida para que no se lo trague aquel vórtice que él mismo ha creado.
Su función esencial es alejarlo de aquí, de su realidad cotidiana para poder regresar a ver su presente con ojos renovados y así tomar acciones concretas a favor del medio ambiente.
“Nosotros sólo somos una especie más de este planeta y arrasamos con todo, eso tiene que parar, dejemos de pensar que somos el centro y somos lo más importante”, indica el director.
Vórtice, universo paralelo para tres aeroplanos tendrá temporada del 20 de febrero al 15 de marzo, con funciones jueves y viernes, a las 19:30; sábados, a las 19:00, y domingos, a las 18:00 horas, en el Teatro Santa Catarina.
El origen
La Compañía mexicana TeatroSinParedes, con casi 20 años de trayectoria, se ha caracterizado por llevar a escena temas de interés para el espectador que lo cuestionan sobre su realidad. Entre sus montajes destacan: Last Man Standing, Los náufragos, Humboldt, México para los mexicanos, Después de Babel, Emigrados y La inauguración, entre muchos otros