Volver al origen para sobrevivir

La antropóloga Raquel Urroz abre una ventana de conocimiento a la cosmovisión ancestral con el libro Las Culturas Autóctonas disponibles para salvar la humanidad como una propuesta de reivindicación de los saberes mesoamericanos
Karina Vargas Karina Vargas Publicado el
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Hacer frente a la crisis climática e industrial que azota la diversidad de naciones es posible si la sociedad retoma los conocimientos heredados de Mesoamérica; ese es el manifiesto impreso en Las Culturas Autóctonas disponibles para salvar la humanidad, un libro de Raquel Urroz Kanan.

Mediante un ensayo que no rebasa las 60 páginas, la académica e historiadora busca hacer una introducción a la antropología de los pueblos indígenas de México y, de esa forma, abrir una ventana a los saberes milenarios y su relación con la naturaleza.

“Hoy más que nunca resulta necesario reivindicar las culturas ancestrales americanas para hacer referencia a una realidad propia de condiciones históricas particulares. Además de la necesidad de otorgar la dignidad fundamental a quienes se les despojó de sus tierras y de sus ideologías con las invasiones extranjeras”, expresa la autora en su obra.

“El México antiguo es una civilización primordialmente agrícola, toda la existencia humana gira en torno a la agricultura, entonces, aunque ya pasaron 500 años, toda la devoción y el culto en torno a los elementos que intervienen para esta actividad, continúan, todavía se sigue venerando a la tierra, al Sol y a la Luna”
Raquel Urroz KananDoctora en antropología

Raquel Urroz es doctora en antropología y de su trayectoria destaca su paso como profesora de Historia de México antiguo, colonial y del Siglo XX, y de Geografía Histórica y Cartografía de México en distintas universidades. Hoy, además, ha elegido ser divulgadora de la cosmovisión mesoamericana y reivindicarla.

Cambiar a partir del conocimiento

Desde el auricular del teléfono suena la voz de la antropóloga mientras explica entusiasta el origen de la idea del libro que, actualmente, está disponible en español y en náhuatl, pero se encuentra en proceso la traducción al mazateco, zapoteco, mixteco, tzotzil e inglés.

“Surgió como un proyecto personal, es una autopublicación, es decir, no estoy respaldada por ninguna gran editorial, entonces para mí fue una experiencia nueva de buscar una editora, una diseñadora y una imprenta; pero yo lo que quería era hacer un pequeño libro de carácter divulgativo para que cualquier gente pudiera tener una ventana a lo fundamental de los pueblos indígenas”, afirma Raquel Urroz en entrevista con Reporte Índigo.

Con especial énfasis señala la importancia de que se difunda la visión de las culturas autóctonas y su estrecha relación con la naturaleza y el medio ambiente para reconocer las reminiscencias de esta en las actividades de la actualidad.

“A mí, haber estudiado antropología me sacó de mí misma, de mis prejuicios, de mi propio sistema educativo, de pensar que lo que yo creo es correcto o que mi forma de vivir es correcta, y cuando uno se abre y respeta la pluralidad de concebir y vivir el universo y la relación con los seres vivos, es en donde empiezas a respetar”, menciona.

Raquel Urroz es doctora en antropología y de su trayectoria destaca su paso como profesora de Historia de México antiguo, colonial y del Siglo XX, y de Geografía Histórica y Cartografía de México en distintas universidades

En este sentido, la autora subraya la relevancia de que la población se informe, lea y esté abierta para reconocer todas las experiencias y darles dignidad a todas las personas por igual.

Sintetizar, un anzuelo de lectura

Con la intención de alejarse de la información voluminosa y las largas listas bibliográficas, Urroz Kanan apuesta en la publicación por un lenguaje claro y conciso para explicar temas como la relevancia del maíz, la tierra y la comunidad, o el proceso del sincretismo cultural y biológico de los últimos 500 años.

Tal es el caso de las premisas incluidas al inicio y al final de la obra como “El cacao convertido en chocolate brinda salud y placer. La cultura autóctona convertida en actividad diaria da vida”.

“Mi tesis de doctorado tiene 400 páginas, uno quiere poner toda la información y este es un ejercicio de, precisamente, lo contrario, no queremos citas, no queremos aparato crítico, cosas que la gente no tiene tiempo ni le entiende. Ese fue el reto exactamente, la síntesis”, comenta.

No obstante, el texto es puntual en lo que busca compartir y destacar. Como el caso del reconocimiento del impacto negativo que tuvo en las culturas autóctonas con la conquista y el colonialismo europeo.

Al respecto, Raquel señala que lo que ella busca difundir es que, con la llegada de los europeos, hubo, por supuesto, destrucción, desmantelamiento y desdén a todo el acervo de conocimientos que tenían los antepasados, pero quedó su sabiduría mediante la resistencia de los campesinos y sus comunidades.

“No en los grandes Estados o en las clases dominantes de reyes indígenas. Eso sí se desmanteló, pero esos campesinos que trabajaban la tierra continuaron con un régimen indígena o español, y eso, aunque se fue transformando con el catolicismo, hoy todavía está vigente en sus fiestas, en sus prácticas, en su devoción a los elementos de la naturaleza”, comenta.

Acercándose al cierre de la conversación, la especialista habla de las enseñanzas que dejó la pandemia de COVID-19 a la humanidad, en el sentido de dimensionar al planeta Tierra como un ente vivo que necesita respeto, cuidado y equilibrio; prácticas que los pueblos indígenas realizan desde hace siglos.

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