Un video en el que se detalla lo que sucede durante una sesión de fotos para Vogue será enviado a mil escuelas secundarias de Reino Unido, con el propósito de ayudar a que las niñas comprendan que las imágenes finales son el resultado de horas de maquillaje y alteraciones digitales.
La iniciativa fue idea de Alexandra Shulman, editora en jefe de la edición británica de la publicación, y fue considerada por activistas como el avance de un paso para atacar los problemas de las jovencitas.
Durante los 10 minutos que dura el mini documental, se pretende destacar la transformación de la modelo. Para ello se le grabó antes, durante y después de las fotografías que tomaron para su número de julio.
“Cuando veo fotos mías en una revista, me sorprende lo arregladas que están” revela Drake Burnette, la modelo que fue seguida por las cámaras de esta iniciativa, “en el espejo no veo a una chica muy glamorosa, sino a una que tiene mucha prisa y está algo estresada”.
La producción audiovisual se complementa con un plan de actividades diseñado para que las jóvenes puedan discutir cómo se sintieron al verlo.
Sin embargo, Shulman admite que no pretende hacer creer que la forma de trabajar de la revista será distinta. “Nuestra misión en las imágenes de moda es inspirar y entretener, además de enfocarnos en la ropa creada por diseñadores muy talentosos”, recalca.
“El problema, en realidad, surge cuando las personas se comparan con las modelos que ven en nuestras páginas”, expresa Alexandra Shulman, “porque sienten que no son lo suficientemente buenas”.
La editora agrega que Vogue retrata a mujeres reales con frecuencia.
“Hemos tenido mujeres desde talla 6 hasta la 18 (26 a la 38, en México)”, dice.
