Vivir para ‘nunca morir’
"Mai Morire" (o "Nunca Morir", según el título de una canción homónima en italiano) es el segundo largometraje del mexicano Enrique Rivero, una cinta que muestra el respeto, el misterio y el misticismo que rodea a la muerte en la cultura mexicana.
"El nombre de la película viene de mi búsqueda de algo que tuviera que ver con la muerte o la no muerte, y no encontraba palabras adecuadas ni en español, ni en inglés. Un día vi escrito 'Mai Morire' y aunque yo no hablo ninguna palabra de italiano, el sonido me gustó", señaló Enrique.
María Alesandra Pámanes
“Mai Morire” (o “Nunca Morir”, según el título de una canción homónima en italiano) es el segundo largometraje del mexicano Enrique Rivero, una cinta que muestra el respeto, el misterio y el misticismo que rodea a la muerte en la cultura mexicana.
“El nombre de la película viene de mi búsqueda de algo que tuviera que ver con la muerte o la no muerte, y no encontraba palabras adecuadas ni en español, ni en inglés. Un día vi escrito ‘Mai Morire’ y aunque yo no hablo ninguna palabra de italiano, el sonido me gustó”, señaló Enrique.
La fotografía a cargo de Arnau Valls Colomer es impecable. A lo largo de la cinta se vuelve parte de la trama misma, un protagonista más. No en vano obtuvo el premio a la Mejor Fotografía en el Festival Internacional de Cine de Roma.
La historia muestra a Rosario “Chayo”, una mujer de rostro amable y carácter tranquilo, pero de facciones fuertes y una entereza firme.
“Chayo”, interpretada por Margarita Saldaña, una cantante veracruzana de Son jarocho que hace su debut en cine, tiene que regresar a su natal Xochimilco para cuidar de su anciana abuela que está a punto de cumplir 100 años de edad, y se encuentra a un paso del destino al que todos llegaremos.
A su vez, regresa a una vida de monotonía, realidad y fortaleza ante lo inevitable del destino.
“Mai Morire” tiene un toque de documental y en parte se debe a que refleja la vida detrás de las trajineras, a través de actores que no son actores.
El rodaje duró tres semanas y durante el mismo falleció la verdadera Chayo, quien inspiró a esta historia.
En entrevista para Reporte Indigo, Enrique Rivero comentó que “ella (la Chayo real) llevaba mucho tiempo enferma, muchos años, pueden ser 20 (…) y siempre estuvo ahí, siendo inmortal”.
De hecho, quien hace del marido de “Chayo” (interpretada por Saldaña) en la vida real es hijo de la verdadera Chayo.
Contrario a lo que podría pensarse al leer “Xochimilco como protagonista”, la cinta no muestra el colorido, ruidoso, alegre y turístico lugar, sino el lado oculto, el que solo se encuentra al adentrarse a los canales y al “mundo” que lo habita.
Con escenas de larga duración, la fotografía es de lo más natural y orgánica posible, “Mai Morire” logra que cualquier espectador se sienta familiarizado con el enfrentamiento de no poder escapar del destino.
Se podría decir que durante la hora y 21 minutos que dura la cinta, el público puede contemplar una realidad, reflexionar y disfrutar de arte puro, de elementos simples.
La cinta se estrena hoy en nuestro país.
Bonito y recóndito Xochimilco
En la cinta, Xochimilco muestra esa tierra perdida dentro de sus canales, con sus historias y su realidad, que por muy apartada o lejana que parezca a la de cualquiera, el destino es el mismo.
La luz, los amaneceres y los atardeceres suplen en la pantalla a los propios actores, no es tan solo la locación o tan solo un protagonista, es el reflejo de la trama, del guión, de la dirección y de la producción de “Mai Morire”.
“Escogí Xochimilco por la mujer que me contó la historia (…) y además porque después de mi primera película había estado todo el tiempo encerrado en una casa, se me antojaba rodar todo en exteriores”.
El espectador se enfrenta a un lugar a donde los turistas no llegan, a una realidad en la que cubrir las necesidades básicas es un reto alcanzado.
Rivero comentó que la magia del lugar la encontró al adentrarse en los canales de Xochimilco, y un día fue a las cinco de la mañana, como “siempre me hubiera gustado hacer cuando estuve en las trajineras, borracho”.
Actores que no son actores
En esta producción de CANANA, ningún personaje se dedica a la actuación, por lo que se logran escenas con diálogos y desenvolvimiento natural y espontáneo.
Sin embargo, eso también representa una disyuntiva, pues a falta de “melodrama”, en ocasiones las “apariciones” (por no decir actuaciones) tienden a carecer de la expresividad cotidiana en el cine de ficción.
Por lo que Rivero asegura que el trabajo se hace desde el casting, “desde que yo vi a ésta mujer de pie, cantando (a Margarita Saldaña), ya sabía lo que me podía dar”.
Y añadió que “cuando acabas conociendo a estas personas, a mi se me hace muy sencillo, porque es como muy intuitivo, la verdad a veces dirección es opinar”.
A pesar de ello, “Mai Morire” no muestra personajes complejos, que tengan que demostrar cambios bruscos, ni sentimientos y expresiones muy dispares.
Siendo un retrato de una vida común tras las trajineras, la cámara sigue a “Chayo” y a su familia durante cada actividad del día a día.
Mexicano, ingeniero y cineasta
Enrique Rivero nació en México en 1976, pero reside en España. Estudió ingeniería industrial y después de reflexionar e inflexionar, decidió dedicarse al cine.
Su primera película, “Parque Vía”, se filmó hace 4 años. Aunque todavía no se “aventura” a realizar una comedia, lo desea con ansia y durante la entrevista aseguró que planea una próxima película, en la que la trama gire en torno a una relación adúltera.
Para el nuevo proyecto, trabajaría tanto con no actores, como con actrices, con el fin de lograr una sinergía entre expresividad, melodrama y espontaneidad.
Pero, todo puede suceder… “no sé si voy a hacer otra película en mi vida, entonces acabo haciendo lo que se me va antojando, como de probar y de experimentar”, concluyó.