Andy Stott está llevando a la música techno a un terreno pantanoso… y no en un sentido figurativo, más bien auditivo. No habíamos escuchado tal viscosidad desde el proyecto del londinense William Bevan, mejor conocido como Burial.
Al parecer, la arquitectura urbana inglesa y su estilo de vida son el escenario perfecto para incorporar elementos de desolación, vacío y soledad a la música que ahí se crea.
Stott irrumpió en la escena electrónica el año pasado con dos EPs –”Passed Me By” y “We Stay Together”– que lo colocaron en el mismo barco auditivo que Burial, Actress (el proyecto de Darren J. Cunningham) y Claro Intelecto, todos británicos.
Pero con “Luxury Problems”, Andy Stott comienza a desmarcarse con un estilo original: es techno, pero también es dubstep y house que se hunde en una capa de sonido viscoso y pantanoso.
Escuchar la música del originario de Manchester a veces da la misma sensación de estar sumergiéndote con tus audífonos puestos en un lodazal de estilos. En este descenso, estamos acompañados de la voz de Alison Skidmore, su ex maestra de piano. Quizá el recurso de la voz angelical femenina es lo que lo conecta con Burial.
La portada del álbum es casi profética: una elegante fotografía en blanco y negro de una clavadista, lista para sumergirse en quién sabe qué aguas. Esa misma sensación es la que provoca “Luxury Problems”, sobre todo al escuchar los primeros segundos de “Numb”, el primer track que tiene el nombre de canción adecuado para adentrarte al sonido de Andy Stott.