Los expertos confirmaron que la Tierra entró en una nueva era geológica, el Antropoceno, en la década de los 50, con los residuos radiactivos de las bombas atómicas El 2016 será recordado como el año en el que se detectaron las ondas gravitacionales
Los bebés ‘a la carta’ serán tema de debates en 2017, pues la manipulación genética ya se aprobó en algunos países como Gran Bretaña
Con descubrimientos como Proxima b, agua en Europa, el “cortapega” del ADN (CRISPR-Cas9), la llegada de la era del Antropoceno o la manipulación de genes la ciencia da un gran salto este año y de acuerdo con publicaciones como Nature, Science, Quora y Epidemiology para 2017 se esperan avances en fusión nuclear, edición genética, algunos tratamientos para el Alzheimer serán probados en humanos, así como los resultados de la vacuna contra el VIH aplicada recientemente en África subsahariana serán revelados.
También la transformación del CO2 en etanol o en piedra: ambos métodos se consiguieron este año y se esperan aplicaciones prácticas para el próximo.
Además se dio a conocer el nacimiento de un bebé con ADN de tres padres y Gran Bretaña anunció que autoriza la técnica de manipulación genética con el fin de reducir los trastornos congénitos, pero no aprueba los “niños a la carta”, tema que aún se debate entre cuestiones sociales, éticas y religiosas, y que divide opiniones dentro de la comunidad científica.
“Los beneficios superan los riesgos”, según declararon a CNN los genetistas que aplicaron la innovadora técnica del “cortapega” genético en un paciente con cáncer terminal.
En el campo médico se destaca además la aprobación de la mariguana medicinal en México y en algunas ciudades de Estados Unidos, también los trasplantes de útero, el anuncio del primer ser humano al que se le practicará un trasplante de cabeza, y más recientemente los hallazgos contra envejecimiento para los que ya se plantean los ensayos en seres humanos.
Buscando más allá
Este año resultó muy productivo en el área astronómica, aunque tuvo sus tropiezos, entre ellos el fallido aterrizaje del módulo Schiaparelli de la misión ExoMars lanzada por la ESA (Agencia Espacial Europea).
Juno, sonda de la NASA, llegó a Júpiter y se develó que existen enormes géiseres en Europa, una de las lunas del gigante gaseoso. También se dio a conocer que “viajaremos” a Proxima b, ¡y que llegaremos en tan sólo 20 años y no 100!, según invdes.com, que recoge en un artículo parte del comunicado emitido por la NASA. El viaje lo hará un diminuto chip de silicio.
Peligro inminente. La ESA anunció que se retira del proyecto de detección de asteroides y Roscosmos, la agencia espacial rusa, advirtió que “se avecina un peligroso meteoro que podría meter en aprietos a la vida en la Tierra”, aunque no dijo cuál ni cuándo.
El Hubble, que será sustituido por el telescopio James Webb en 2018, logró batir el récord de distancia cósmica el pasado mes de marzo. Un estudio, publicado en la revista Astrophysical Journal, mostró la detección de la galaxia más lejana del universo observada hasta la fecha. Se trata de GN-z11, es 25 veces más pequeña que la Vía Láctea y se creó 400 millones de años después del Big Bang.
Por lo que 2017 será un gran año para la astronomía y podremos observar como la carrera espacial se intensifica entre China, Rusia, Estados Unidos y Europa, no todos tienen los mismos destinos, pero sí el mismo objetivo: colonizar un cuerpo celeste.
Una nueva era
La Tierra ha entrado en el Antropoceno, una nueva era geológica que tuvo su inicio, de acuerdo con los expertos aproximadamente en la época de los 50, luego que los residuos de las bombas atómicas lanzadas en 1945 en Hiroshima y Nagasaki se extendieran por el planeta.
Y la física no se queda atrás, la comunicación cuántica llegó por vez primera al espacio gracias a China, el CERN descartó la existencia de una partícula más masiva que el Bosón de Higgs.
El 2016 también será recordado como el año en el que se logró detectar las ondas gravitacionales, parte de la teoría de la relatividad del físico Albert Einstein hace más de 100 años.
De acuerdo a esta teoría, el universo está formado por una red de espacio-tiempo que cambia cuando se le pone encima una masa. Y estas ondas ocurren cada vez que este cuerpo masivo se mueve y deforma esa red. De esta manera, el espacio y tiempo puede deformarse precisamente donde y cuando pasan estas ondas.
Por lo que, según Astrophysical Journal, Science y otros medios especializados, aseguran que 2017 será un gran año para la ciencia en todos sus campos.
El 2016 será recordado como el año en el que se detectaron las ondas gravitacionales
