Solo bastan 4.2 segundos para redescubrir la manera de hacer videoclips, y es que la agrupación OK go se propuso el realizar en este tiempo el video de su canción “The one moment”, el cual al ser después reproducido en cámara lenta, devela con detenimiento las acciones de los artistas a cuadro.
Dirigido por su vocalista Damian Kulash y realizado en conjunto con la compañía Morton Salt, el video primero resalta por sus explosiones de distintos objetos capturados por la cámara en alta velocidad, resultando algunos movimientos imperceptibles para el ojo común.
Al terminar los 4.2 segundos, una leyenda en el video anuncia que ahora se verá a continuación el resultado con detenimiento, y el resultado es impactante.
Esta no es la primera vez que el grupo oriundo de Chicago experimenta con juegos visuales en sus videos, tal es el ejemplo de “The writing’s on the wall”, video que lanzaron en 2014 para promocionar su disco Hungry Ghosts.
Con el video además los artistas buscan ayudar a cinco organizaciones que luchan en pro de una diferencia en el mundo tanto artístico como social, uno de estos ejemplos es la asociación Music Unites, pugna por empoderar a nuevos músicos y educarlos para salir adelante.
Además el Thirst Project fundado por Seth Maxwell empodera a estudiantes a traer soluciones a la crisis mundial del agua potable, el Projectart transforma bibliotecas en espacios para dar clases gratuitas de arte, la asociación Girlfoward ayuda a adolescentes refugiadas a que puedan tener programas de educación y Happy organization busca mejorar la salud y bienestar en los niños. Estos programas están disponibles en Estados Unidos.
“No había terreno para la improvisación, todo lo teníamos que hacer matemáticamente hablando”, expresa Kulash al ser entrevistado por Entertainment Tonight y develar parte de la realización del videoclip.
Alrededor de seis semanas de preproducción le tomó al vocalista planear el concepto del video, más varios intentos de prueba y error para dar con el resultado final.
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