Víctimas de su familia

En México, son cada vez más los casos de violencia familiar contra las mujeres, y poco o nada se hace al respecto.

Para hacerse una idea de la magnitud del problema, de los 104 mil 470 casos de violencia familiar reportados a las autoridades en 12 entidades del país, solo se emitieron 29 mil 776 órdenes de protección, en su mayoría concentradas en Veracruz, Distrito Federal, Campeche y Chiapas. 

“La mayoría de los estados no está cumpliendo con su deber de proteger a las mujeres víctimas de violencia”, señala una infografía del informe preliminar “Avances y Retrocesos en la Protección de las Mujeres Víctimas de la Violencia Familiar 2012-2013”, presentado por el Observatorio Ciudadano Nacional de Feminicidio (OCNF).

Y es que las mexicanas no solo son víctimas de la violencia por parte de su pareja, también lo son de las agresiones de sus hijos. Ellas “van a las autoridades a plantear los hechos: atacadas por los esposos, exesposos, los novios, hasta los propios hijos y la autoridad no protege a las mujeres. Esto es alarmante”, dijo a SinEmbargo.mx María de la Luz Estrada, coordinadora ejecutivo del OCNF.

El informe mencionado compara los avances y retrocesos en la aplicación de las órdenes de protección en el país. 

La Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia (LGAMVLV) establece la implementación de un banco de datos de órdenes de protección, definidas como los “actos de protección y de urgente aplicación en función del interés superior de la víctima”, señala un comunicado. Pero dichos actos pasan desapercibidos por el Estado mexicano. 

“Preocupa que las juezas y jueces, autoridades principales encargadas de la emisión de las órdenes de protección de carácter civil, sigan sin responsabilizarse de proteger la vida y seguridad de las mujeres ya que únicamente emitieron 179 órdenes en los 16 estados analizados”, apunta el informe del OCNF.

Se solicitó información sobre la implementación de órdenes de protección a los 27 estados del país, pero solo 16 respondieron.

“La mayoría de los estados no cuenta con un método que permita determinar a la autoridad el riesgo en el que se encuentra la víctima, y la forma en que evalúan el riesgo es a partir de interpretaciones subjetivas y discriminatorias o de los dictámenes y peritajes que solicitan”.

Además, las autoridades presentan justificaciones que rayan en lo absurdo. 

Tlaxcala, por ejemplo, no emitió ninguna orden de protección en 444 hechos de violencia contra las mujeres “porque las víctimas deciden salir solas de su domicilio e ir directamente al Tribunal de Justicia para dirimir sus controversias con el agresor”.

“Esta respuesta deja entrever que la Procuraduría las manda a conciliar con el agresor, lo cual contraviene la propia Ley que Garantiza el Acceso a las Mujeres a una Vida Libre de Violencia en el Estado de Tlaxcala”. 

Todo esto, concluye el informe presentado por el OCNF, “pone en riesgo la vida y seguridad de las mujeres que se acercan a las instancias competentes a solicitar auxilio o ayuda ante un hecho de violencia, pues al no acreditarse el riesgo a partir de estos elementos, no solo se exhibe a la mujer sino genera un dejo de desconfianza”.

Les pegan y ‘no importa’

En nuestro país, algunas mujeres que son víctimas de golpes por parte de su pareja consideran que este hecho no es digno de atención. De hecho, una de cada tres mujeres mexicanas piensa que la violencia física por parte de su pareja sentimental es algo “insignificante”.

Esa podría ser la razón por la que la mayoría (alrededor del 29 por ciento) no alza la voz. 

Además, 8 por ciento de las mujeres mexicanas desconoce que tiene el derecho a denunciar en caso de ser víctima de violencia intrafamiliar, según una investigación realizada por el Banco Mundial.

Y es que, de acuerdo al “Índice para una Vida Mejor 2014”, realizado por la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), México cuenta con el mayor índice de violencia de pareja, respecto a los 36 países que forman parte de este organismo. El 47 por ciento de las mujeres mexicanas admitió haber sido víctima de violencia física, sexual o emocional por parte de sus parejas sentimentales.