Verdadera-mente brillante

El amor lo vence todo y el matrimonio entre John Nash y Alicia Lardé es un ejemplo de ello. 

La pareja fallecida el fin de semana en un accidente automovilístico pasó pruebas que muchas relaciones ni siquiera experimentarán, venció obstáculos y siguió adelante a través de los años hasta el día de su muerte el sábado 23 de mayo.

El ganador del Premio Nobel de Economía por su "Teoría de los Juegos" (en 1994), y uno de los grandes matemáticos del siglo 20, venció uno de los padecimientos mentales más complejos que hay: la esquizofrenia. 

María Alesandra Pámanes María Alesandra Pámanes Publicado el
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Se divorciaron en 1963, pero Alicia siempre estuvo junto al matemático. En 1970 John se mudó a casa de la salvadoreña, en el 2001 volvieron a casarse

El amor lo vence todo y el matrimonio entre John Nash y Alicia Lardé es un ejemplo de ello. 

La pareja fallecida el fin de semana en un accidente automovilístico pasó pruebas que muchas relaciones ni siquiera experimentarán, venció obstáculos y siguió adelante a través de los años hasta el día de su muerte el sábado 23 de mayo.

El ganador del Premio Nobel de Economía por su “Teoría de los Juegos” (en 1994), y uno de los grandes matemáticos del siglo 20, venció uno de los padecimientos mentales más complejos que hay: la esquizofrenia. 

Y detrás del brillante egresado de Princeton estaba Alicia López Harrison de Lardé, una joven de origen salvadoreño que fue alumna suya en el MIT. Desde que se vieron por primera vez en la clase de Cálculo Avanzado para Ingenieros se sintieron atraídos el uno por el otro y, cósmicamente, formaron una unión que ni las alucinaciones o las turbulencias en su relación pudieron romper.

“Entré al salón de clases y pensé que era muy bien parecido”, dijo Alicia. “Ella fue una de las pocas mujeres que atrajeron mi atención”, señaló Nash.

John tuvo un romance fugaz con la enfermera Eleanor Stier en 1953, del cual nació un hijo –John David Stier–, y le siguieron relaciones homosexuales. 

Pero el amor llegó a la vida de Nash cuando se hizo novio de Alicia en la biblioteca de música de la universidad, en la que ella trabajaba. 

Ambos eran cercanos a sus madres y venían de familias en donde el éxito intelectual era apreciado, lo que aumentó la atracción que se tenían. Contrajeron matrimonio en 1957.

En 1959, John fue diagnosticado con esquizofrenia por lo que Alicia embarazada de John Martin, el hijo de ambos, sufrió los estragos de pasar temporadas en el hospital. Ella siempre fue un pilar en la vida del matemático, aún cuando él pasó por terapias de descargas eléctricas, hasta que el también ganador del Premio de Teoría John von Neumann (1978) y del Premio Abel (2015), huyó a Europa con su paranoia.

Y todo lo pasó Lardé sola, ya que le ocultó a amistades y a la universidad los primeros destellos del padecimiento mental de John, con el fin de preservar intacta la carrera de su marido.

“Traté de permanecer lo más positiva que pude (…) realmente traté de no sentir lástima por mi misma”, dijo Alicia en alguna ocasión.

Con su experiencia de vida y hasta el final de sus días, ambos contribuyeron a poner la atención en padecimientos mentales como la esquizofrenia, así como a eliminar los estigmas sobre los mismos.

“Los avances de la ciencia ayudarán a disminuir el estigma de las enfermedades mentales, como ya ocurrió con otros males, como las úlceras de estómago, que se pensaban que eran psicosomáticas y luego se descubrió que era una bacteria que se trata con antibióticos”, dijo John en el 2008.

Fórmula inquebrantable

Siempre permanecieron juntos, aún cuando se divorciaron. John y Alicia se separaron en 1963, pero en 1970 ella lo dejó vivir en su hogar. Ahí, poco a poco John superó la esquizofrenia, siempre apoyado en su investigadora esposa.

En los 90, Nash se recuperó, obtuvo el Premio Nobel y le permitieron nuevamente impartir clases. En el 2001, la pareja volvió a contraer nupcias y permaneció unida hasta que la muerte los separó.

Ese mismo año se estrenó la cinta por la que muchos conocieron su historia de amor: “Una mente brillante”. Protagonizada por Russell Crowe y Jennifer Connelly –y dirigida por Ron Howard–, la película ganó cuatro Premios Oscar, incluida Mejor Película.

A su vez, la cinta está basada en el libro “Una mente maravillosa”, de la periodista Sylvia Nasar.

Tal vez pocos sabían de John y Alicia Nash antes del largometraje de Ron Howard, pero antes de que vieran a Crowe como Nash, el genio ya se había ganado un lugar en la historia del siglo 20 por su contribución a las matemáticas.

Pero sin duda, su mayor contribución fue dar junto a Alicia un ejemplo de que la unión en pareja puede ser inquebrantable pese a las altas y bajas, incluso a pesar de la alucinación y la cordura.

Y como dijo Russell Crowe al saber sobre la muerte de los Nash, ambos conformaron “(…) un matrimonio asombroso. Mentes maravillosas, corazones maravillosos”.

John y Alicia Nash fueron prueba viviente de que el amor todo lo puede y de que dos mentes –brillantes– son mejor que una. 

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