Este lunes, la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) informó que ya se monitorea el probable efecto secundario de la vacuna Johnson y Johnson (J&J) pues estaría asociado al síndrome de Guillain-Barré.
De acuerdo con los funcionarios de salud, los informes revelan que la presencia de un trastorno inusual del sistema inmunológico en algunas personas que recibieron la vacuna contra el coronavirus.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) dijeron este lunes en un comunicado que los datos de efectos secundarios indican un “pequeño riesgo posible” del síndrome de Guillain-Barré, una condición poco común en la que el sistema inmunológico ataca los nervios.
De alrededor de 12.8 millones de dosis de la vacuna administradas hubo 100 informes preliminares del síndrome, indicaron los CDC.
De hecho, los casos se observaron principalmente en hombres mayores de 50 años, aproximadamente dos semanas después de recibir la vacuna de dosis única.
Por esta razón es que la FDA ya planea advertir que la vacuna contra el virus SARS-CoV-2 de Johnson & Johnson puede aumentar el riesgo de una rara afección neurológica conocida como síndrome de Guillain-Barré.
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Información de The New York Times señala que este sería otro revés para la vacuna de J&J, que ha sido dejada de lado en Estados Unidos debido a problemas de fabricación y una pausa temporal por seguridad a principios de este año.
“Aunque los reguladores han descubierto que las posibilidades de desarrollar la enfermedad son bajas, parecen ser de tres a cinco veces más altas entre los receptores de la vacuna Johnson & Johnson que entre la población general de Estados Unidos, según personas familiarizadas con la decisión”, cita el diario estadounidense.
Los funcionarios federales, informó el NYT, identificaron aproximadamente 100 casos sospechosos de enfermedad de Guillain-Barré entre los receptores de la vacuna Johnson & Johnson a través de un sistema de monitoreo federal que depende de los pacientes y los proveedores de atención médica para informar los efectos adversos de las vacunas.
“Los informes se consideran preliminares. La mayoría de las personas que desarrollan la enfermedad se recuperan”, explicaron.