Después de 10 años que se comenzó a usar el cigarrillo electrónico en el mundo, los reportes de salud no registran daños en los 40 millones de usuarios.
El director técnico de Pro Vapeo México AC, Roberto A. Sussman, aseguró que mientras la combustión al momento de encender un cigarro tradicional genera una “orgía” de siete mil componentes químicos, el cigarrillo electrónico o vapeo emite sólo 300 componentes, en su mayoría benignos para la salud.
El vapeo, en lugar de producir humo, genera vapor de gliceria, propilenglicol, nicotina y saborizantes, que al momento de activarse genera sólo 300 compuestos, de los cuales más del 90 por ciento son benignos para la salud.
No es casualidad que a una década de la utilización del cigarrillo electrónico en el mundo, el impacto a la salud sea hoy en día de “cero”, ya que hay diferentes niveles de toxicidad.
El proceso para vapear no genera monóxido de carbono. “De los cientos de estudios químicos que se ha hecho sobre el cigarro electrónico no se ha encontrado jamás una braza de monóxido de carbono”, dijo el especialista.
Además, se ha comprobado la efectividad de vapear, de tal forma que en el mundo es una práctica que además de estar de moda, como en el caso de Reino Unido o Estados Unidos, ha ayudado a disminuir el consumo del tabaco tradicional.