¿Usar o no cubrebocas para frenar la pandemia de Covid-19? Esa es la pregunta que divide al mundo, incluidos médicos y científicos. Y es que la comunidad internacional no ha llegado a un consenso alrededor de unos centímetros de tela y un par de bandas elásticas.
Para la Organización Mundial de la Salud (OMS) la respuesta es definitiva: si la persona no presenta síntomas respiratorios característicos de la enfermedad, no hay razón para que lleve puesto un cubrebocas o mascarilla clínica.
La OMS señala que las mascarillas sólo deben ser utilizadas por personas enfermas o gente que esté al cuidado de pacientes sospechosos o confirmados de poseer el virus; ya sea en casa o si se trata de especialistas de la salud en un hospital.
Recuerde que las mascarillas desechables solo se pueden utilizar una vez y tenga en cuenta también que, si no está usted enfermo o no cuida de una persona que lo esté, está malgastando una mascarilla. Las existencias de mascarillas en el mundo se están agotando.
China discrepa
Sin embargo, el pasado 27 de marzo, el director general del Centro Chino para el Control y la Prevención de Enfermedades, George Gao, declaró para la revista Science que el principal error de muchos países ante la pandemia es que no están obligando a las personas a usar cubrebocas.
El gran error en Estados Unidos y Europa, en mi opinión, es que las personas no usan mascarillas. Este virus se trasmite por gotitas y contacto cercano. Las gotas juegan un papel muy importante: tienes que usar una mascarilla, porque cuando hablas, siempre salen gotas de tu boca. Muchas personas tienen infecciones asintomáticas o presintomáticas. Si usan mascarillas, pueden evitar que las gotas que transportan el virus escapen e infecten a otros.
Como lo muestra el periodista Sebastien Le Belzic, colaborador en China del canal DW, Pekín ordenó a todos sus ciudadanos a portar cubrebocas, sin importar si estaban o no enfermos; incluso, había personas en los vagones del metro verificando que todos llevaran uno puesto.
Gobierno mexicano dice que “NO”
En México, el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, ha señalado en repetidas ocasiones que no es necesario el uso de cubrebocas, a menos que la persona tenga síntomas o esté al cuidado de otra.
Los cubrebocas no sirven para protegernos, que todo mundo lo sepa, si yo me pongo uno de estos cubrebocas convencionales no me disminuye notoriamente el riesgo que yo pueda adquirir no sólo coronavirus, sino también influenza y catarro común.
Sin embargo, para Malaquías López Cervantes, profesor de Salud Pública en la Facultad de Medicina de la UNAM, el uso de cubrebocas si puede ayudar a que las personas asintomáticas no propaguen el virus cuando salen a la calle.
“Disminuye la posibilidad de diseminar la infección, pero cuidado, porque crear falsa seguridad y por sí solo no es suficiente, hay que respetar las demás medidas”, indicó el académico durante una teleconferencia el pasado 2 de abril.
Algo similar señaló Samuel Ponce de León Rosales, titular de la Comisión y Coordinación del Programa Universitario de Investigación en Salud de la UNAM, quien recomienda el uso de las mascarillas, especialmente en espacios cerrados.
“Hay microgotas que flotan en el aire y pueden contener el virus, por eso se recomienda su uso, por ejemplo, en el transporte público, pero sin descuidar otras medidas de higiene, pues da una sensación de seguridad”, dijo.
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— SALUD México (@SSalud_mx) March 28, 2020
Posturas encontradas en Europa
Y la situación en Europa no es muy distinta, pues hasta el momento sólo República Checa y Eslovaquia han ordenado el uso obligatorio de cubrebocas para las personas que salgan de casa
durante el periodo de cuarentena.
Mientras que Austria ha instruido a su población a que usen las mascarillas dentro de los supermercados. Por su parte Eslovenia ha dado la orden de usar esta herramienta de protección en cualquier espacio cerrado.
Sin embargo, el gobierno de Bulgaria también ordenó el uso obligatorio de cubrebocas, pero a las pocas horas echó para atrás la medida, pues no había abasto suficiente para toda la población; además que no existía consenso sobre la efectividad de la medida.
Alternativas a la mascarilla
Lo que sí han dejado en claro varios mandatarios, incluido Donald Trump en Estados Unidos, es que el uso de mascarillas debe limitarse para gente del sector salud, pues son estas personas quienes están más expuestas al coronavirus.
Durante la semana, Trump hizo un llamado para evitar escases de mascarillas en los hospitales y pidió a la población que tenga que salir de casa que se coloquen cualquier prenda en el rostro, como una bufanda, para dejar estos utensilios a la gente que sí los necesita.
After announcing he is finally utilizing the Defense Production Act to make ventilators, Trump says, “C-O-V-I-D 19. You know what that is. Right? Become a very famous term. C-O-V-I-D. COVID.” pic.twitter.com/Fk5Gel8S3V
— The American Independent (@AmerIndependent) April 2, 2020
Lo verdaderamente importante
Ahora, ya sea que la persona decida usar cubrebocas o colocarse otra clase de prenda en el rostro, es vital seguir estas recomendaciones de la OMS:
1. Antes de ponerse una mascarilla, lávese las manos con un desinfectante a base de alcohol o con agua y jabón.
2. Cúbrase la boca y la nariz con la mascarilla y asegúrese de que no haya espacios entre su cara y la máscara.
3. Evite tocar la mascarilla mientras la usa; si lo hace, lávese las manos con un desinfectante a base de alcohol o con agua y jabón.
4. Cámbiese de mascarilla tan pronto como esté húmeda y no reutilice las mascarillas de un solo uso.
5. Para quitarse la mascarilla: quítesela por detrás (no toque la parte delantera de la mascarilla); deséchela inmediatamente en un recipiente cerrado; y lávese las manos con un desinfectante a base de alcohol o con agua y jabón.
Finalmente, recuerde que las medidas más efectivas para no contagiar y no contagiarse del nuevo coronavirus son lavarse las manos frecuentemente, desinfectar áreas de uso común, estornudar y toser en la parte interior del brazo y, lo más importante, quedarse en casa el mayor tiempo posible.
