Uno de cada ocho sufre de hambruna

Anualmente, la Organización de Comida y Agricultura (FAO) de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) publica un informe llamado “El estado de la inseguridad alimentaria en el mundo (SOFI)”, en el que estima la cantidad de personas que sufren de desnutrición y deficiencias alimentarias en el mundo.

Este año, en el reporte que cubre el lapso desde 2011 hasta 2013, se determinó que alrededor de 842 millones de personas sufrieron hambre crónica en dicho periodo. Esta cifra representa una disminución respecto al año pasado, cuando fueron 868 millones.

Ana Paulina Valencia Ana Paulina Valencia Publicado el
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toneladas comida que se desperdicia en México

Anualmente, la Organización de Comida y Agricultura (FAO) de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) publica un informe llamado “El estado de la inseguridad alimentaria en el mundo (SOFI)”, en el que estima la cantidad de personas que sufren de desnutrición y deficiencias alimentarias en el mundo.

Este año, en el reporte que cubre el lapso desde 2011 hasta 2013, se determinó que alrededor de 842 millones de personas sufrieron hambre crónica en dicho periodo. Esta cifra representa una disminución respecto al año pasado, cuando fueron 868 millones.

La mayor parte de esas personas viven en países en vías de desarrollo, pero casi 16 millones habitan en países desarrollados.

La diferencia, según el informe, se debe a los mejores ingresos y la facilidad para accesar a los alimentos que existen en ellos.

La región “con la prevalencia más alta de subalimentación” sigue siendo el África subsahariana, donde se calcula que una de cada cuatro personas (casi 25 por ciento) sufre hambre. Los avances han sido modestos en los últimos años, al igual que en Asia Occidental.

Progresos ligeramente mejores se identificaron en el sur de Asia y el norte de África, y hubo reducciones importantes en la cantidad de personas con hambre en Asia Oriental, el Sureste Asiático y América Latina.

¿Lento pero seguro?

Uno de los propósitos del SOFI es monitorear el avance de la reducción del hambre, para saber si se alcanzarán los objetivos que se establecieron en la Cumbre Mundial sobre Alimentación en 1996.

La meta, de acuerdo a dicha convención, es reducir las cifras  del hambre crónica a la mitad, de 1990 a 2015. A dos años de la fecha límite para alcanzarla, se determinó que se han hecho avances significativos: en 1990 el número era de más de 995 millones de personas subalimentadas.

Pero si se quiere cumplir la meta, “esfuerzos inmediatos y considerables serán necesarios”, particularmente debido a las diferencias tan marcadas entre regiones.

Aunque 22 países lograron sí la meta de forma individual a finales de 2012.

“En los países pobres, la reducción del hambre y la pobreza solo se logrará con un crecimiento que, además de ser sostenido, sea ampliamente compartido”, destaca el reporte de la FAO.

Las recomendaciones de la ONU para evitar el desperdicio enfatizan la importancia de poner atención a lo que compramos y lo que hay en la despensa, para asegurarnos de que todo se consuma y evitar que los alimentos.

Del plato a la basura

Hace unos meses, aludimos en este espacio al problema del desperdicio de comida en el mundo.

Cada año, 1.3 mil millones de toneladas de alimento son desperdiciadas, cifra que adquiere un significado mayor al contrastarla con el número de personas que tienen hambre.

En México, el año pasado se desperdiciaron más de 15 millones de toneladas de comida, de los que la mayor parte corresponden a cereales y maíz. Y 9 por ciento a frutas.

Los habitantes de Estados Unidos y Europa desechan anualmente, en promedio, 115 kilos de comida. Los latinoamericanos se colocan en segundo lugar con 25 kilos, los asiáticos en tercero con 11, junto a los africanos.

Las recomendaciones de la ONU para evitar el desperdicio refuerzan la importancia de concientizar sobre lo que se compra y lo que ya se tiene en casa.

Además, se aconseja acomodar los productos en la despensa –y el refrigerador–, de acuerdo a su fecha de caducidad, para evitar que unos “se queden”.

 

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