Una pelota indestructible

Millones de niños en zonas de conflicto y situaciones de pobreza extrema alrededor del mundo ya tienen, literalmente, una oportunidad de crecimiento personal a sus pies. 

Se trata de One World Futbol, un balón de fútbol que pareciera estar hecho de acero, pues es prácticamente indestructible y nunca se desinfla.

Eugenia Rodríguez Eugenia Rodríguez Publicado el
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Millones de niños en zonas de conflicto y situaciones de pobreza extrema alrededor del mundo ya tienen, literalmente, una oportunidad de crecimiento personal a sus pies. 

Se trata de One World Futbol, un balón de fútbol que pareciera estar hecho de acero, pues es prácticamente indestructible y nunca se desinfla.

“Sobrevive a los ambientes más hostiles”, esos que “frecuentemente enfrentan los jóvenes que viven en campos de refugiados, zonas de desastre y otras comunidades desfavorecidas”, señala el sitio oficial del proyecto, obra del emprendedor estadounidense Tim Jahnigen.

Más de 700 mil de estas pelotas, cuyo material es similar al de los zapatos Crocs, han llegado a aproximadamente 21 millones de niños en más de 160 países. 

El proyecto surgió después de que Jahnigen, quien también es letrista y productor musical, vio un documental en el 2006 que retrataba a niños refugiados en Darfur jugando fútbol con una pelota formada con basura atada con cordón. 

“En ese instante”, describe el sitio One World Futbol, “Tim se dio cuenta que estos niños tenían un espíritu tan fuerte e indestructible y sintió que merecían algo mejor”. 

Entonces Tim se acercó al músico británico Sting –con quien ya había trabajado en otras ocasiones– para expresar sus inquietudes respecto a la necesidad global de llevar balones de fútbol indestructibles a las zonas marginadas. 

Sting financió el proyecto, cuyo nombre One World Futbol es un homenaje a su canción “One world (not three)”, que escribió en los 80 para la banda de rock The Police. 

“Nuestra misión es permitir que los niños sean niños sin importar dónde viven”, dijo Jahnigen en entrevista para el diario español El Mundo. 

Por su parte, Lisa Tarver, cofundadora de One World Futbol, explicó que “el balón significa algo estable, que no se termina, no se desinfla, en unas vidas muchas veces marcadas por la desilusión y decepción”. 

“Cuando un niño tiene la oportunidad de jugar hasta cuando quiera y no solo hasta cuando se estropee la pelota, tiene la oportunidad de soñar con un futuro mejor”, añadió.

El proyecto, cuyo patrocinador inicial es Chevrolet, fue fundado en el 2010 y desde entonces “las ventas minoristas han aumentado más de 400 por ciento”, afirmó en un comunicado Arnold Ambiel, director de operaciones de la compañía.

El balón One World Futbol está disponible bajo el esquema “compra uno, dona uno”. 

Por ejemplo, se puede comprar una pelota por 39.95 dólares y enviar otra a una “comunidad  en necesidad a través de organizaciones que trabajan en comunidades desfavorecidas, campos de refugiados, zonas de guerra, zonas de desastre y ciudades del interior”. 

 

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