Un verdadero artista
Steve McQueen nació en Londres y su identidad como británico es parte importante de su desarrollo cinematográfico.
De hecho, el director, escritor, escultor y productor ha confesado que no podría hacer películas americanas, “porque a ellos les gustan los finales felices”.
Su trabajo, efectivamente, suele ser mucho más oscuro que las películas hollywoodenses convencionales.
Sin embargo, con él, se ha ganado la admiración de los americanos, y podría convertirse en el siguiente en recibir el Oscar a Mejor Película por “12 years a slave”.
Ana Paulina ValenciaSteve McQueen nació en Londres y su identidad como británico es parte importante de su desarrollo cinematográfico.
De hecho, el director, escritor, escultor y productor ha confesado que no podría hacer películas americanas, “porque a ellos les gustan los finales felices”.
Su trabajo, efectivamente, suele ser mucho más oscuro que las películas hollywoodenses convencionales.
Sin embargo, con él, se ha ganado la admiración de los americanos, y podría convertirse en el siguiente en recibir el Oscar a Mejor Película por “12 years a slave”.
Retos y experimentos
Los filmes de McQueen suelen compartir varias cosas.
Los temas, para empezar, tienden a ser transgresores. En “Hunger”, del 2008, retrata la historia real de una huelga de hambre en una cárcel irlandesa en 1981.
Es un filme emotivo y profundamente dramático, con un final conocido pero no por ello menos desgarrador. McQueen exploró, sin miedo, los límites a los que el cuerpo humano puede llegar en su lucha por sobrevivir. “Shame” trata sobre la adicción al sexo y el tabú se fortaleció al exponer la tensión entre dos hermanos.
El filme fue controversial y criticado, pero nadie negó lo indiscutible: la genialidad de la dirección y la historia, también escrita por el británico.
El año pasado sorprendió al mundo con “12 years a slave” que arrasó con las nominaciones a los principales galardones de la industria. Y tocó uno de los temas más delicados de Estados Unidos: la esclavitud.
Además, sus tres largometrajes han sido alabados por la crítica y premiados.
Pero quizá el elemento más evidente que comparten es la presencia del actor Michael Fassbender, que ha aparecido en todas ellas.
En “Hunger” y “Shame ocupa el papel protagónico. En la primera fue Bobby Sands, el líder de la huelga; en la segunda, Brandon, adicto al sexo con una constante lucha que se acrecienta con la visita de su hermana, interpretada por Carey Mulligan.
Y por “12 years a slave” ganó una nominación al Oscar, Golden Globe y SAG como Mejor Actor de Reparto.
Pero la mayor parte de su tiempo ha sido dedicado a los cortometrajes.
Obras como “Bear” (1993), “Western deep” (2013) y otras 11 han demostrado su talento, pues jugó los tres papeles principales: escribió, produjo y dirigió.