Metódico como si perteneciera al ejército, le hace ver sus errores a los demás y no tiene empacho en llamarlos “idiotas” en frente de sus narices, así es Otto, un hombre de la tercera edad que no está contento nunca y menos ahora que lo acaban de jubilar.
El hombre se encuentra en duelo por la pérdida de su esposa hace un año y, de hecho, planea diferentes maneras con las cuales podría quitarse la vida, pero cuando está a punto de lograr su cometido, aparece Marisol, una mujer mitad salvadoreña y mitad mexicana que llegó a vivir a la misma calle privada que Otto, con todo y su familia.
Al principio a Otto le fastidia la presencia de Marisol, quien es sumamente amable, dedicada y comprensiva, todo lo contrario a él. Poco a poco, ella se va ganando el corazón de este hombre viudo; el primer paso es con la comida, cuando le ofrece un tupper con mole, al que él define como “interesante”.
Con el tiempo, Otto va abriendo su vida y corazón a la familia de Marisol y al resto de los colonos, deja atrás la idea del suicidio y comienza a redescubrir la felicidad de pertenecer a una comunidad. Este es el comienzo de Un vecino gruñón, película que se estrenará el 25 de diciembre en cines.
Otto es interpretado por Tom Hanks, mientras que el papel de Marisol lo realiza Mariana Treviño, una dupla muy hilarante a cuadro, porque la actriz mexicana usa todo tipo de frases en español que mezcla con el inglés, que el actor estadounidense entiende a medias.
“La relación de Otto con Marisol constituye el corazón de la cinta. Marisol es sencillamente un personaje maravilloso y encantador. El conflicto un tanto cómico entre ellos se pone en marcha prácticamente desde el inicio de la cinta, porque ambos son personajes de fuerte talante y no aceptan un ‘No’ como respuesta, son un espejo el uno para el otro. Y por esta razón se brindan calidez. Ella es verdaderamente la llave para el corazón de este hombre”, platica Marc Forster, director del filme.
La relación entre ambos va evolucionando, por ejemplo, Marisol, pese a que ya es madre de dos niñas y tiene a un esposo distraído, nunca ha aprendido a manejar un auto; Otto, que está “chapado a la antigua” le insiste en que debe enseñarse, así que él decide enseñarle en su propio carro, que es estándar.
“Un director puede sentirse bendecido cuando sabe que cuenta con dos actores que a su vez han conectado artística y verdaderamente, tal y como ha sucedido con Tom y Mariana. Ellos saben elevar lo que está en la página y crear magia en la pantalla. Permiten que tu corazón se abra. Reirás, llorarás. No puedes pedir otra cosa”, insiste Forster.
Un vecino gruñón está inspirada en la película sueca de 2015 A man called Ove, que en su momento fue nominada a los premios Oscar en las categorías de Mejor Película de Lengua Extranjera y Mejor Maquillaje, que a su vez está basada en el libro el mismo nombre, publicado en 2012, del autor Fredrik Backman.
“Todas las personas que han leído el guión o que me han hablado del libro comentan que conocen a un Otto. Tienen alguien en sus vidas, un primo, un abuelo, que estalla por cualquier motivo, que se muestra terco cuando opina, que no cede, de una manera que a veces resulta harto frustrante o por lo menos cómica. Pero, debajo de esa actitud, sabemos que existe una persona con un corazón enorme, alguien que nos importa mucho. En mi caso, a pesar de que mi padre era muy distinto, reconocía en él ese estoicismo malhumorado que afloraba cuando las cosas salían mal”, describe el guionista David Magee en las notas de producción del largometraje.